Amatista había cumplido al pie de la letra las instrucciones de Rosé, calentó leche, añadió aquellos polvillos y revolvió, bebió hasta que no quedo ni una gota, incluso le supo más sabrosa aquella mezcla.
Subió las escaleras, camino a su cama y apenas se acomodó, sus ojos se cerraron con lentitud.
Horas más tarde, en la compañía de los truenos y relámpagos, la siguieron visitando aquellos recuerdos, maravillosos recuerdos que la hicieron feliz en esos momentos.
Ahora comprendía cuando Jungkook le pedía que le llevará la contra, pues, así era ella, podía sentir el amor por el otro, aquellos brillos en los ojos del enamorado, el aura perteneciente a su Marte, era la más hermosa que jamás había visto.
Todo fue bello hasta la llegada de Zeus, y con su secuestro, llegó también el despertar de su persona.
Se sentó de golpe en su cama, recordaba todo, las lágrimas se hicieron presentes, con ellas el dolor de no saber si todo era cierto o simplemente un anhelo de su corazón.
Busco entre sus cajones con desespero hasta que encontró aquella gargantilla de corazón Amatista que sellaba su compromiso, la colgó de su cuello queriendo correr a sus brazos.
Lo ama y solo quería verlo.
Por lo tanto, tomo un abrigo, acomodo sus zapatillas y salió que aquella casona, calle abajo hasta llegar a la avenida, donde impaciente, detuvo un taxi, recordó incluso la dirección de su hogar, "rápido" dijo y el varón que conducía miro su barriga, creyendo que era una emergencia, condujo lo más deprisa que la ley le permitía.
Ahí estaba, frente a la puerta, viendo el tablero de números, sabía a la perfección la contraseña, evitó ingresarla, en su lugar apretó el timbre, una y otra vez.
Jungkook se despertaba con los ruidos molestos, quería cortarle la cabeza a quien le estuviera interrumpiendo el sueño de esa manera, más, cuando llegó frente a la cámara, miro a la chica con su cabello mojado, bajo la lluvia, y llorando.
Corrió a la puerta principal y abrió de ella.
- Hye -susurro, ella entró sin pedir permiso.
- Puede decirme loca, pero... Ya no aguanto más.
- ¿Qué sucede?
- Quiero renunciar -Jeon alzó su pecho al respirar, el solo hecho de pensar que no la tendría cerca, lo estaba matando.
- ¿Por qué?
- Porque lo recordé todo -dijo con suavidad- en realidad, solo lo soñé y se sintió tan real que me está doliendo.
- ¿Qué soñaste?
- Tú... Yo... Aquí, en la empresa, de compras, -Kook se acercó lento a ella- En citas, dando a conocer nuestro compromiso -el tomo de sus manos- Besos, caricias, hacer el amor - llevo la mano a su vientre- Dígame que no fue solo un sueño -cerro sus ojos provocando que las lágrimas volvieran a caer.
- Lo fue, fue un sueño... Fue el mejor sueño que hemos compartido, todo eso pasó en realidad -fundió sus labios a los de ella suavemente- No sabes cuántas veces me contuve por besarte -volvió hacerlo esta vez más profundo.
- Pues debiste hacerlo, tonto, habríamos comenzado de nuevo.
- Mi Venus, mi hermosa Venus -tomo su cuerpo como princesa y se la llevó a la cama.
Como si fuera la primera vez, las manos de Hye temblaban ante el toque de Jungkook, a medida que quitaba su ropa besaba con delicadeza, paciente y con amor.
Estando ambos desnudos el tomo de su cuerpo, sin esfuerzo alguno, ella enredó sus piernas en su espalda, sentía justamente en su entrada la cabeza del miembro de él, caliente y excitante, deseosa de ingresar a su interior.
La recostó con cuidado, acomodándose entre sus piernas, lamiendo, mordiendo, saciaba la sed de querer comerla desde hace mucho, sentía sus gemidos placenteros que lo hacían más deseoso de ella.
Volvió a su boca y con un solo movimiento la penetró, consiguiendo su cometido desde que la vio de nuevo.
- Mi Venus ... -dijo llamando su atención, salió de ella y volvió a entrar con fuerza- Te amo, Hye - el vaivén se hizo más fuerte- Te amo, Te amo, Te amo.
Aquellas palabras la hacían feliz, no se recordaba si las había escuchado antes, no le importaba, ese momento era único y aquella sensación de olvido se desvaneció por completo.
Era eso lo que olvidaba y le dolía.
- Perseo -tomó su rostro sintiendo las estocadas que la llevaban a la gloria- Ahh... Te amo - enterró su cabeza entre las almohadas, el primer orgasmo se hacía presente con facilidad.
Él no se detuvo ahí.
Tomo de su pierna levantado hasta que ya no de más, así, el roce se hizo más placentero, perfecto y delicioso.
Debían recuperar aquel tiempo perdido, su propósito siempre fue para ella y con ella, así lo haría.
Un apriete en los ojos de la chica hizo traer otro recuerdo, uno en el que lo hacía enloquecer con sus poderes, sonrió ante ello y no dudó hacerlo.
Un leve movimiento de su mano y dedos hizo soltar aquellos polvillos rosas que ingresaron sin piedad por las fosas de Jeon, quien gimió fuerte, rasposo y desesperado.
- Bruja! -le dijo y se levantó sobre sus rodillas, tomando sus caderas, atrayéndola a su ingle, mordió sus labios, sus músculos sobresalían, su miembro crecía en su interior y los sonidos grotescos, pero perfectos los hacían enloquecer.
Extasiado y liberado, soltó un fuerte gemido, al mismo tiempo que la llenaba, ella, recibía mientras vibraba a su alrededor.
Dejó caer su cuerpo sobre ella, sosteniéndose en su brazo estirado, con la respiración agitada y los latidos sincronizados.
- Cásate conmigo.
- Ya sabes la respuesta -acaricio la gargantilla en su cuello- Mi Marte, solo mío, te daré tres días para organizar todo.
- ¿Tres días? -pregunto sonriente, se acomodó a su lado viendo su hermosura.
- Tres días, hemos dejado pasar mucho tiempo.
- ¿No puede ser... Mañana? -ambos rieron - hemos dejado pasar mucho tiempo, Hye.
- dos días, mañana nos haremos cargo de todo.
- Hecho, Princesa -la estrecho en sus brazos, y en esa posición se quedaron - dos días para que seamos uno, dos días para que lleves mi apellido, dos días y te tendré en mi cama día y noche.
- Me vendré a vivir contigo desde mañana, no quiero pasar más tiempo sin ti.
- Qué hermoso -tomo el aroma de su cabello- Por dios, esto es tan hermoso que temo despertar y no estés.
- Aquí estaré -dijo entre dormida- no me iré a ninguna parte.
La sintió ronronear, sonrió complacido y pronto sus ojos se sellaron ante el sueño.
ESTÁS LEYENDO
𝙳𝚒𝚘𝚗𝚢𝚜𝚞𝚜 𝙱𝚊𝚛 ୧𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊୨ 𝐉𝐉𝐊
Fantasía𝘓𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘮𝘪𝘥𝘪𝘰𝘴𝘦𝘴 𝘨𝘳𝘪𝘦𝘨𝘰𝘴 𝘷𝘪𝘷í𝘢𝘯 𝘦𝘯 𝘱𝘢𝘻 𝘺 𝘵𝘳𝘢𝘯𝘲𝘶𝘪𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘴 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰𝘴, 𝘢𝘴í 𝘦𝘳𝘢, 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨ó 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘪𝘰𝘴𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘳𝘦í𝘢𝘯 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘢...