Segunda parte de la Bilogía Arder
La negación de Madelaine Dumont a caer por Connor Hamilton no fue tan resistente como ella creía. Ella era un fuego andante, que finalmente cayó por el gran productor y empresario. En sus brazos ella sentía la segur...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Madelaine
11 de mayo, 2022.
—Suelta a Madelaine ahora si no quieres que tu cabeza vuele en cinco segundos —ví y escuché la voz gruesa con su extraño acento ruso y firme de Dmitriy. Quien entró como si fuera el gobernante del mundo, con una seguridad y a sabienda de que tiene bajo su brazo todo el poder y control. Su caminar es elegante y poderoso, todos los hombres en la habitación se giran hacia él, están blancos como el papel, acto seguido bajaron sus cabezas en respeto hacía él.
Lo cual me confundió, si bien siempre supe que hacía cosas por su lado a escondidas de Grigoriy, siempre había sido como la mano derecha de este último. La mayoría de las veces había actuado como si su poder no se igualará ni en sueños al del hombre de ojos color esmeralda, pero en ese momento parecía que era el hombre presente con más poder en toda la sala, y hasta me atrevía a pensar que era el hombre con más poder en todo el país ruso. Dejando muy por detrás a Grigoriy, su padre y los tres hombres desconocidos, quienes me habían pegado.
Mi cuerpo temblaba por lo que casi me hicieron, por casi ultrajar mi cuerpo. Ya no tenía fuerzas para ocultar el miedo que me habían provocado todas esas situaciones ocurridas antes de que Dmitriy y Grigoriy llegaran. Estaba a punto de perder toda mi dignidad, de ser forjada a hacer algo que no quería. No me habían hecho nada, por suerte y falta de tiempo, pero lo que más deseaba era poder ser como una serpiente y cambiar de piel. Dejando esa que me envolvía detrás, para ver si así podía dejar de sentirme tan sucia y tan fuera de mi propia piel como lo hacía.
Un ruido seco y fuerte me llevó a la realidad nuevamente, parpadeé para poder quitar la nubosidad de mis ojos, no lo logré totalmente, pero algo era algo. En cuanto pude enfocar mis ojos dieron una vista general por toda la habitación.
La mirada de Dmitriy era espeluznante para cualquier ser vivo que habitará la tierra, sus ojos con heterocromía no lo hacían ver más vulnerable, no, hacían su mirada aún más completa, más maligna y perversa. Su rostro se encontraba tenso, en clara señal de que estaba hasta los cojones de enojado y que cualquiera que le dijera una mínima cosa podía perder la cabeza.
Grigoriy, detrás de él, tenía su ceño fruncido de lo furioso que estaba. Sus ojos se entrecerraron controlando los movimientos de cada uno de los que se encontraban en la sala. Ví como mantenía sus manos hechas puño para controlar su ira, podía notar la vena palpitante en su frente, asustaba igual que la heterocromía del pelinegro.
Pyort, es quien aplaudió y los miraba con una extraña mueca, no sabía descifrar si estaba furioso igual que los otros dos hombres por la interrupción o si tenía miedo, como sí lo es el caso de los tres desconocidos los cuales parecían muy fuertes y con mucha virilidad hacía momentos atrás, pero en ese momento frente a Dmitriy y Grigoriy parecían estar viendo al diablo y las puertas de su infierno al frente de sus ojos, estaban tan blancos que parecían más muertos que vivos.
