La chica que lastimaron

Capítulo 1: "Nuevo colegio"

— Ella le dedicó millones de capítulos y él le dedica millones de palabras.

Desde muy pequeña solo he dedicado todo mi tiempo a estudiar. Mis padres me lo decían todo el tiempo, hasta que ellos se cansaron de mí y me abandonaron a los 6 años, diciéndole a mi abuela que se ocupe de mí.

Han pasado varios años desde lo sucedido, y ya tengo 17 años. Hoy con mi abuela nos mudaremos a otra ciudad ya que ella encontró otro colegio mejor para mí. Me convenció de eso, aunque yo estaba bastante bien en el pueblo en el que vivíamos, pero ella insistió en que sería lo mejor para nosotras, y no pude negarme.

Bueno, de todos modos, si me hubiera negado, igual terminaría en esta ciudad de una manera u otra. Era mi destino.

Hoy es mi primer día de clases en mi nuevo colegio. Y para ser sincera, lo odio.
La primera razón: Estaba bien en el pueblo en donde vivíamos, era tranquilo.
La segunda razón: ODIO enfrentar nuevos lugares que debo conocer, especialmente a las personas, no soy buena socializando ya que nunca tuve amigos, y por eso, odio todo esto.

Pero según mi abuela, será "cuestión de tiempo para que me acostumbré a este nuevo ambiente", solo espero que sea así.

Y ya llegué al nuevo colegio, hay demasiado ruido, y todos están en su mundo; la mitad en el teléfono y la otra mitad hablando con sus amigos.

Llegué a mi sala: Tercer grado superior.

Un desastre para ser sincera. Hay papeles por todos lados, hasta en el suelo, es fastidioso. ¿Acaso son niños de 4 años que no saben recoger su basura?

Presiento que este año será una tortura.

Me detuve un momento a mirar la pizarra, y decía algo tan estúpido:

— Si eres idiota mira la pizarra.

De pronto, sentí que alguien me tiró un papel arrugado en mi cabeza, volteé y era un chico hermoso, creo que es lo único que se puede describir con la palabra: perfecto. Parecía alguien fuera de la realidad.

— ¡Miren! ¡Ya llegó la idiota! — decía con una voz alta mientras reía.

Retiro lo que dije, será alguien que parece perfecto pero en verdad es un idiota. Ni siquiera merece un halago.

Él y la mitad de la gente de mi curso seguía riéndose a coro de mí. Claro, para mí no era nada gracioso, pero para los demás sí. Y ya lo sé, son las típicas personas que molestan a los demás, que los critican, y los hacen pedazos, tendré cuidado. Pero con él y sus amigos, creo que será aún más difícil adaptarme al nuevo ambiente a mi alrededor.