¿Un error?

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Josh: ¡Por favor se lo suplico! ¡Suélteme! Fue un error... No debí hacer eso... Lo siento. –Cada vez empiezo a llorar más.-

Chuck: ¿Por qué lo hiciste Josh? –Me suelta del brazo.-

Estaba avergonzado, no podía mirarlo a los ojos, corrí lo más lejos que pude con lágrimas en los ojos, sin saberlo paso por el parque y Marcos me ve corriendo, al principio no me persigue pero luego comienza a hacerlo, me conoce bastante bien de que iría a un sitio cuando estoy deprimido, mientras tanto yo sigo corriendo hasta llegar a un pequeño lago a las afueras de la ciudad, me siento cerca de la orilla ver como los pájaros volaban, solo podía pensar en cómo fue que logre besarlo, fue por puro instinto, no fue de la mejor forma, de seguro me odiara por eso, lo tendría que ver en la escuela, no sé qué pensar.

Marcos: Es un bello paisaje ¿no es así? El lago y el atardecer... siempre vienes aquí cuando estás muy triste... ¿qué pasa grandote? –Comienza a apoyarse en mi espalda.-

Josh: Fastidie todo... soy un inútil... solo soy un tonto. –Sigo soltando lágrimas.-

Marcos: ¿Te dijo algo el profesor Chuck? Si fue así yo...

Josh: Él no hizo nada... fui yo... lo bese... estuvo mal. –Lloro aún más.-

Marcos evito hacer uno de sus chistes, claramente el veía que estaba muy avergonzado y triste, solamente me abrazo.

Marcos: Y grandote, no estés triste, no sé cómo estuvo el asunto pero tienes que superarlo. –Me mira preocupado.-

Josh: ¿Cómo? ¿Ahora como podré verlo a la cara? Pensara que soy un chico tonto que se enamoró de su maestro y obviamente no corresponderá porque es un adulto con familia, lo peor tendré que verlo en sus clases, no sé qué hacer. –Sigo soltando lágrimas.-

Marcos: No eres un tonto Josh, mira esta noche puedes quedarte en mi casa, no necesitas volver a tu casa en ese estado, al menos déjame cuidarte un poco y ya veremos qué podemos hacer al respecto. –Me abraza fuertemente.-

Acepto ir a la casa de Marcos la cual es de tres pisos, sus padres casi siempre están de viaje de negocios, los he conocido, son muy buenas personas y quieren mucho a su hijo, ellos saben que Marcos es gay, el mismo se los dijo y lo aceptaron de inmediato, no recuerdo haber tenido una familia así, tan unida, mi hermana siempre me vio como un estorbo desde que mi mamá murió y con lo de su divorcio se volvió peor, lo único bueno es que casi no la veo en la casa, Marcos se pone a preparar una sopa de pollo para mí en su cocina.

Marcos: No quiero excusas de que no tienes apetito, estas muy mal y al menos tienes que comer esto. –Va hacia mí con el plato de sopa de pollo.-

Josh: Gracias... no te hubieras molestado. –Acepto el plato y empiezo a soplar la sopa.-

Marcos: Sabes que no es molestia, tu harías lo mismo por mí. –Me sonríe gentilmente.-

Josh: ¿Cómo fue que nos hicimos amigos? Es decir... mírate tú eres más sociable con los demás a pesar de tener gustos similares en videojuegos y esas cosas que nos gustan y bueno pues yo... soy un desastre emocional. –Bebo un poco de sopa.-

Marcos: Porque eres honesto en cómo te sientes, no te fijas en las apariencias de los demás, mientras los demás buscan como destacar por medio de su apariencia tu solo buscas que las personas sean honestas, ninguno de ellos tiene lo que tú y es lo que me agrada de ti. –Pone una mano encima de mi hombro para darme apoyo.-

Josh: No se... que decir. –Pongo la sopa en la mesa y abrazo a Marcos.-

Marcos: Con eso basta grandote.

Marcos dijo que podía bañarme en su casa, no era la primera vez que me quedo en su casa por lo que tenía ropa para dormir que me quedara, casi siempre cuando me quedaba en su casa era jugando videojuegos aunque nuestras colecciones fueran distintas, mi colección casi eran puros RPG y Survival Horror, mientras que los de él eran juegos de fantasia, animados... a pesar de todo tenía su lado infantil y eso me agrada de él.

Salgo de bañarme pero no tenía antojos de jugar videojuegos, aún estaba algo triste, así que le digo a Marcos que mejor vayamos a dormir, Marcos preparo la cama extra para mí y ya estando lista me acosté a dormir.

Marcos: (Ay grandote que hare contigo, estas conociendo el amor, te estas adelantando mucho más que yo, más bien el que debería sentir envidia soy yo, pero me alegro por ti, solo no te pongas triste por eso, aquí estoy yo para apoyarte y protegerte pase lo que pase.) –Me observa dormir profundamente y luego él se pone a dormir en su cama.-

A la mañana siguiente me despierto, Marcos ya estaba despierto preparándose para ir a la escuela.

Marcos: No esperaba que despertaras... escucha... si no quieres ir a la escuela no tienes porqué ir, inventaré una excusa por ti ante los profesores. –Me mira seriamente.-

Josh: Esta bien... pueda que sienta vergüenza pero no puedo evitar el problema de ese modo, eso afectaría en mis clases y eso no se vería bien para mí. –Miro un poco cabizbajo.-

Marcos: ¿Aún quieres irte de aquí a como dé lugar no es así? –Me mira un tanto triste.-

Josh: Sabes que ese sería mi modo de estar en paz conmigo mismo, no tengo muchas o más bien no tengo nada que me ate aquí... excepto tu pero sé que también harás tu vida propia cuando sea el momento.–Lo abrazo fuertemente.-

Marcos: Bueno pero si aún piensas en ir a la escuela... ¿que pasara con el profesor Chuck? ¿Estarás bien? –Me mira preocupado.-

Josh: Solo no hablaré con el... será lo mejor. –Volteo a otro lado.-

Marcos: Tranquilo grandote, todo estará bien. –Me abraza por la espalda.-

Y así sale Marcos de su habitación para que yo pueda cambiarme, después salgo y prepara unos huevos con tocino.

Marcos: Espero que te gusten grandote, serviré porción extra para ti. –Sonríe y empieza a servir en un plato.-

Josh: No hace falta... bueno... aunque si se ve muy rico. –El aroma de la comida me llega y no puedo resistirlo, babeo un poco.-

Y así desayunamos y nos fuimos para la escuela, en la entrada veo al profesor Chuck, no me dirige la palabra, era obvio que esa sería su reacción pero fui yo quien decidió venir a la escuela, Marcos pone su mano en mi espalda en señal de apoyo, le agradezco que este conmigo, así comenzamos otro día de clases.

Vida de OsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora