Alguien

Capítulo XVII: Tu felicidad

- A Cheng ¿es eso lo que piensas? - Hay un tono incrédulo y Jiang Cheng se queda pasmado - ¿No crees en lo que siento por ti?

- No - Su voz se corta y la arcilla en sus manos cae – No soy esa clase de persona – Explica y piensa en WangJi, piensa en cada vez que se dio cuenta que no importa lo que hiciera no merecía el amor de este. – No puedes sentir amor por mi – Lan Huan luce tan sorprendido que Jiang Cheng muerde su labio - Porque yo no merezco amor - Finalmente toda sede y duele como una vieja herida que nunca cicatrizo bien - No lo merecía de mi padre, no de mi madre, y definitivamente no de mis hermanos ¿Por qué? ¿Por qué alguien como tú me amaría? – Pregunta y la voz casi se quiebra.

- ¿Como yo? – Pregunta como si Lan Huan no supiera lo amble, atractivo e inteligente que es.

- ¿No lo ves? – Devuelve la pregunta y Jiang Cheng se pregunta cómo es que Lan Huan no ve lo mismo que él - No soy lo suficiente atractivo, mi cuerpo tampoco es llamativo, no soy inteligente, tampoco astuto, soy perezoso y un maldito adicto a la nicotina que no puede lidiar con sus problemas y en cambio tú, tú no puedes ser más opuesto a mi – Sentencia.

- ¿Todo este tiempo has pensado eso? – Jiang Cheng asiente – Ya veo, yo estaba equivocado, no hay un lugar para mi ¿no? Y aun así estoy insistiendo.

-A Huan esto...

- Se que en realidad no parece que sea importante porque al parecer tú lo tienes claro, pero si de algo sirve, yo quiero a ese chico – Asegura - Quiero a ese que se esfuerza y da lo mejor para hacer un proyecto, quiero al que es capaz de levantarse en plena madrugada solo para buscar a su amigo porque pidió su ayuda, quiero a ese chico que no le importa enfrentar a un hombre que lo dobla en tamaño solo para proteger a ese amigo – Sonríe y la caricia en la mejilla de Jiang Cheng es un indicativo de que Lan Huan está muy cerca - Quiero al chico que impone el té instantáneo en su apartamento, quiero al chico que trata de cubrir su aliento bajo mentas saborizadas, quiero al chico que tiene una maravillosa puntería y que no retrocederá ante un reto, yo quiero a ese chico, ¿Como es que no lo ves? – Pregunta acariciando los pómulos de Jiang Cheng mientras entrega una sonrisa.

- Yo... - El ladrido de un perro lo intercepta y Jiang Cheng ve a Nie MingJue con nubecita, lo que explica porque entraron en su apartamento ya que el mayor tiene llaves y agradece, porque no sabe que decir.

-Debe tener sed, ahora vuelvo – Lan Huan indica y se retira en dirección al cachorro y al hombre más alto que salen al patio, mientras Jiang Cheng inicia a temblar.

-Calma, los dos deben hablar con calma – Comenta Nie Huaisang y Jiang Cheng solo entonces recuerda que su amigo escucho su dosis de autodesprecio – Si sabes que er ge es el hombre más comprensivo del mundo ¿no?

-Es que... es eso, no quiero aprovecharme de eso – Jiang Cheng niega, mientras Nie Huaisang solo suspira en silencio hasta que Lan Huan vuelve a aparecer.

-Hoy era la cita de nubecita con el veterinario – Explica mientras enrolla un collar en tono violeta – Creo que lo olvidaste – Sentencia y hay una sonrisa tenue.

-Lo siento – Se disculpa y como odia hacer eso, una disculpa no arregla las cosas – Tienes razón, lo olvide – Porque Jiang Cheng no ha tenido nada productivo en su cabeza.

-Lo deduje un poco por tu vestimenta – Lan Huan señala el pijama de Jiang Cheng, está consta solo de una camiseta con un pequeño perro en el pecho y un pantalón violeta relleno de caritas de cachorros y por supuesto las babuchas – Supongo que podemos dejarlo para después – Dedica una sonrisa.

-Mm er ge – Huaisang grita de fondo – De hecho, es mi culpa, le pedí A Cheng que me ayude con unos botones, aun me faltan muchos – Explica y Jiang Cheng mira a su amigo, es una mentira, en parte.