𝙳𝚒𝚘𝚗𝚢𝚜𝚞𝚜 𝙱𝚊𝚛 ୧𝚝𝚎𝚛𝚖𝚒𝚗𝚊𝚍𝚊୨ 𝐉𝐉𝐊

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Perseo no tenía ánimos para entrar a su oficina.

El solo hecho de pensar siquiera que debía fingir no saber nada, o la simple idea, que tenía que besar sus labios, le repugna de gran manera.

Le azareaba apenas la imagen, se le cruzaba por su cabeza, no quería, no lo necesitaba, no era de su agrado.

Pero de vez en cuando hay que hacer ciertos sacrificios, y esté debía valer la pena.

Tomo aire profundamente, deseando que en realidad la que estuviera del otro lado fuera Hye y no IU, abrió la puerta y entró.

Era la misma, personas más no la misma aura, más no el mismo aroma, más no las mismas facciones. Tenía frente a él una copia barata de su Venus.

El olor era nauseabundo, aún más cuando ella se acercó directo a su boca para besarlo con aquella sonrisa, no le fallaría de esa manera ni en ninguna.

Esquivo con astucia sus labios y le abrazo con fuerza, esperando no ponerla a la defensiva.

- No sabes cuánto te extrañé -murmuró sobre su cabeza y beso su frente, con cariño pero recelo.

- Y yo a ti Oppa.

- ¿Oppa?... Jamás me habías llamado así -dijo viendo sus señales, noto aquel nerviosismo

- Si no quieres que lo haga, ya no lo hago.

- Está bien, dime como quieras, Hye.

- ¿Cómo te fue? ...

- Excelente, cerré el trato con el socio y vine lo antes posible.

- Eso es magnífico. -ella sonrió con ternura- Siempre soñé con tenerte así Jungkookie.

- Vaya, otra cosa que jamás me has dicho.

- Acostúmbrate, desde ahora te diré muchas cosas que nunca te he dicho.

- Te invitó a comer -miro su cuello - ¿Y el collar que te di? -IU llevo su mano a su pecho.

- Creo que lo deje en casa - respondió con más nervios.

- Se supone que nunca te lo quitarías, es nuestra alianza.

- Perdón, no... No recuerdo dónde lo deje.

- No importa, me basta con saber que estamos juntos -recalco la última palabra.

- ¿Me dejarás quedarme contigo?... Quiero dormir junto a ti -volvió a acercarse a sus labios.

Jeon en un movimiento rápido, la tomo de la cintura, girando su cuerpo, una vez más, evitó la cercanía.

- Vamos, iremos a comer, y luego... Veremos qué hacer.

Tomo su mano fría, no estaba esa calidez, él notaba la diferencia entre una y otra.

No había comparación.

Su Venus era mejor en muchos sentidos... En todo sentido.

La llevo a un lugar, para nada lujoso, para nada el estilo de IU, pero si la simpleza de Hye, la mueca de desagrado fue notoria en su rostro, pero apenas noto la mirada de Jeon sobre ella, cambió radicalmente, esa maldita bruja sabía disimular muy bien.

Su plan falló.

Quería que ella diera a conocer que no era quien todos pensaban, quería hacerla sentir tan incómoda que gritara no ser la hija de Afrodita, pero no, la muy perra, quería llegar a cumplir su plan y ser la ama y señora de Perseo.

- Mañana iré a Olimpo - dijo mientras caminaban por la calle.

- A... ¿Olimpo?

- Sí, es lo que hablamos antes, ¿Recuerdas?... Te conté que apenas volvería iría con mi padre para hablarle de ti, hacer que acepte nuestra unión.

- Lo recuerdo perfectamente... Solo que no creí que sería tan pronto -se detuvo frente a él- ¿Me quedo contigo? ... Podemos recuperar el tiempo perdido -acaricio su tórax con picardía.

Jeon no la dejaría, tomo de su muñeca con brusquedad, ella plantó la vista en él.

- Eso no podrá ser, Hye... Tú misma dijiste que no volveríamos a estar juntos hasta después de casarnos - los ojos de ella se llenaron de ira.

- Debe ser una estupidez, Jungkook... -reclamo- Olvida lo que dije, quiero, necesito de ti... Ya te probé y no quiero dejar de hacerlo.

- Ya sé, Bonita, pero... Hicimos un acuerdo... Si quieres estar conmigo, debes usar tus poderes. ¿Lo harás?

Ecos retrocedió dos pasos, podría hacerlo, podría utilizar sus poderes, pero no de la misma manera que Hye lo hacía, además, para hacerlo tendría que ponerse en exposición, tendría que decir esa maldita frase que la expondría y todo el plan con Zeus, se iría al carajo.

- No, si me coges, tendrá que ser sin poderes.

- ¿Coger?... Yo solo cojo con zorras, Amor, a ti... A ti yo te hago el amor

La mujer empuñó sus manos molesta, a ella jamás la trato de esa manera, mucho menos con cariño, con esos apodos tierno, mucho, mucho menos hacerle el amor.

Las veces que estuvo con ella ni besos había, simplemente sentía el calor de su cuerpo, le quitaba la ropa y la penetraba como si no hubiera un mañana, lo que no le molestaba, estar en esa intimidad era perfecta.

Pero ahora que conocía la faceta romántica con Hye, quería también tenerlo, si debía esperar hasta el matrimonio, lo haría.

- Entonces esperaré -llevó su mano a la prominente quijada sensual- Yo te amo, Oppa. Y esperaré lo que sea necesario.

Jungkook sonrió, quería tomarla del cuello y ahogarla hasta que su verdadero rostro apareciera, quería matarla, o aún mejor, mostrarle la cabeza de Medusa y todo su cuerpo se convirtiera en piedra, so para que sintiera la desesperación de salir corriendo como él lo estaba sintiendo en ese momento.

- En ese caso, Amor... Te llevaré a tu casa.

- No... A mi casa no -miro en una dirección- me iré en taxi, el viaje fue largo, y debes estar agotado, no te preocupes por mí -dio apenas un paso cuando sintió su mano envolver su muñeca.

- Claro que no, Hye, sabes que para mí no hay cansancio cuando se trata de ti, vamos al auto, te llevaré a tu casa.

Y la jalo por la calle camino a su carro, juraba que si se quedaba un minuto más con ella le importaría poco y le diría la verdad, le gritara que él sabía todo, y le diría que solo es una copia barata de su Venus.

La subió al auto, para nada delicado y cerró con fuerza, manejo con apuro y brusquedad, en las frenadas lo hacía de golpe, pero le sonreía, intentando calamar los nervios, ya no la quería a su lado.

Apenas llegó, ella se bajó del auto nerviosa, estaba segura de que Jungkook la descubrió.

- Oppa...

- Buenas noches, Amor... Nos vemos en dos días, y cuando vuelva, planearemos la boda.

- Jungkook

- Lamento lo que sucedió en el carro, no me pone de buen humor ir con mi padre... No tenemos la mejor relación, no te preocupes, no es nada contra ti -tomo su rostro con ambas manos y se acercó con lentitud, ella cerro sus ojos, en ese momento Jeon cambio su semblante, con solo un movimiento podría quebrar su cuello.

En su lugar, bajo la cabeza y beso con lentitud su frente, se alejó a punto de vomitar.

- Me iré, debo descansar un poco.

- S... sí, Ve, luego entraré, Te amo -grito cuando lo vio alejarse, él solo le dio una fingida sonrisa y subió a su deportivo azul oscuro para acelerar y largarse con rapidez de ahí.

Apenas lo perdió, ella buscó un taxi y se fue a su departamento.

Para ella... Todo ese día fue perfecto y ninguno noto el cambio.

Con un corazón rebosante de alegría se recostó en su cama para descansar.