chapter thirty-one

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Hera abrió los ojos y una pequeña sonrisa apareció en su rostro sabiendo que ese dia era especial — al menos para ella lo era. —, Jughead cumplía años y eso significaba que la menor de las Cooper estaría de buen humor, siempre pasaba aquello.

El moreno se lamentaba porque ese día le desagradaba por completo y ella intentaba recordarle que era bueno tener vida. Jughead adoraba a su mejor amiga, sobre todo cuando intentaba darle alguna metáfora sobre lo valiosa que es la vida, y él terminaba diciéndole que se calle o de lo contrario no le compraría su batido favorito.

Se vistió de lo más rápido, un vestido suelto color beige con pequeñas flores lilas y rosas, una abertura en V que se expandía hasta su pecho y podía atarse alrededor de su cintura dejando un pequeño moño en la parte de adelante. Unas zapatillas blancas acompañaron aquella prenda, tomaría un desayuno rápido e iría a comprarle algo lindo a Jughead, después iría a almorzar con él y Archie para luego dejar que su hermana se robe a su mejor amigo, dejando atrás lo que creían podía ser algo parecido a una tradición.

Tomó una manzana roja tomándose tiempo suficiente para comer algo y luego partir a la escuela. Pasó por una tienda de pequeños objetos pero increíblemente lindos, allí se encontró a un dije de una serpiente de plata, pensó que sería un buen significado para él sabiendo que su padre era parte de aquel bando. Aunque quizás no le haría mucha gracia.

De todos modos, tomó el pequeño dije de plata y se lo llevó hacia el mostrador, donde también pudo encontrarse con un collar que llevaba la letra H, se lo iba a dar y él reiría por aquello diciéndole que era la persona más egocéntrica que conocía. Entonces después, le daría su verdadero regalo, aún así Jughead se enoje o intenté evadir el tema.

Pagó y salió de aquella tienda lo más rápido posible, debía ir a la práctica de las Vixens para poder prestar más atención a aquel deporte que tanto le parecía importar a su amiga pelirroja, Cheryl. Al entrar a la escuela las miradas fueron a ponerse en ella, quizás era por el vestido que llevaba puesto o por su increíble manera de lucir tan linda aún estando sin un solo rastro de maquillaje.

Se guio hasta los vestidores, donde tomó su vestimenta de práctica que consistía en un short azul marino con una franja blanca en sus costados y una blusa que llegaba por debajo de su ombligo, blanca y amarilla. Se ató su cabello en una coleta y se encaminó hacia donde era la práctica, la cuál había iniciado hacía unos minutos.

— Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho. — repitió Cheryl, haciendo que todas sigan el ritmo y copien sus movimientos o al menos intentarlo. Detuvo la práctica al ver que Verónica estaba adentrándose al gimnasio, bastante tarde. — Llegas tarde, Verónica. Ya revisamos la nueva coreografía para la bienvenida. Estarás atrás, donde harás el menor daño.

— Contigo al frente y al centro.

— Por supuesto. Tengo las mejores habilidades del equipo.

— ¿Eres una Blossom, y tenemos que aceptar lo que digas como un evangelio?

— Puedes retarme, Verónica. Pero vas a perder.

— Vivimos en una democracia, Cheryl. Qué las Vixens decidan quién es la cabeza de arriba.

— ¿Saben algo? Voy a ahorrarles ésta estupidez de enfrentarse para saber quién tiene el ego más alto. — dijo Hera dando un paso adelante quedando frente a ambas, les regaló una sonrisa y giró a ver a las chicas del equipo — ¿A quién prefieren, a Verónica, a Cheryl o... a mí?

Muchas de las River Vixens miraron a Hera con una sonrisa mientras que las otras dos competidoras veían a la menor con ganas de meterla bajo tierra. Pero si en algo no se había equivocado Verónica es que la corona de aquel equipo e instituto, se encontraba sobre Hera Cooper. Cheryl perdió aquel poder cuando su hermano falleció y la mayoría de esas chicas, no la soportaban con aquella personalidad tan extraña.

— A ti, sin dudas. — habló una de ellas y las demás contestaron con un sí rápidamente, Hera simplemente sonrió asintiendo para poner los ojos en Betty quién veía hacia la menor y a Verónica, sin saber por cuál votar aunque aquello estaba más que decidido

— Por mas que me incline por alguna, Hera ya gano, y ella estuvo aquí aprendiendo la rutina. — dijo intentando sonar amable pero aquello hizo que Hera arqueé una ceja, sabía que era extraño que su hermana se ponga a su favor — Lo siento, V.

Hera se alejó de aquellas y tras haberse despedido abandonó el gimnasio con las chicas del equipo siguiéndola. Se dirigió hasta el vestuario para poder tomar una ducha rápida y cambiarse para ir en busca de su mejor amigo.

Una vez estaba lista y sobre todo, perfumada, abandonó aquel vestuario para buscar a Jughead, él estaba junto a su casillero haciendo que una sonrisa se dibuje en su rostro y comenzó a acercarse a él para abrazarlo por la espalda dejando un beso en su mejilla.

— Feliz cumpleaños, lindo.

— Gracias, H. Se que soy tu persona favorita.

— ¿Iremos a almorzar?

— Sobre eso....

— Jughead, ¿vamos?. — la voz de Betty la hizo reír negando con su cabeza, los ojos grisáceos de su mejor amigo intentaban disculparse con ella de algún modo.

— Así que esto pasará, ¿ella es tú novia y dejamos todo lo que hacíamos atrás, como si no tuviera importancia?

— Hera...

— Esta bien, es tu cumpleaños. — sacó de su mochila el regalo que planeaba dárselo después de haber comido el postre en Pop's, pero como aquello no sería posible, se lo entregó. — Son dos, si tienes algún disgusto, sabes donde vivo.

Se alejó de ellos sintiéndose mal, no solamente porque estaban todos sus sentimientos a flor de piel, sino porque sentía que cada segundo que pasaba, perdía mucho más a su mejor amigo.

Archie le avisó a qué hora daría inicio la fiesta pero no tenía ánimos de estar en una, decidió ir hasta pop's. Para así encontrar a Chuck comiendo, lo ignoró pero aún así se sentó bastante cerca de donde estaba, Pop no tardó en traer su pedido favorito, lo dejó en la mesa y poco después desapareció para dejar que Hera se pierda en su mente.

¿Qué pasaría cuando Jughead sepa la verdad? Estaba preocupada y no podía dejar pasar todo aquello, la idea de no tenerlo nunca más a su lado empezaba a comerle el cerebro y además, jugaba en contra de sus emociones, estaba más sentimental, débil. Pero al mismo tiempo sentía que era capaz de hacer llorar a cualquiera que tuviera intención de hacerle el más mínimo daño. Incluso cuando sabía que ella iba a ser la persona que rompería su corazón en mil pedazos.

... Bien, eres de lo peor. Pero resulta que nuestras archienemigas Betty Cooper y Verónica Lodge, tendrán una pequeña fiesta en casa del tonto de Archie. ¿Quieres hacer equipo para una pequeña destrucción, Chuck?

Bueno, parecía que el destino quería que Hera fuera a la fiesta. Mucho más cuando sabía que aquellos dos intentarían hacer algo idiota para arruinar el día de Jughead.

No permitiría que nadie le joda, así que, Cheryl acababa de meterse con la persona equivocada, sin menciona que Chuck caería también.



MISS H, (riverdale) [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora