MISS H, (riverdale) [#1]

chapter twenty-four

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Hera terminó de cambiarse para luego maquillarse ligeramente, máscara de pestañas y lápiz labial rosa, su madre la llamó diciéndole que debía darse prisa.

Cuando bajó su madre le sonrió y ambas caminaron hacia afuera con la intención de ir hacia el auto. Un mensaje de Jughead le llegó haciéndola reír ligeramente.

Jughead 👁️

¿Te falta mucho, mujer? ✅

Estoy apunto de morir del aburrimiento ✅

No exageres. En cinco minutos llego

Apresúrate ✅

Su madre colocó música haciendo que suelte un quejido de disgusto, siempre escuchaban las mismas canciones de la época de su madre y si fuese por Hera, rompería los parlantes con tal de no oír aquello nunca más.

Divisaron el Pembrooke por lo que la menor sonrió pensando en que había salvado sus oídos de aquella música aburrida y antigua. Al bajar del auto se aferró más a su abrigo, había un aire que le ponía los pelos de punta.

Alice entró por la puerta y detrás de ella venía Hera revisando algunas notificaciones en su celular así que por no mirar hacia el frente chocó contra la espalda de su madre, quién giró a verla con su ceño fruncido.

— Lo siento. — murmuró esta y Alice rió ligeramente antes de poner la vista en su hija mayor, Hera hizo lo mismo dándose cuenta de que aquel color que Polly estaba utilizando le quedaba precioso.

— Polly, mira, mama y Hera están aquí.  — la voz de Betty no tardó en llegar a sus oídos, Hera aún seguía algo molesta con aquellas dos pero por ser solo un día especial iba a dejar de lado todo aquello. La mayor hizo una media sonrisa y la del medio tomó el obsequio que Alice llevaba en su mano.

— Me alegra que estés aquí y que estés a salvo.

— Uy, comida. — habló Hera para ir hasta donde estaban los pequeños aperitivos, Jughead al verla caminó apresurado y la tomó de la cintura haciéndola reír ya que allí le daban cosquillas. — Hola guapo ¿Qué haces tú por estos lados?

— No podía dejarte con estas personas. — ambos rieron mientras giraban a ver la mesa de aperitivos pero nada le llamaba la atención a aquellos dos. — ¿Tú también estás deseando una hamburguesa de Pop's?

— Dios, sí. Pero hasta que consigamos salir de aquí vamos a tener que conformarnos con esto.

— ¡Ya llegamos!. — Cheryl entró con un gran coche de bebé negro, Hera soltó una risa al ver su gran entrada y Jughead negó ante ello. — No es la gran cosa. Es sólo el mejor cochecito que existe. — Detrás de ella aparecieron su madre y abuela, quién traía bastantes regalos entre sus manos.