Capítulo 3: "Alessandro"

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Al día siguiente, me iba a sentar al lado de Alessandro, ya que me había sentado allí el día anterior.

Pero él me detuvo y me dijo:

- Ten cuidado. Giovanni y sus amigos colocaron pegamento encima de la silla, cámbiala.

Yo asentí.

- Gracias por advertirme - sonreí.

Cambié la silla y miré de forma molesta a Giovanni, y cuando él vio mi mirada solo sonrió.

Me dirigí en donde se encontraba Alessandro con otra silla y me senté.

En el recreo, me puse a comer en el comedor lo que se encontraba en mi lonchera, y de pronto sentí que alguien derramó todo su desayuno a propósito en mi cabeza. Volteé a ver quién era, y si, era Giovanni. Dios, ¿cuál es su maldito problema?

Él sonrió, se acercó a mí y me susurró al oído:

- Te faltaba un pequeño detalle para ser aún más fea.

Luego se alejó y se fue.

Me sentí tan mal. Comencé a temblar y me paré de mi asiento, todas las miradas estaban puestas en mí, sentí mucho miedo, y entonces, me fui con mi lonchera al baño.

Por suerte, no había nadie, me lavé la cara y mi cabello, también mi suéter, toda la comida que había derramado Giovanni en mí.

Me miré al espejo y mis ojos se comenzaron a cristalizar, suspiré, y me comencé a decir a mí misma:

- No llores, no llores. Eres fuerte, Alice, por favor, no lo hagas - derramé una lágrima.

Ya era tarde, me destrozó.

Me fui del baño, y ya estaba un poco limpia, pero todo el tiempo se venía a mi mente esa imagen de Giovanni derramando su desayuno en mi cabeza y lo que susurro en mi oído.

Era insoportable que esa imagen se me viniera a la mente.

Yo solo quería vivir tranquila, obviamente estaba mejor en el pueblo, todo era mucho más tranquilo que ahora.

Estaba llorando, mientras me dirigía a un lugar en el que pudiera estar sola y tratar de calmarme.

Y entonces, mientras caminaba choqué con alguien.

- Lo sie...

Fui interrumpida, era Alessandro.

- Fue Giovanni, ¿verdad?

Yo asentí.

Él agarró mi mano y nos fuimos a un lugar en donde no había nadie, era cerca del patio.

Nos sentamos en una banca, y sucedió algo inesperado, me abrazó.

- Tranquila, todo va estar bien, mientras yo esté contigo, no va a pasar nada, Giovanni y ellos no te van a hacer nada ¿ok?

- Pero tú dijiste que no querías...

Me interrumpió.

- Sé lo que dije. Pero no dejaré que él te haga daño. Seamos amigos, ¿de acuerdo?

Yo solo asentí.

- Gracias, Alessandro - dije con mi voz un poco temblorosa.

Ahora me siento segura al saber que ya no estaré sola, ahora él estará conmigo, y eso lo cambia todo.

La chica que lastimaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora