Al día siguiente, me iba a sentar al lado de Alessandro, ya que me había sentado allí el día anterior.
Pero él me detuvo y me dijo:
- Ten cuidado. Giovanni y sus amigos colocaron pegamento encima de la silla, cámbiala.
Yo asentí.
- Gracias por advertirme - sonreí.
Cambié la silla y miré de forma molesta a Giovanni, y cuando él vio mi mirada solo sonrió.
Me dirigí en donde se encontraba Alessandro con otra silla y me senté.
En el recreo, me puse a comer en el comedor lo que se encontraba en mi lonchera, y de pronto sentí que alguien derramó todo su desayuno a propósito en mi cabeza. Volteé a ver quién era, y si, era Giovanni. Dios, ¿cuál es su maldito problema?
Él sonrió, se acercó a mí y me susurró al oído:
- Te faltaba un pequeño detalle para ser aún más fea.
Luego se alejó y se fue.
Me sentí tan mal. Comencé a temblar y me paré de mi asiento, todas las miradas estaban puestas en mí, sentí mucho miedo, y entonces, me fui con mi lonchera al baño.
Por suerte, no había nadie, me lavé la cara y mi cabello, también mi suéter, toda la comida que había derramado Giovanni en mí.
Me miré al espejo y mis ojos se comenzaron a cristalizar, suspiré, y me comencé a decir a mí misma:
- No llores, no llores. Eres fuerte, Alice, por favor, no lo hagas - derramé una lágrima.
Ya era tarde, me destrozó.
Me fui del baño, y ya estaba un poco limpia, pero todo el tiempo se venía a mi mente esa imagen de Giovanni derramando su desayuno en mi cabeza y lo que susurro en mi oído.
Era insoportable que esa imagen se me viniera a la mente.
Yo solo quería vivir tranquila, obviamente estaba mejor en el pueblo, todo era mucho más tranquilo que ahora.
Estaba llorando, mientras me dirigía a un lugar en el que pudiera estar sola y tratar de calmarme.
Y entonces, mientras caminaba choqué con alguien.
- Lo sie...
Fui interrumpida, era Alessandro.
- Fue Giovanni, ¿verdad?
Yo asentí.
Él agarró mi mano y nos fuimos a un lugar en donde no había nadie, era cerca del patio.
Nos sentamos en una banca, y sucedió algo inesperado, me abrazó.
- Tranquila, todo va estar bien, mientras yo esté contigo, no va a pasar nada, Giovanni y ellos no te van a hacer nada ¿ok?
- Pero tú dijiste que no querías...
Me interrumpió.
- Sé lo que dije. Pero no dejaré que él te haga daño. Seamos amigos, ¿de acuerdo?
Yo solo asentí.
- Gracias, Alessandro - dije con mi voz un poco temblorosa.
Ahora me siento segura al saber que ya no estaré sola, ahora él estará conmigo, y eso lo cambia todo.
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La chica que lastimaron
ActionAlice es una joven de diecisiete años que vivía con su abuela en un pueblo, todo iba de maravilla, hasta que su misma abuela decide que ambas se vayan a otra ciudad por sus estudios. Cuando Alice ingresa al colegio, Giovanni y sus amigos comienzan a...