La siguiente sesión, se había calmado, había explicado la situación con más detalle y mostró las pocas palabras que escribió. La psicóloga dijo que nada era rápido, que todo conllevaba un proceso, dijo que debería verlo como una oportunidad, un cierre de ciclo, que él fuera construyendo su vida poco a poco y cada emoción sería una nueva base, que cualquier piedra arrojada con forma de obstáculo serviría para hacer un nuevo camino o un nuevo refugio, lo que él quisiera, que incluso si sentía que no era tan rápido, no importaba, porque era suyo y debía darse un tiempo para ser él.
- ¿Entonces te arrepientes? – Pregunta para la cuarta sesión y Jiang Cheng lo piensa, porque hubo momentos en que lo hizo, en que deseo nunca pasar por eso, pero ahora incluso aquella herida parecía benéfica pues no fue su culpa.
-No, yo no hice nada malo – Explica y su cabeza quiere reclamarle, porque él fue el problema, pero hay otra voz más sabía que niega – Pero a veces hubiera deseado un cierre, tal vez una mejor despedida – Habla y la mujer pone una expresión neutra.
-No necesitas eso, él te falto al respeto al no pensar en tus sentimientos, él dio ese cierre – Explica - En el momento en que tus lagrimas cayeron por primera vez por algo que él sabía que te lastimaba fue el primer momento en que debiste irte, él era consciente de que te hacia daño, basta con ver una lagrima en ti y, aun así, nunca evito que las derramaras, no hay justificación. A veces lastimamos sin culpa, pero este no es el caso, él sabía lo que te hacía, así que no busques una despedida o una explicación porque él ya te la dio.
Jiang Cheng ya no tenía, ni quería buscar una forma de justificar a Lan WangJi, estaba claro que era un hombre egoísta que se aprovechó de su ingenuo corazón que buscaba amor de forma desenfrenada, pero ahora veía mejor las cosas. Tal vez lo quiso, ¿Quién podría saberlo? Pero lo cierto es que siempre hallo una nueva forma de lastimarlo, por eso cargaba ahora con tanto y quería dejar todo atrás, tal vez no lo lograría, pero no perdía nada intentándolo.
Su cuerpo era más liviano para la sexta cita y sentía que había pasos que podía dar, ciertamente su destino siempre estaría para recordarle que aún no podía.
-Fengmian, no puedo seguir escuchándote – Jiang Cheng conocía esa voz, justo cuando salió del consultorio, su madre siempre llamo la atención, por su belleza, por su temperamento, en ese momento la llamo por la ausencia del mismo, lucia tan apagada que incluso no parecía ella.
-A yuan, por favor – Su padre siempre era apacible y ahora lucia desesperado, suplicante mientras sostenía la mano de la madame.
-Yo, lo siento – Yu Ziyuan suelta la mano de Jiang Fengmian mientras a pasos rápidos se aleja, Jiang Fengmian no la persigue, sabe que no tiene el derecho de hacerlo.
Tal vez Jiang Cheng puede llegar a arrepentirse, tal vez no debió dar ese paso, pero aun así lo hizo y pronuncio esa extraña palabra - ¿Padre? – Pregunta y de inmediato Jiang Fengmian se giró de una forma demasiado brusca.
- ¿A Cheng? – Pregunta y Jiang Cheng asiente como si confirmaran que de hecho salieron de lugares parecidos, dos consultorios perpendiculares -Esto... ¿Estas bien? – Jiang Cheng mira de soslayo el letrero del consultorio que salió su padre terapia para parejas -No es lo que piensas- Explica
- ¿No? – Pregunta porque Jiang Cheng de verdad esta confundido.
-No nos vamos a divorciar – Habla, pero luego parece que algo gris se posa en los ojos azules – Bueno, no sé, ya no sé qué pasara, no quería que te enteraras, lo siento – Habla y la voz parece que se corta y Jiang Cheng imagina que tal vez su padre también dejo salir su alma en aquel consultorio.
-Lo entiendo, no soy un niño, puedo entenderlo – Habla, aunque de cierto modo hay una fibra tocada - ¿Por qué no querías que me enterara? – Su voz esta apaciguada y piensa en que no está molesto, solo se siente solo y a veces llegaban a ser sentimientos similares - ¿Es mi culpa? – Sus palabras salieron forzadas porque no quería preguntar, porque no quería saberlo, nunca debía preguntar, solo conformarse, las respuestas dolían.
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Alguien
FanfictionJiang Cheng creyo haber conocido el amor, era joven, claro, solo tenia quince años, pero en su defensa Lan WangJi lucia como un principe que seria incapaz de lastimarlo, sin embargo los villanos a veces tambien parecian angeles. Jiang Cheng comprend...