Capítulo 14: "Giovanni"

52 5 0
                                    

Y así, pasó todo tan rápido.

Ya estamos en diciembre y está a punto de acabarse el año.

Las tiendas ya empiezan a promocionar los regalos que les podemos dar a nuestros familiares o amigos para la Navidad.

Y bueno, respecto a el colegio, ya se acabaron las pruebas y ahora lo único que tenemos son tiempos libres para hablar con nuestros compañeros o estar en nuestro teléfono.

¿Y qué hay de Ale?

¿Ya somos novios? (Sería demasiado rápido que todo pasará en unos meses ¿no?)

Entonces, sí. La respuesta obviamente es no.

Nos hemos vuelto más cercanos y casi todo sigue como siempre. Digo 'casi' porque ya sé que ambos nos gustamos.

Yo le gustó a él y a mí me gusta él.

Increíble, ¿verdad?

Pero no, no ha pasado nada. Todo sigue igual, es decepcionante, pero sí.

Y bueno, Giovanni. El completo idiota de Giovanni.

¡Buenas noticias! ¡Él ya se aburrió de molestarme! (Al parecer)

Aunque aún sigue sonriéndome cada vez que me ve y sus amigos siguen burlándose de mí diciendo estupideces con una voz baja.

Pero solo eso.

Ya tocó el timbre. Y Ale y yo conversamos.

Todo completamente normal.

Y para mi sorpresa, Giovanni y sus amigos se acercan a mí.

Natalia, quien es la amiga más cercana de Giovanni, diría que es su mejor amiga. Se acerca a nosotros mientras que Giovanni y sus otros amigos están detrás de ella.

— ¿Ya nos extrañaban par de tortolitos? — decía con una voz burlesca mientras sonreía.

— No. No los extrañamos. ¿Podrían decir qué quieren? —  preguntaba Ale con un tono realmente molesto.

— ¿Nosotros? Solo queremos jugar — sonrió nuevamente —. ¿Verdad, Giovanni?

Giovanni sacó aquella navaja que tenía esa vez en mi cuello, pero esa vez Ale me había salvado.

— Natalia, Giovanni. No sean infantiles, no es necesario que hagan esto. Nadie gana nada.

Natalia se rió.

— Claro que ganamos algo, Ale. ¿Cómo puedes ser tan ingenuo? ¿Acaso ya se te olvidó nuestra manera de ganar?

Ale se quedó callado, así que, yo hablé.

— Dejen de molestarnos, no les sirve de nada. Ale tiene razón, Giovanni, ya baja esa navaja, no nos da miedo sus amenazas.

— Alice. Querida, querida Alice. ¿Quién dijo que estamos amenazando? Solo... vamos a hacer lo que teníamos pendiente desde un principio. Solo eso.

La chica que lastimaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora