Capítulo 43

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— Ta...—Asher agitó sus manitos. ‹ ¿Quién es? ›. Se cuestionó, sin entender qué hacía ese fantasma en el cuarto.

— Extraño a mi mamá...—Murmuró Lucas, sin despegar su rostro del pecho de Asier— Murió cuando tenía siete años, pero todavía la recuerdo...

No había forma de que olvidara a su mamá, incluso si todas sus fotos hubieran desaparecido tiempo después de que ella muriera.

— ¿Podemos ir a visitarla? —Propuso Asier, pensando que podían encender incienso para la madre de Lucas.

— ¿Su tumba...? —Lucas alzó la mirada llorosa. Su padre sólo lo llevó una vez, para el funeral de su madre. ‹Quiero ir...›.

— Sí, tú, yo y Asher. —Le limpió las lágrimas— ¿Está bien?

— Sí...—Hipó— ¿Después de la fiesta...?

— Está bien.

Por su parte, Asher mantuvo su vista en la "visita". ‹Va a haber paseo›. Concluyó, apretando el puñito, sólo para verla sonreír dulcemente.

— Visitas~.

‹ ¿"Visitas"? ›. Bostezó, sin entender eso, pero cuando abrió los ojos— ¡¿Ba?! —Balbuceó fuertemente pues la mujer desapareció. ‹ ¡¿Qué demonios?! ›.

— Oh, Asher. —Lucas se limpió las lágrimas, saliendo de su aturdimiento gracias a su bebé— Mamá siempre estará a tu lado. —Aseguró, tomándolo en brazos y dándole un beso en la mejilla.

— Bu...—Se pegó a su mamá. ‹Vi al diablo›. Pensó mientras su mamá le ofrecía el pecho, a lo cual él con mucho gusto aceptó.

Esa fue una experiencia extraña para Asher: de repente apareció una hermosa mujer, que resultó ser un fantasma, y luego desapareció.

‹El diablo es bonito›.

De hecho, mientras tomaba pecho, Asher no pudo evitar cuestionarse si en este mundo existía el diablo o un concepto similar. Sabía que no era el mismo mundo que el suyo, la novela lo dejaba en claro, pero... el sistema seguía siendo extraño, apareció una vez y luego nunca más lo vio.

‹ ¿Qué clase de novela es esta? ›.

¿No debería acompañarlo? ¿O darle misiones? No, ese sistema sólo apareció de la nada y se fue de igual forma, y, dado eso el caso, se podía ir al diablo ese sistema inútil.

— Ta. —Miró a su mamá.

— ¿Qué, bebé?

— Bu...

Así Asher volvió a pegarse al pecho, escuchando a sus padres mientras comía.

— ¿Deseas volver a tu castaño natural? —Le preguntó Asier, sentándose en la cama. No era que le molestara su cabello rosado ahora puesto que le parecía lindo: se veía como un algodón de azúcar; es sólo que, para un evento como este, en el cual serían anfitriones, no se veía bien pues se veían las raíces castañas. Si quería podía retocarlo.

— ¿Mi cabello?

— Sí.

Lucas asintió— ¿Y el bebé? Hoy es día libre de Ana. ¿Lo vas a cuidar?

— Sí.

— Está bien, pero ¿Cómo iré?

— Mi chófer y algunos guardias te acompañarán. —Le explicó— Iría contigo, pero no será cómodo para Asher.

— Mmm...—Volvió a asentir, sintiéndose algo nervioso— ¿...Cómo prefieres verme? —Se atrevió a preguntar. Todavía estaba un poco nervioso por sus pensamientos de anoche, quizás, si usaba un tono que Asier le gustara...

Transmigré en el hijo omega del villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora