Transmigré en el hijo omega del villano

Capítulo 51

Fue así cómo Ana decidió tomar su auto e ir a la villa. Hoy Ciro había ido a trabajar y Xavier estaba en sus clases, así que le pareció bien ir sola, aunque tuvo que llevar a su hijo consigo ya que no tenía con quien más dejarlo y no lo iba a dejar solo.

Ya en la villa Marta la recibió y la ayudó a llevar a los bebés al cuarto de Asher para que pudiera acostarlos en la cuna.

— Gracias por ayudarme con los bebés. —Suspiró Ana, acomodando a Lance en la cuna y dándole su chupete.

— Es mi deber. —Marta picó la mejilla de su pequeño amo. ‹Sigue gordo›. Claramente no había pasado hambre.

— Ba. —Asher tomó su dedo y quiso morderlo.

— No, bebé. —La beta le quitó su dedo, notando lo que iba a hacer. No tenía dientes, pero no por eso le iba a dejar hacerlo— Cuando tenga dientes, será difícil darle pecho. —Comentó, recordando las quejas de su hermana de su sobrino mordiendo su pezón. ‹Nunca tendré hijos›. Bajó al bebé y lo dejó en la cuna.

— Son omegas, al menos no morderán como bebés alfas. —Respondió, a lo que Marta asintió, sin embargo, la omega no pudo evitar suspirar— Justamente por eso le quité el pecho temprano a mi hijo mayor.

— ¿Los alfas muerden mucho? —Preguntó con curiosidad.

— Sí...—Recordó con pesar— Y por eso se les tiene que regañar para así corregir ese instinto primitivo y doloroso, aunque el instinto sigue ahí...

— ¿Nunca se les quita? —Le preguntó la ama de llaves.

— No, mira esto. —Entonces Ana le enseñó su nuca, la cual estaba marcada por su alfa— Mi esposo ama morderla.

‹El mundo de omegas y alfas es raro›. Concluyó Marta mientras miraba esa nuca marcada. ‹Es la primera vez que una omega me muestra›. Lo cual no le sorprendía: ese era un asunto delicado para ellos— ¿Y no te duele?

— No. —Negó con la cabeza, acomodándose el cabello para cubrirla.

Marta, que en realidad venía de una familia de "betas puros", no pudo evitar sentir un poco de curiosidad ante esto. El mundo de los alfas y omegas era extraño y ajeno, pero seguía siendo interesante.

— ¿Y sólo muerden y ya? —Le preguntó, ante lo cual la omega negó con la cabeza.

— Se siente bien.

— ¿Cómo se siente?

Desvió la mirada— Mm, a los omegas les gusta...—Admitió mientras se sonrojaba un poco.

— Ya veo. —Marta asintió, entendiéndolo todo y a la vez no entendiendo nada.

— Pe-Pero, volviendo al tema, los bebés alfas son terribles y muerden demasiado, en cambio los omegas son dóciles. —Cambió de tema, sabiendo que ella entendió bien a lo que se refería con "a los omegas les gusta".

— ¿Ya tuviste experiencia con bebés omegas?

— Sólo mi Lance, y Asher.

Y con toda esa información, Asher apretó el puño. ‹ ¿Cómo que una mordida no duele? ›. Se cuestión por un momento, sin poder entender esto, aunque... ‹Morí virgen, tampoco es que tenga experiencia...›.

Era obvio que, entre todas las personas en esta habitación, el más puro era Lance, luego su persona y al final este par de señoras que no lo eran.

Ante este pensamiento, Asher volteó a mirar a Lance, quien estaba a su lado, chupando de lo lindo su nuevo chupete. ‹Si, el más puro›. Confirmó para volver a escuchar la plática.