Capítulo 32: "Todo terminó"

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Pasó una semana y Giovanni ya había sido dado de alta, resolvimos nuestros problemas y una vez más me entregué a él, a nuestra relación que tal vez es de amor para él pero para mí solo es una pesadilla eterna de la que quisiera despertar.

Hoy es lunes y también es mi cumpleaños, mi cumpleaños real, el de Alice. Pero ni Giovanni ni los demás lo saben, solo conocen el cumpleaños que yo misma inventé. Antes de que Ale volviera, en días como estos, durante tres años, no hacía nada especial, solo hacíamos una cena con Giulia, ella me compraba un pastel de chocolate y mirábamos Pretty Woman, mi película favorita y también yo iba a visitar a mi abuela y le daba rosas, también conversaba con ella y obviamente le mencionaba a Ale, le mencionaba cuánta falta me hacía su presencia, el vacío que sentía en mi pecho de que él no estuviera conmigo, el como sentía que cada vez olvidaba más su voz y su aroma, en que lo necesitaba y mucho. En cada cumpleaños, pedía solo un deseo: que Ale volviera y que pudiera permanecer a mi lado, en mirar sus hermosos ojos azules una vez más, que eso sin duda, sería el mejor regalo de cumpleaños.

Este año es diferente, porque Ale de nuevo está aquí, ahora puedo verlo casi todos los días, puedo sentir su aroma, su voz y aunque tal vez lo que alguna vez tuvimos cuando nosotros solo éramos jóvenes solo son recuerdos que nunca volverán a hacer, al menos puedo ver esos ojos que ya no me entregan la misma calidez que antes, pero solo me basta con que nuestras miradas se encuentren un solo segundo. Eso es más que suficiente para mí.

Pero aún sigue rondando en mi mente la discusión que tuvimos la semana pasada, le dije cosas que desearía no haberlo dicho, pero también me duele que solo era la realidad, la realidad que nos había quedado enfrentar. Ese nombre, esa llamada, también sigue en mi mente; Lucía, ¿quién era ella? No he parado de pensar en cómo es esa chica, ¿será honesta? ¿no tendrá tantos problemas como yo? ¿qué relación tiene con Ale? ¿será más bonita que yo? ¿tanto como para que Ale se haya enamorado de ella y sean más que amigos? Es obvio que Ale siguió con su vida y claro que debió seguirla, ¿Por qué seguir atascado en una amistad que no llegaría a ninguna parte? ¿Por qué seguir atascado en un amor que no alcanzó a nacer? Solo fui yo, fui yo la que quedó atrapada en los recuerdos, en sueños imposibles, en abrazos y besos imposibles que jamás serían ni lo serán. Solo fui yo y está bien, él debía continuar su vida, si esa chica es su novia, está bien, él merece ser feliz y yo no encajo en esa felicidad. Pero aún así, me da miedo, me da miedo que él se aleje de mi lado, que sean otros tres años sin él o incluso más, no lo soportaría otra vez.

Comienzo a despertar por un beso que me da Giovanni en la mejilla, abro los ojos y ahí está, mirándome con esos ojos verdes, que desearía olvidar, me mira dulcemente y yo sonrío.

— Buenos días, princesa — me devolvió la sonrisa y comenzó a acariciar con sus dedos mi cabello.

— Buenos días. ¿Cómo amaneciste?

— Bien. ¿Y tú? ¿Dormiste bien?

— Sí — sonreí nuevamente — ¿Qué horas son?

Me abrazó.

— No, tú hoy te quedas conmigo, ¿sí? Nos reconciliamos ayer, me harías mucha falta si te fueras, mi amor — me besó la frente.

— Giovanni, obviamente esto es una trampa para que me quede más tiempo, pero Giulia se va a preocupar, sabes cómo es ella, me llamara millones de veces hasta asegurarse de que volveré a casa.

La chica que lastimaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora