MISS H, (riverdale) [#1]

chapter twenty-five

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— Hera. — Jughead apareció detrás de Giselle quién tenía la mirada puesta en su mejor amiga, había oído cada palabra de su conversación con el pelirrojo. — Necesito que me acompañes a un lugar.

— Esta bien. — Hera se acercó a Giselle y la abrazó pero con la única intención de que el moreno no escuche lo que diría.

— Hablaremos mañana de esto, no le digas a nadie. — la de cabello enrulado asintió y Hera se alejó para caminar hasta donde se encontraba su mejor amigo, Betty estaba detrás de él.

— Con mi padre. — Hera mostró sorprendida y Betty negó intentando responderle de algún modo que Jughead no sabía sobre ello.

— ¿De que me perdí en la fiesta?

— De nada. — habló Betty por lo que Jughead la miró extrañado, sabía que estaba ocultándole algo a la menor y aquello le pareció de lo más raro.

Hera asintió y permaneció en silencio hasta que llegaron al tráiler donde estaba FP; sintió como su piel se erizaba al volver a ver aquel sitio tan conocido por ella. El moreno entró al lugar y detrás de él iba Betty. 

— Jughead. — la voz de FP hizo sonreír a Hera; entró detrás de ellos tres dándole una mirada fugaz al hombre.

— Papa, Betty Cooper. — hablo el y la misma saludo al hombre con un asentimiento de cabeza. — A Hera la conoces. Betty, el es mi papa.

— Hola, Sr. Jones. Gusto conocerlo. — dijo estrechando su mano, Hera evito reírse.

— Es bueno verlo de nuevo, Sr. Jones. — hablo Hera sonriendo a medias.

— Un placer conocerte Betty. — habló y dirigió su mirada hacia la menor. — Igualmente, Hera. Igualmente. — giró para poder acomodar algunas cosas que se encontraban sobre un sillón. — ¿Por que no se sientan?.

— Esto no es realmente una visita social. — le dijo Jughead y a Hera le sorprendió, no habían mencionado nada durante todo el viaje. 

— No, no esperaba que lo fuera después de que Archie y Hera se aparecieran en el bar.

— Si, a mi me obligaron. — murmuro Hera esperando que nadie la escuchara, Jughead la miro arqueando una ceja, ella se encogió de hombros.

— Calla, H. Harías cualquier cosa por Archie.

— Cierra la boca. — murmuro ella; los ojos de FP se clavaron en ella y aquello la hizo sentir que se encogía poco a poco.

— Admítelo.  — murmuró con diversión pero ella negó y él tras haber reído miró a su padre poniéndose nuevamente serio. — Sabemos que los Serpents tenían un negocio de drogas con Jason Blossom.

— ¿Que? ¿Dónde oyeron eso?

— La novia de Jason.

— Nuestra hermana. 

— El chico necesitaba algo de dinero. — dijo el tras haber soltado un suspiro por aquello pensando que nadie iba a saberlo. — ... para escapar. Nadie sospecharía que un chico como el vendería drogas así que nos ayudamos mutuamente. 

— Cielos, papa, ¿le dijiste a la policía?

— ¿Tu que crees?

— Bueno, ahora lo saben. Polly se los dijo. — FP se sorprendió por ello. — Así que si no han ido por allá, lo harán pronto.

— ¿Hablo con Jason personalmente?

— Mis muchachos le dieron la mercancía. Cuando no fue entregada, creímos que nos habían robado, hasta...

— Hasta que hallaron el cadáver de Jason en el río Sweetwater.

Un silencio lleno de suspenso se formó entre los cuatro, Jughead veía a su padre fijamente y él también lo hizo, levantando sus cejas. Hera veía a su mejor amigo, creyendo saber lo que estaba a punto de insinuar. 

— ¿Algo mas que quieran preguntar?

— ¿Tuviste algo que ver con la muerte de Jason Blossom?. — Hera soltó un suspiro bajando su cabeza para a los segundos levantarla y ver a FP viendo a su hijo con dolor, oírle decir aquello había sido duro.

— ¿De verdad piensas que pude hacerlo?

— Es como la Edad Media, papa. Ya no se que pensar

— No soy el padre perfecto, Jughead. No hay duda de eso, pero. — pauso un segundo negando con su cabeza. — ... no soy un asesino.

Hera quería quedarse a saber cómo estaba pero no pudo hacerlo, le dió una última mirada y éste también, sabía que aquel comentario lo había dejado devastado; hasta a ella le había dolido oírle decir eso, pensando que su propio padre podría ser el asesino. Aunque no fue mucha sorpresa, Betty había insinuado lo mismo con su padre.

Betty se detuvo a mitad de camino haciendo que estos dos hagan lo mismo.

— ¿Le crees?. — pregunto hacia Jughead

— Si. — respondió y miró a su pareja para luego ver a su mejor amiga. — ¿Y ustedes?

— Te creo a ti, Jughead. — habló tomándolo de las mejillas, Hera hizo una mueca de desagrado sobre todo cuando unieron sus labios.

— Que asco. — hablo en voz alta haciendo que se separen. — Si me han traído aquí para verlos tener sexo en el pasto, voy a colgarme de un árbol, lo juro.

— Si te mueres, moriré contigo. — habló Jughead riendo y separándose de su pareja, fue hasta Hera para abrazarla. — ¿Tú le crees, Hera? Lo haz conocido y visto varias veces, ¿crees que miente?

— Jug, dudo que tu padre sea capaz de hacer algo así. Sí, es un Serpent pero no por esa razón es un asesino. — el la miró con una sonrisa y besó su frente haciendo que suelte un quejido más. — Acabas de besar a mi hermana, qué asco.

— No seas exagerada, Sophia.

— Te odio, Jones. — el negó divertido y sintieron un flash que provenía de la cámara del celular de Betty. — ¿Qué haces, boba?

— Se ven adorables. — rió enseñándoles la foto, Hera hacia una mueca de desagrado y Jughead sonreía con diversión.

— Yo soy adorable. — dijo Hera girándose como diva y caminando al auto.

— Que diva. — exclamó Jughead subiendo al auto, antes de que Hera pudiera subir, Betty la había tomado del brazo.

— Sé que fui injusta contigo, Hera. Pero pasé lo mismo con Archie y no quiero que nada malo te pase.

— Hablemos de esto en casa, Betty. No quiero que él nos escuche. Por favor.

— Si, esta bien. Es mejor que nos vayamos.

Hera asintió subiéndose a la parte trasera del auto, observó su celular y entró a los mensaje de FP debatiéndose si enviarle algo o no. Podía oír a su hermana y a su mejor amigo conversar sobre algo que no parecía ser tan importante o al menos para ella.

Tecleó rápidamente un "estás bien?" y bloqueó su celular para dejarlo sobre sus piernas, miró a Jughead reír, una sonrisa apareció en su rostro. Él era la persona a la que, sin dudas, quería más que a nadie en el mundo; no podía herirlo de tal modo, quizás, era momento de decirle adiós a FP.