Extra III: Cobarde I

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- ¿De verdad piensas que golpearte arreglara algo? – Lan WangJi da un paso hacia atrás, es retorcido como se sonríe a si mismo cuando es presa del pánico, sus manos se congelan como sus pies. Es incapaz de hablar o de mover un musculo a su voluntad, en cambio las lágrimas fluyen como si fuera la única respuesta que conoce.

- ¿Estás bien Lan Zhan? Oí un ruido fuerte – La voz de Wei Ying se escucha al tiempo que sus latidos hacen eco en sus oídos, respira mirando el espejo, quiere responder, pero cuesta, la respiración es más rápida - ¿Lan Zhan? – Finalmente mueve su mano a su pecho, ahora si puede ver el reflejo del pánico y su corazón que sigue igual de descarrilado.

-Si, solo tropecé – Lan Zhan se acerca y toca su frente cubierta de sangre.

-De acuerdo- Wei Ying habla y Lan WangJi traza la sangre que se ha deslizado, ¿Por qué está haciendo eso? ¿Cómo se supone que lastimo su propio cuerpo? ¿En qué está pensando?

-No estás pensando – Lan WangJi siente la presión de nuevo y ver su reflejo descompuesto lo hace girar, abre la llave y limpia su rostro con algo de brusquedad, haciendo que sus ojos desenfoque y aparece un espectro de luces brillante.

- ¿Por qué no hablas cuando hay alguien? – Pregunta como si fuera a ser respondido.

- ¿Quieres que todo el mundo sepa que enloqueciste? No lo imagine – Dice y la sonrisa es siniestra, Lan WangJi de nuevo se encuentra pensando en que no sonríe y ahora entiende porque, realmente es aterrador.

-No estoy loco – Afirma y sonríe involuntariamente.

- ¿Seguro? Las cosas que haces no son de una persona cuerda – Lan WangJi vuelve a lavar su rostro y lo seca, abre la puerta, no quiere escucharse y hay una forma de hacerlo.

-Wei Ying - Mueve al joven y este trata de centrar la imagen.

-Lan Zhan, duerme – Pide sobando sus parpados, volviéndose a recostar.

-No está interesado en lo que te pase, deja al pobre chico dormir – Lan WangJi gira más por inercia que por lógica, sabe que es su misma voz.

-Cállate – Pide y toma el rostro de Wei Ying – Despierta – pide y Wei Ying abre sus ojos solo un poco.

-Lan Zhan, estoy cansado, si quieres otra ronda será después – Cierra los ojos y Lan WangJi aprieta sus dientes.

-Te lo dije, no le interesas – Lan WangJi se pone en pie, quiere callarse, es cuando choca contra un morral que está seguro no es suyo, debe ser de Wei Ying, así que lo alza, pero hay un sonido de vidrio familiar. - ¿Enserio? ¿Te embriagaras?

Su voz es molesta, ahora lo sabe, hay una botella de la sonrisa del emperador, es el vino favorito de Wei Ying, es el vino que WanYin también había tomado a su lado. No lo piensa o tal vez su cerebro no quiere hacerlo cuando vacía toda la botella en su garganta, es dulce, seco y tiene una parte amarga, en cuanto baja la botella es cuestión de segundos que su cabeza diera vueltas con su apartamento, aún está consciente, pero eso basta para lograr recostarse al lado de Wei Ying y dormir.

Lan WangJi no sabe que rumbo tomo su vida y en qué momento perdió el control de su cuerpo, cada noche se embriaga para lograr conciliar el sueño y por supuesto que su propia voz se callara, sin embargo, cada vez necesita más alcohol, ahora su resistencia va por cerca de tres botellas.

- ¿Sabes? Hay algo que te saldría más barato – Lan WangJi mira al barman, sigue sin recordar su nombre, aunque ya a estas alturas la mitad de su vida es un borrón.

- ¿Cómo qué? – pregunta y el joven extiende un sobre, Lan WangJi reconoce ese sobre porque tiene el nombre de laboratorios Lan en él.

- Es un sedante – Explica – Si tomas la cantidad adecuada funciona como somnífero – Lan WangJi lo mira fijamente – Lo partes y tienes la mitad de concentración.

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