— Ta...—Asher agitó sus manitos. ‹ ¿Quién es? ›. Se cuestionó, sin entender qué hacía ese fantasma en el cuarto.
— Extraño a mi mamá...—Murmuró Lucas, sin despegar su rostro del pecho de Asier— Murió cuando tenía siete años, pero todavía la recuerdo...
No había forma de que olvidara a su mamá, incluso si todas sus fotos hubieran desaparecido tiempo después de que ella muriera.
— ¿Podemos ir a visitarla? —Propuso Asier, pensando que podían encender incienso para la madre de Lucas.
— ¿Su tumba...? —Lucas alzó la mirada llorosa. Su padre sólo lo llevó una vez, para el funeral de su madre. ‹Quiero ir...›.
— Sí, tú, yo y Asher. —Le limpió las lágrimas— ¿Está bien?
— Sí...—Hipó— ¿Después de la fiesta...?
— Está bien.
Por su parte, Asher mantuvo su vista en la "visita". ‹Va a haber paseo›. Concluyó, apretando el puñito, sólo para verla sonreír dulcemente.
— Visitas~.
‹ ¿"Visitas"? ›. Bostezó, sin entender eso, pero cuando abrió los ojos— ¡¿Ba?! —Balbuceó fuertemente pues la mujer desapareció. ‹ ¡¿Qué demonios?! ›.
— Oh, Asher. —Lucas se limpió las lágrimas, saliendo de su aturdimiento gracias a su bebé— Mamá siempre estará a tu lado. —Aseguró, tomándolo en brazos y dándole un beso en la mejilla.
— Bu...—Se pegó a su mamá. ‹Vi al diablo›. Pensó mientras su mamá le ofrecía el pecho, a lo cual él con mucho gusto aceptó.
Esa fue una experiencia extraña para Asher: de repente apareció una hermosa mujer, que resultó ser un fantasma, y luego desapareció.
‹El diablo es bonito›.
De hecho, mientras tomaba pecho, Asher no pudo evitar cuestionarse si en este mundo existía el diablo o un concepto similar. Sabía que no era el mismo mundo que el suyo, la novela lo dejaba en claro, pero... el sistema seguía siendo extraño, apareció una vez y luego nunca más lo vio.
‹ ¿Qué clase de novela es esta? ›.
¿No debería acompañarlo? ¿O darle misiones? No, ese sistema sólo apareció de la nada y se fue de igual forma, y, dado eso el caso, se podía ir al diablo ese sistema inútil.
— Ta. —Miró a su mamá.
— ¿Qué, bebé?
— Bu...
Así Asher volvió a pegarse al pecho, escuchando a sus padres mientras comía.
— ¿Deseas volver a tu castaño natural? —Le preguntó Asier, sentándose en la cama. No era que le molestara su cabello rosado ahora puesto que le parecía lindo: se veía como un algodón de azúcar; es sólo que, para un evento como este, en el cual serían anfitriones, no se veía bien pues se veían las raíces castañas. Si quería podía retocarlo.
— ¿Mi cabello?
— Sí.
Lucas asintió— ¿Y el bebé? Hoy es día libre de Ana. ¿Lo vas a cuidar?
— Sí.
— Está bien, pero ¿Cómo iré?
— Mi chófer y algunos guardias te acompañarán. —Le explicó— Iría contigo, pero no será cómodo para Asher.
— Mmm...—Volvió a asentir, sintiéndose algo nervioso— ¿...Cómo prefieres verme? —Se atrevió a preguntar. Todavía estaba un poco nervioso por sus pensamientos de anoche, quizás, si usaba un tono que Asier le gustara...
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Transmigré en el hijo omega del villano
Aléatoire‹Espera, yo soy ¿Su hijo? ¿Soy el hijo del villano?, ¿Cómo es esto posible? ›. Yo... simplemente morí y transmigré en el hijo del villano. Eh, espera ¡¿Y debo morir?! ¡¿Cómo se supone que haré para no morir?! Asher, un joven modelo que murió a manos...