Transmigré en el hijo omega del villano

Capítulo 46

Advertencia: Mucho chisme /ᐠ｡ꞈ｡ᐟ\

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Esta era la primera vez que Cristian iba a una fiesta de clase alta de tal nivel, y aunque se dijo a sí mismo que no debía ser tan diferente de la clase media-alta, se quedó con la boca abierta al ver la decoración de la mansión.

No sólo eso, el diseño de la mansión, su ubicación y los autos que había le hicieron sentir pequeño con su Audi A3 plateado, que no estaba nada mal, pero palideció entre Ferrari, Lamborghini, BMW, Rolls-Royce, Mercedes-Benz, Jaguar y demás ahí...

‹Me siento pobre entre tanto lujo›. Pensaba mientras tomaba su bolso diseñado por su madre y se miraba en el espejo de su carro. ‹Sí, estoy bien›.

Lo habían invitado porque era el amigo del prometido de Asier Dresde, lo sabía, sino no creía que jamás llegaría a estar en un evento de tal nivel. Y ahora que había aprobado una vez más su maquillaje, Cristian siguió su camino hacia la entrada.

‹Sólo me ocuparé de divertirme este día›.

Se sentía lo máximo con el vestido que había diseñado con la ayuda de su madre, además de que estaba muy orgulloso del vestido que traía de regalo para su amigo, así que Cristian, como muchos omegas, lucía orgulloso con su apariencia, sólo que los demás omegas venían acompañados de su alfa, los cuales presumían a través de sus parejas su riqueza, mientras que, por su lado, él era un omega soltero y eso daba a entender pues no traía una pareja, ni tampoco un hermano o chaperón para que lo acompañara: un omega independiente, pero, ante esto, las demás personas podrían pensar que buscaba pareja al venir solo, simplemente Cristian no sabía de esa costumbre de las altas esferas. No obstante, si ese hubiera sido su plan no hubiera funcionado pues era un omega súper recesivo entre decenas de omegas dominantes, omegas, omegas superiores y todos los tipos de omegas que había; de familias ricas, lo opacarían en esto y hacían que pasara relativamente desapercibido.

A pesar de esto, hubo para alguien para quién no pasó desapercibido: La seguridad del lugar, conformada por muchos hombres de la empresa de seguridad Dearg.

— Su identificación, por favor. —Dijo el guardia, al cual Cristian no reconoció, pero sí su uniforme: era el mismo que habían usado los escoltas de Lucas ayer.

— Cristian Leblanc. —Contestó Cristian con naturalidad. ‹Sería una vergüenza que me dejaran fuera›.

— No hay un tal Leblanc en la lista. —Declaró el guardia— Váyase.

— ¿Qué?

Ante estas palabras, Cristian se quedó helado en su lugar.

‹Dicen que lo que manifiestas se cumple...›. Pensó, sudando frío.

— Su nombre no está en la lista. —Repitió el guardia— Por eso, debe retirarse.

Y ante esto, se acercó otro guardia con un número siete en el brazo— ¿No está en la lista?

— No está en la lista. —Confirmó, mostrándole que, de hecho, no había un Cristian Leblanc ahí, de hecho, no había ningún Leblanc.

— Pero soy amigo del novio, esto debe ser un error. —Cristian sentía su espalda sudar gracias a que otros lo estaban mirando. ‹Me tienes que estar jodiendo. ¿Justo ahora? ›.

— No sé si sea un error, pero lo que dice la lista es lo que manda.

Por su parte, Siete se alejó un momento y tomó su celular para marcar a un número conocido— Cero, tenemos un problema. —Sabía que era amigo de la señora, pero si no estaba invitado no había mucho que hacer.