Capítulo 17: "Vaitiare"

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Entré a la sala del año anterior.

A la primera persona que vi fue a Natalia, la mejor amiga de Giovanni.

Me acerqué a ella y fingí estar perdida.

— Hola, ¿esta es la sala de cuarto grado?

Ella volteó a verme y dejó de mirar su teléfono.

— ¿Eres nueva? — me preguntó.

— Sí, lo soy. 

— Ah. Sí, esta es la sala — me contestó de manera desinteresada.

— Está bien, gracias.

Me senté atrás de ella, pero entonces Natalia volvió a hablarme.

— ¿Por qué te sientas allí? Está ocupado.

Bueno, y aquí comienza todo.

Para ganarme su confianza y bueno, especialmente la de Giovanni y la de los demás.

Solo tengo que ser como ellos, solo una más de su estúpido grupo.

— Bueno, no eres la dueña de esta sala. ¿O sí?

— Te recomiendo que no me provoques. Porque si lo haces, saldrás llorando de este colegio — me dijo con un tono amenazante.

— ¿Vas a amenazarme solo por una silla? No seas infantil.

Natalia se quedó callada.

Tocaron el timbre, y llegó Giovanni, quién presenció la conversación desagradable entre Natalia y yo.

Solo me miraba con una sonrisa y como esperaba, se sentó al lado mío.

— ¿Eres nueva?

— Sí.

— Bueno, bienvenida. Me llamó Giovanni — estiró su mano para presentarse.

Lo rechacé.

Giovanni sonrió nuevamente.

— ¿No te presentarás, chica misteriosa?

— ¿Por qué debería presentarme? Este es un colegio, no un club social ¿no?

— Bueno, tienes razón. Pero quiero saber tu nombre.

— No lo haré.

— Tu voz se me hace conocida. ¿Ya nos habíamos conocido antes?

— No lo creo.

¿Este idiota no olvida las voces de las personas a las que les hizo la vida imposible?

Bueno, parece que no.

Pasó un rato desde que la profesora nos estaba recordando la materia de antes.

Estábamos pasando el lenguaje figurado.

— ¿Eres inteligente?

— ¿Por qué preguntas? — le contesté mientras escribía en mi cuaderno de apuntes.

— No recuerdo qué era esto. ¿Me enseñas?

— ¿Me ves cara de profesora?

Giovanni sonrió.

— Tal vez.

— Eres insoportable. Pásame tu cuaderno, yo te enseño.

— Gracias, chica misteriosa.

— No me llames así.

— No lo dejaré de hacer hasta que me digas tu nombre.

— Como quieras.

— Entonces, ¿cómo es?

Suspiré.

— Mira, el lenguaje figurado es cuando decimos las palabras de otra manera a las que son nombradas normalmente. Bueno, el lenguaje figurado se puede presentar en libros, y todo lo que tenga que ver con literatura....

Pasó un rato y tocaron el timbre. Era el primer recreo.

— Entonces, un ejemplo de lenguaje figurado, es: ”Cuando te vi, me perdí en tu mirada”.

— Sí. ¿Era difícil de entender?

— No — sonrió —; no lo era, te entendí mucho mejor que la profesora.

— Sí, bueno, ahora me iré — me levanté de mi asiento.

— Oye, chica misteriosa — se levantó de su asiento también.

Suspiré nuevamente y volteé a verlo.

— ¿Y ahora qué quieres?

— ¿Quieres que sea tu guía?

Accedí y nos fuimos al primer piso para empezar.

— ¿Por dónde quieres comenzar, chica misteriosa?

— Giovanni, ¿puedes dejar de llamarme así?

— Entonces dime tu nombre.

— Vaitiare. Mi nombre es Vaitiare, ¿contento?

— Sí, bastante. ¿Quieres que seamos amigos? Te prometo que no te arrepentirás.

— Si con eso paras de llamarme 'chica misteriosa' , entonces sí.

— Lo que tú digas, Vaitiare — sonrió.

Primera parte del plan: lista.


























La chica que lastimaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora