Capítulo 29: "Me importas"

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Sentí esa mano protegiendo la mía durante varias horas y toda una noche, una noche que deseaba que nunca terminará para poder permanecer a su lado.

Dejé de sentir esa calidez que recorría mi alma al estar con él y comencé a sentir un inexplicable frío, solo veía oscuridad, y solo podía oler su dulce y único aroma conmigo.

Comencé a despertarme, estaba en mi habitación, me encontraba acostada en mi cama y estaba abrazada al traje de Ale, solo para aferrarme a su aroma, pero él ya no estaba conmigo.

Sin darme cuenta, inesperadamente de mis ojos salieron lágrimas otra vez. Sin ninguna razón, pareciera que últimamente he estado como un fantasma. Llorando todos los días, fingiendo estar bien, fingiendo que amo a una persona que en verdad deseo nunca volver a ver, simplemente siendo una patética.

Lo más irónico, es que es solo culpa mía, yo lo busqué. Soy la chica que lastimaron, la chica que se quiso vengar, la chica que sacrificó sus sentimientos hacia la persona que más apreciaba para volver su vida una completa mentira.

Me comienzo a preguntar: ¿Esto realmente vale la pena?

Debí haberme hecho esa pregunta hace tres años. Ahora ya es muy tarde.

Me dormí otra vez, pasaron horas, mis ojos se fueron cerrando mientras aún lloraba, me despierta la alarma que tengo programada en mi celular, la apagué.

Sostengo mi celular, eran las 10:11 de la mañana, millones de mensajes y llamadas de Sofía, Leonardo y Giovanni.

Me levanto de mi cama y pronto siento un dolor de cabeza enorme, necesito un té para aliviarlo.

Me ducho, me visto, solo logró tomar rápidamente un té y una pastilla para la resaca. Y después de unos minutos guardo el traje de Ale en una bolsa para llevarla conmigo.

Giulia se encontraba durmiendo, le dejo una nota en la mesa para que no se preocupe y me voy a la casa de Giovanni.

Él depende mucho de mí, es como si yo fuera su única razón para vivir, por eso anoche no se despegaba de mi lado, porque me necesitaba.

Unos minutos más tarde, llegué a su mansión, abro la puerta con la copia de llave que me dió Giovanni, hay muchas colillas de cigarro y tres botellas de alcohol rotas en el suelo, lo demás estaba intacto como hace horas atrás por la fiesta.

Subo las escaleras para subir al segundo piso, otras diez botellas rotas, Giovanni estaba mal y su ira y tristeza la absorbía consumiendo cigarros y alcohol.

Todo porque desaparecí sin avisar de su lado.

Mientras sostenía la bolsa que en ella llevaba el traje de Ale, abro la puerta de la habitación y encuentro cuatro botellas vacías en el mueble.

Decido abrir las ventanas que conectan con el balcón para que el olor insoportable a alcohol se vaya.

Escucho como se cierra bruscamente la puerta del baño, era Giovanni.

— ¿Dónde estabas? — me pregunta, su voz se escucha extraña, como si realmente estuviera enfadado.

Volteo a mirarlo y me acercó a él.

La chica que lastimaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora