༺ ᒪᗩ ᖇᗩᘔOᑎ ᗴՏ ᑫᑌᗴ... ༻

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Jungkook ponía el seguro en la puerta, Afrodita se sentía feliz porque al fin sería suya, estaba completamente segura de eso, lo haría tan feliz en esos momentos que terminaría el compromiso con la traicionera de su hija y serían uno al fin juntos.

Se acercó a Jungkook y este al darle frente la tomo con brutalidad de su cuello, apoyándola en la pared.

Ella se tomó de su muñeca, le faltaba el aire, tenía miedo, jamás lo había visto así, con esos ojos brillantes, fijos y con odio.

— Perseo —dijo con dificultad.

— No digas mi nombre! —exigió con molestia— solo ella tiene derecho a decirlo.

— Ella no podrá hacerte lo que yo puedo, Jungkook.

— Escúchame bien lo que te diré, no quiero que la toques, que le digas algo y mucho menos que la mires con esos ojos, culpándola de todo, si lo haces, juro que te cortaré el cuello, o mejor aún, usaré la cabeza de medusa para convertirte en piedra y te pondré en mi bar para que todos sepan que no eres tan bella como dicen las leyendas.

La soltó al notar que sus ojos se volvían rojos, le faltaba el aire y solo quería darle un escarmiento. Afrodita tomaba el aire de nuevo y apenas se compuso, soltó las feromonas de su cuerpo para embrujar a Jungkook, pero este, no reaccionó a ella.

— ¿Por qué razón no funciona? —pregunto desesperada.

— La razón es que… no funciona con hombres que aman de verdad… Amo a tu hija, y daré mi vida por ella.

Tomo de la manija para salir de ahí, al fin lo había dicho, la ama, y solo faltaba decirle a ella sus sentimientos.

— ¿Sabes? —dijo él antes de irse— desde el momento en que la vi por primera vez supe que sería mi Venus, y yo su Marte, no quise dejarla ir, pero el destino nos volvió a unir, es la única que me ha embrujado porque así lo quise.

— ¿Y Ecos?

— Ni Ecos pudo, lo intento millones de veces, y jamás caí en sus brujerías. No hagas que te odie, apóyala, mírala feliz, ella, en serio te admira.

— Jungkook —dijo deteniéndolo— seré la Tierra —Kook volvió a verla con molestia— Seré la tierra que se interpone entre Venus y Marte. —el río con sarcasmo.

— La tierra no está incluida en nuestra historia de amor, es la paz que necesita mi guerra, y nada ni nadie podrá impedirlo

Jungkook salió con furia, al fin lo entendía, ya nada de estar confundiendo sentimientos, ni a él ni a ella.

La busco con la vista, quería decirle todo y nada, besarla, eso es lo que haría.

Ahí la vio, entre Teresias y las Moiras, sonreía hermosamente, aunque sus ojos estaban tristes, se acercó a ella y pronto a llegar, Ecos se le cruzó.

Hye notaba que Kook se le acercaba con molestia, hasta que IU le tapó el camino, aun así ella no le quitó la vista de encima, se miraba hermoso, con ese traje negro y camisa blanca, con dos botones superiores abiertos, suspiro en su dirección.

Ambos se veían con intensidad, los ojos de Perseo brillaron ante ella, sonrió al sentirse lleno, ella también comenzaba a sonreír ante su vista, no lo podía evitar, lo amaba y provocaba todo lo que él quería.

— Permiso —dijo ella escudándose con los presentes, paso entre ellos, quienes notaron hacia donde se dirigía.

— IU —dijo haciéndola callar de no sabía que le hablaba— en otro momento —y paso por su lado caminando hacia ella.

Se encontraron a mitad de camino, se vieron a los ojos, y los nervios se apoderaron de ambos.

— ¿Te había dicho lo maravillosa que te ves esta noche?

— No recuerdo haber oído tal frase de tu boca.

— Pues… Te ves maravillosa esta noche —Hye sonrió bajando la vista— ¿Te gustaría bailar?

— Me encantaría —él estiró su mano derecha, ella la tomo de inmediato.

Kook llevo su mano a su cuello, ambas manos, y tomo de su cadera, acercándola con cuidado, sus mejillas se rozaron la una a la otra, el calor los invadía por completo.

Ni siquiera notaron cuando sus amigos se acercaron al vals para hacerles compañía, estaban perdidos en su mundo.

— Creí que tu conversación duraría un poco más.

— No estaba tan interesante como tú —ahí estaba el Perseo del que ella se enamoró—

— Yo… Necesito pedirte algo —recordó los papeles que el abogado le entrego a través de su padre… ¿Era el momento? En minutos lo sabría.

— Lo que quieras, vivo para complacerte, Princesa —ella alejó su rostro viendo con detención.

Fue en ese momento en que dudo en hacerte la petición, ¿Y si volvían a retroceder?

— Necesito que firmes unos papeles antes que te vayas.

— ¿Qué papeles?

— Es … Donde renuncio a todos tus bienes y tú renuncias a los míos.

Perseo apretó su mandíbula con molestia, miro en otra dirección inclusive para calmar lo que le comunicaba, era una prueba, y la pasaría sin problemas.

— No estoy de acuerdo… Pero los firmaré.

— ¿No estás de acuerdo en qué?

— No estoy de acuerdo en qué mis pertenencias no sean tuyas —detuvieron sus pasos a la vez— Yo… —lo iba a decir— Yo…

— ¿Tú?… ¿Acaso por eso te quieres casar? —se alejó de él unos centímetros, pero Kook la atrajo de azote y de paso sus labios se pegaron a los de ella, un simple toque que basto unos segundos para derretir el ambiente y la frialdad de ambos.

Ella fue la primera en caer, y abrir paso a su boca, agarrando de su inferior.

El corazón de Jungkook pálpito tan rápido que le había competencia al caballo más veloz en galope, llevo una de sus manos a su cuello y dirigió el beso que tanto añoraba, que tanto extrañaba, que tanto necesitaba.

Hye lo tomo con desespero de su cintura apartándose de golpe de aquella demuestra de amor, no se arrepentía, jamás, eso para ella era emocionante, era algo que la llenaba de ganas de vivir.

— ¿En serio el de antes era mi último deseo? — JK sonrió con esperanzas.

— Para ti no tengo stocks de deseos, Princesa.

— Entonces… Hagamos esto, y salgamos de aquí, quiero pasar las últimas horas a tu lado.

— No sabes cuánto te extrañé —junto a su frente con la de ella soltando un sonoro suspiro.

En cosa de segundos y luego de sonreír en esa posición, entrelazó su mano, y le llevo a la tarima, dando un emotivo discurso sobre el amor, ahora sí, había muchos felices y sonriendo por el aura que ambos emitían.

𝙳𝚒𝚘𝚗𝚢𝚜𝚞𝚜 𝙱𝚊𝚛  ୧𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊୨   𝐉𝐉𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora