La luz comenzaba a entrar por sus grandes gemas azules, sus pupilas se sentían molestas, se sentó con fastidio, bostezó tratando de estirarse, hasta que reaccionó, observó sus pequeñas manos, no era una pesadilla, todo había sido real, lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, las limpió con sus ropas enormes, se levantó y dobló la manta y el futón, se colocó las grandes botas que mantenía aún, todo le quedaba enorme, pero era lo único que traía, había guardado sus credenciales y capa en el sello para recordar, para tener conciencia de lo que causó su inocencia y el creer ciegamente en la gente, un recordatorio de su estupidez.
Levantó el futón y la manta, las colocó sobre las cajas del almacén, esperó a que Ayame y Teuchi fueran por él, su mirada se veía perdida en la nada, ¿ya se habrían dado cuenta de mi ausencia?, ¿me estarán buscando o festejando su pérdida?, su mirada perdida se entristeció, podía recordar el día de su ascensión a Hokage, todos lo alababan y ovacionaban, limpió una lágrima que escapó de sus azules, golpeó levemente su rostro para despertar -¿pequeño? -el rubio reaccionó, sonrió ligeramente -ya estoy listo, gracias -la chica sonrió -ayer no te dije mi nombre, me llamo Ayame y mi papá Teuchi -el pequeño sonrió suavemente.
-Teuchi-jiiii -Naruto giró su rostro al grito, era su misma voz -ese Menma siempre gritando, dame un minuto -el pelirrojo asintió -¿qué sucede Menma? -el rubio sonrió, ¿por qué no han abierto?, tengo hambre ttebayo -el pequeño pelirrojo se asomó para observar, era su otro yo, sonrió al ver que podía mantener aunque sea su nombre, su muletilla era caso perdido, tenía que ser cauteloso, usaba el mismo traje naranja brilloso que el sandaime le había dado, enviado por su Ero-sennin, esos círculos de gente por el momento no estaban a su alcance -¿Kurama?, ¿soy pelirrojo? -el zorro sonrió -así es cachorro, creo que podrías mantener tu apellido, tal vez la tomate quiera mantenerte cerca -
El pequeño bajó el rostro analizando, quería su apellido, tenía que mostrar algo de su chakra -no son mis padres Kurama, no quiero estar cerca de ellos e ilusionarme, por el momento guardaré mi distancia hasta que asimile mi vida, supongo estaré en el orfanato un tiempo ¿qué edad tengo? -el zorro analizó su cuerpo -te ves de seis años, pero estoy seguro que tienes siete, ya deberías estar en la academia, asegúrate de causar bastante lástima para que te acepten, dejaré fluir un poco de tu chakra Uzumaki, con el sello se distorsionará, no se enterarán -el ahora pelirrojo sonrió un poco ante la desvergüenza de su amigo al burlarse de su situación y la ayuda que le ofrecía.
-Vamos pequeño, ¿cómo te llamas? -el pelirrojo levantó el rostro -Naruto -la chica sonrió un poco -vamos pastel de pescado, tenemos poco tiempo, papá ya está afuera -el pequeño la vio con indignación haciéndola reír por su lindo puchero -eres demasiado lindo para este mundo, corramos-
….
Los Ichirakus esperaban en las sillas fuera de la oficina Hokage con el pequeño. Naruto estaba nervioso, secaba el sudor de sus manitas en su ropa, tenía miedo a ser descubierto, a ser encerrado, a sufrir peor que antes, tenía miedo a ser rechazado por la aldea nuevamente, tenía miedo al padre de Menma porque este no era su padre, era simplemente el Hokage, nada de él, en este mundo Minato Namikaze y Kushina Uzumaki no eran nada suyo -te ayudaré con tus recuerdos si es necesario cachorro, tranquilízate -el rubio más tranquilo se sentó en la silla, sus manitas se cruzaron sobre sus piernas, jugaba levemente con sus pulgares.
La puerta de la oficina se abrió dejando ver a una hermosa pelirroja, se sonrojó bastante, era su madre, no, no era su madre, mordió sus labios reprimiendo el deseo de llorar y abrazarla, ella no era su madre, simplemente alguien que se parecía -Teuchi-ji, pasen, Mina los espera -ambos Ichirakus sonrieron, el mayor tomó al pequeño de la mano, se introdujeron a la oficina, cuando el pelirrojo vio a Minato en esa silla que alguna vez fue suya, sus ojos se llenaron de lágrimas, con esfuerzo las retenía, quería llorar, quería abrazarlos y decirles la verdad, pero lo tomarían de loco y lo encerrarían como sospechoso, sino es que en un manicomio.
Minato observaba al pequeño con cuidado, le recordaba a Menma, pero sin las marquitas y pelirrojo -Teuchi-san, Ayame-chan, ¿qué sucede?, ¿quién es el pequeño? -el Ichiraku habló -ayer llegó con hambre al puesto, dijo que viajaba con su abuelo, pero los asaltaron y lo asesinaron, llegó a la aldea y se escabulló, simplemente queremos ayudarlo -el Uzumaki no aguanto más, lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, levantó su brazo cubriéndose, odiaba la lástima y estaba teniendo que recurrir a ella.
Minato lo vio suspirar y llorar tratando de contenerse, se veía bastante avergonzado -pequeño -el pelirrojo levantó sus vista, sus grandes ojos azules no mentían, había lágrimas en ellos y una tristeza infinita, se sintió mal por él -¿cómo te llamas pequeño? -Na... Naruto -el rubio lo analizaba con cuidado, le llamaba la atención su cabello -¿tu apellido? -sus azules mostraron terror, susurró, no sabía si se metería en problemas, pero quería su apellido -Uzumaki -Kushina y Minato lo escucharon perfectamente, sus ojos se abrieron con sorpresa, analizaron su chakra, era verdad, un Uzumaki, Kushina lo vio con un gran brillo de emoción -¿tus padres? -el pequeño negó, habló con vergüenza moviendo sus piecitos, pensando qué más ponerle a su historia -nunca los conocí, sólo éramos mi abuelo y yo, dijo que teníamos que llegar a Konoha para estar seguros, se sentía débil y cansado, estaba enfermo -el pequeño veía el suelo con miedo, ese no era fingido, apretó la mano de Teuchi, el mayor sonrió con cariño, le respondió tomando su manita con firmeza. Minato buscaba signos de mentira, pero había terror en sus ojos, una gran tristeza y visiblemente no confiaba en nadie, el pequeño seguía en shock a su forma de ver, debió huir del lugar asustado después de que mataron a su abuelo.
-Por protocolo debemos llevarte a interrogación, ¿tienes problema? -el pequeño negó un poco -¿me dolerá? -el Hokage sonrió -no te preocupes, lo haremos ahora mismo, no te dolerá, sólo vagaran un poco por tu mente, Kushina, por favor llama a Inoto, será rápido -la pelirroja sonrió, asintió con emoción, salió corriendo por el jounin, era un Yamanaka de baja monta según recordaba Naruto de su otra vida "¿kurama?" el zorro sonrió "no te preocupes, lo tengo cubierto"
El Uzumaki veía al Hokage con duda, sabía que a pesar de causar ternura en él, dudaba, era normal, él debió ser así, él debió dudar de la gente que se acercaba a él, debía aprender de él, debía ser como él, siempre fue su héroe y su imagen a seguir, alguien frío y calculador como shinobi, tal vez si tomaba seriedad podía adquirir algo de su inteligencia, tal vez no era su padre, pero ese sujeto frente a él tenía su mismo aire y lo llamaba a estar a su lado, bajó el rostro regañándose mentalmente, no era su padre. Minato por un momento vio un brillo de admiración en sus ojos hacia él, sonrió un poco, parecía ser un buen chico.
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Otro mundo (Itanaru)
Romance-Te amo... -cambió su rostro a una mirada en blanco llena de seriedad... -pero nuestra prioridad es la seguridad de konoha y del mundo... *Está historia es mía, prohibida su copia y reproducción* *La imagen la tomé de internet, derechos a su autor*...