La lluvia caía sobre el parabrisas y comenzaba a poner a prueba el sistema de drenaje pluvial, Lucas permaneció dormido de manera apacible en el hombro de Asier, quien aún seguía mirando mal a Jordán.
Así, después de un largo camino, Jordán los llevó a ambos a una mansión en medio de la capital, la cual pertenecía a Dresde desde hace mucho, sin embargo, como eran tan apasionados a hacer fiestas, había permanecido sin casi uso durante unos 70 u 80 años y, sinceramente, Asier estaba feliz que Declan se hubiera olvidado de la existencia de esta.
Así, con cuidado, Jordán se detuvo en frente a la entrada, dónde, gracias al tejado, era casi imposible mojarse... A menos que la tormenta se pusiera violenta y comenzara a soplar vientos casi horizontales, pero el Dios de las tormenta parecía estar conforme con sólo mojarlos a todos, así que no parecía que eso fuera a suceder, al menos no por ahora. No obstante, hoy era una noche sin luna, quizás él cambiaría de parecer sin su madre vigilándolo.
—...—Y al pensar en eso, Jordán concluyó que debería tener cuidado, si la Diosa Luna no estaba, el Dios de las tormentas podría hacer algo, como hacer aguanieve, nieve o granizo... ‹Las nubes son muy grandes›. Observó el cielo, pensando en guardar bien el auto para evitar posibles daños— Ya llegamos. —Les sonrió, pero pese a que ellos eran los protagonistas de la fiesta y faltaban un par de horas aún, en la cochera ya se podían ver muchos autos lujosos esperando a sus dueños.
— Lucas, puedes despertar. —Asier le dijo a su prometido, quien aún seguía atrapado en sus brazos.
— Mm... Hueles bien. —Murmuró el chico con los ojos cerrados mientras lo olfateaba. No era consciente de que ahora mismo nadie sería capaz de distinguir sus propias feromonas pues Asier lo había impregnado con las suyas.
— Llegamos, es hora de despertar. —Le respondió el alfa mientras una sonrisa se formaba en su inexpresivo rostro acompañado de un beso en la mejilla.
—...Asier. —El omega lo llamó, sintiendo ese beso en su mejilla y temiendo por su bonito maquillaje.
— Ahora podemos salir. —Dijo, satisfecho porque lo llamó por su nombre.
— Sí. —El joven asintió y, siendo ahora libre de sus fuertes brazos, se soltó del cinturón de seguridad y lo miró— Vi en internet que primero baja el alfa y le abre la puerta a su prometido, como una demostración de caballerosidad. —Sonrió— ¿Lo harás?
A lo que Asier, algo extrañado porque ignoraba esas cosas, sólo asintió, aceptando su pedido— Sí.
‹No existo, soy sólo un personaje de fondo...›. Pensó Jordán, intentando actuar como un extra en la escena. Era bastante bueno en eso.
Y como en las novelas, Lucas se quedó en el auto, muy emocionado, viendo como Asier se bajaba del auto para cumplir su pedido; a decir verdad, esto se le hizo gracioso porque resultó que él no se negó y, honestamente, él sólo tenía curiosidad de si él aceptaría. Algo así le parecía romántico y lindo y no pudo evitar desear que él lo hiciera al menos este día.
Así, el omega no tuvo que esperar mucho para ver cómo el alfa abría la puerta para recibirlo y así extenderle su mano, esperando que él aceptara, una simple acción que logró que Lucas se sonrojara.
‹Desearía poder grabar esto›. Pensó mientras cedía su mano. Este gesto que había visto en innumerables novelas mientras estaba embarazado, parecía ser algo tan simple pero ahora que lo experimentaba...— Gracias. —Bajó la mirada en tanto miraba sus manos, las cuales se hallaban todavía juntas. ‹Esto es romántico›. Sonrió un poco, sintiendo un sentimiento dulce ante la visión de sus manos unidas.
— No deberías decir "gracias", esto es parte de ser un caballero. —Le dijo Asier al oído, teniendo que agacharse en el proceso. ‹Es pequeño›.
ESTÁS LEYENDO
Transmigré en el hijo omega del villano
Random‹Espera, yo soy ¿Su hijo? ¿Soy el hijo del villano?, ¿Cómo es esto posible? ›. Yo... simplemente morí y transmigré en el hijo del villano. Eh, espera ¡¿Y debo morir?! ¡¿Cómo se supone que haré para no morir?! Asher, un joven modelo que murió a manos...