Parte 17

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Bridgette presiono los ojos cuando la luz del sol pego en su rostro. Tomo una almohada y la puso por encima de su cabeza, maldiciendo no haber cerrado las cortinas el día anterior.

Se sentó sobre la cama, cuando recordó en donde estaba... Y con quien. Ladeó la cabeza y observo al durmiente rubio sobre el sofá, el cual tenia una posición bastante incomoda.

Los pies de Bridgette tocaron el piso, y se acerco hasta el. Félix tenia los ojos cerrados, y las cejas fruncidas, aun así, detonaba gran belleza al dormir.

Su cabello rubio, y su nariz respingada le daban un toque seductor. Aunque Félix fuera un idiota, imbécil, bruto, un pendejo y una bestia. -Literalmente. -No se podía negar, que tambien era todo un Adonis. Su cabello estaba ligeramente alborotado, lo cual avisaba que se lo había revuelto el mismo, tal ves por la frustración.

A Bridgette le gustaba mucho su cabello, y su torso. Félix parecía que cuidaba muy bien su imagen. Bridgette tuvo la necesidad de acariciar el pecho del rubio, quería sentir su piel, su tacto... Quería probar de nuevo sus suaves y carnosos labios.... Pero algo la detuvo.

«Lo bello, no le quita lo desgraciado»

¿A cuantas chicas Félix había lastimado durante su corta vida de 200 años?

A muchas, de echo. Y Bridgette no quería ser una de ellas.

El le gustaba... No, el tenia algo que Bridgette estaba confundiendo como "enamoramiento". Entonces.... ¿Ella estaba enamorada de Félix? ¡Eso no era posible!

La pobre chica estaba confundida, pero todo era culpa de Félix. ¡Solo de el! Porque sin permiso, se había metido en sus pensamientos, y a la fuerza también quería meterse en su corazón. ¿Por que Bridgette debía amarlo? Nada la obligaba...

¡Oh, claro! Existía esa punzadita que le daba cuando mencionaban que Félix estuvo con otras chicas... ¿Eran celos? Bridgette nunca fue celosa. Ella era un pan de dios. -Según ella. -Y nunca se apego tanto a un chico, como lo estaba haciendo con Félix. También estaban esos sentimientos que sentía en su pecho cuando el rubio estaba cerca y los cuales aun no podía identificar.

La verdadera pregunta era... ¿Que es lo que realmente ella sentía por Félix?

- No debo mortificarme con eso... El no lo merece. -Susurro entre dientes, ignorando aquellas ganas de acariciarlo.

Bridgette entro al baño, y después de hacer sus necesidades, y cambiarse. -Poniéndose la misma ropa que trajo el día anterior, para no ponerse otro feo camisón. -Y salio a buscar algo de comida, su estomago rugía y exigía algún alimento.

Por suerte se grabo algo del camino que había recorrido la noche anterior cuando la trajeron a la habitación.

Ella camino.. Y... Se perdió.

Los pasillos la traían de nuevo al mismo lugar a donde comenzó. Su habitación.. ¿Eso era una señal?

«¡Ni soñarlo!»

No se sabe cuanto tiempo estuvo caminando en círculos, pero por fin logro encontrar la escalera, que la llevaría a la planta baja.

Bridgette hizo un bailecito por su victoria.

«Espero que nadie me vea haciendo esto»

En la planta baja tenia el mismo problema de hace rato. Muchas puertas y muchos pasillos.. ¡Donde estaba la bendita cocina! ¡Eso parecía un laberinto!

- Hug, disculpa... -Bridgette detuvo a una chica, la cual lo volvió a mirar como si Bridgette fuera un bicho raro. -De casualidad, ¿Sabes donde puedo encontrar la cocina?

The Alpha MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora