Capítulo 17

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El mundo es una mierda, es cruel e injusto y eso todos lo saben: en este mundo hay gente buena y mala, y un claro ejemplo de gente mala para Asher era Liz, quien se presentaba ante su padre como una chica honesta, sencilla y tranquila. Nadie sospecharía de ella, menos su papá quién ni siquiera le cambiaba la ropa o los pañales, para eso estaba Lam, una persona en la que Asier confiaba.

Fue esa semana en que Asher terminó percatándose que fue Lam quien trajo a Liz, él de seguro había contactado con Raúl, ese omega bastardo...

En la novela nunca se supo quién fue el espía del protagonista, o si eso se destapó él no llegó a esa parte, pero para Asher era obvio que Lam era el más sospechoso, porque él no venía a comprobarlo cuando estaba al cuidado de Liz y él era quien lo cambiaba en la noche, pero se quedó callado al ver los moretones en su cuerpo. Además, Asier confiaba plenamente en él, pues él creció bajo su cuidado, aunque no se detalle mucho sobre los padres de Asier, sus abuelos, así que esto podría explicar porque a la mitad de la novela la personalidad de Asier se vuelve retorcida.

Asier Dresde era un hombre que no confiaba en cualquiera, las personas en las que confiaba se podían contar con los dedos, era naturalmente cauteloso y su personalidad era... indiferente. Siempre y cuando no te metieras con él, ni siquiera se molestaría en darte una mirada.

Lam fue quien lo crio, la persona que había estado a su lado casi, por no decir toda, su vida. Era obvio que confiaría la seguridad de su hijo en alguien así...

Pero, Asher nunca pudo entender algo: ¿Por qué el protagonista estaba tan obsesionado con destruir a Asier...?

‹Si hubiera sabido que esto iba a pasar, la habría leído toda.› Pensó, acostado en su suave cuna mientras inconscientemente se chupaba el pulgar. Su ropa de hoy era un mono café con orejas, simulando ser un osito, ya que a Asier le gustaba verlo usando distintos diseños de prendas. ‹Bueno, desde un principio sabía que esta novela era retorcida...›

Esa novela se la había dado una fan, un libro que tenía una portada muy llamativa, de tapa dura y varias ilustraciones de los personajes. La había aceptado porque no quería ganar la fama de tratar mal a sus fans, además de que se veía que era una edición cara, definitivamente las ilustraciones llamaron su atención e hicieron que la lectura fuera más amena, como los libros que leía en el orfanato, pero... realmente no esperó que una fan le regalara una novela así.

Aunque era una novela llamativa visualmente, no tuvo muchas expectativas al inicio, pensó que era sólo una novela de romance normal pese a que la portada tenía advertencias como que era para mayores de 21 años, pero no le dio importancia, ¿Quién leía las advertencias de los libros de todas formas...?

‹Pensé que era sólo un libro con contenido erótico, pero me equivoqué.›

A penas empezó a leerla, supo que había subestimado la etiqueta +21, pero el contenido era interesante y las ilustraciones eran bonitas, lo que ocasionó que terminara interesándose un poco, al menos lo suficiente para quedarse cuando notó que era la típica novela cliché donde el protagonista es el estereotípico playboy millonario con pasado oscuro que sienta cabeza cuando conoce a su "destinado", Raúl. Básicamente la típica historia que venden en las novelas, pero en un mundo omegaverse y en gay.

‹Sin embargo, algo no me cuadra de eso...› Pensó, recordando lo que leyó. Cada vez que estaban juntos se sentía como si Raúl fuera un sustituto. ‹Pero, ¿De quién? ›

No era como si el protagonista tratará mal a Raúl, todo lo contrario, él lo trataba como si este omega fuera un tesoro, su más grande tesoro. Quizás fue su apariencia tan hermosa, o que eran muy compatibles sexualmente, o... que era hermano de Asier Dresde...

Transmigré en el hijo omega del villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora