Segunda parte de la Bilogía Arder
La negación de Madelaine Dumont a caer por Connor Hamilton no fue tan resistente como ella creía. Ella era un fuego andante, que finalmente cayó por el gran productor y empresario. En sus brazos ella sentía la segur...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Madelaine
Abro los ojos y realizo la serie de respiraciones que me fueron indicadas para hacer antes de enfrentar cualquier situación que me generara estrés o ansiedad, antes de bajar de la camioneta que conduce Marcus, caminar por todo el estudio de grabación y pasar las grandes puertas del estudio 69, en el cual se llevaría a cabo las grabaciones de la segunda película.
El año pasado viajé a Los Ángeles para trabajar en un proyecto de tres películas, la primera fue un éxito total, terminamos antes de lo previsto, y por lo que me había comentado en privado el productor, Connor, al ser tan eficientes en las grabaciones sobró dinero del presupuesto que se tenía desde el principio. Fue todo un éxito en todos niveles.
Al cruzar las grandes puertas del nuevo estudio no tardó en encontrarlo. Vistiendo una chaqueta de cuero negra y pantalones también negros, su pelo desordenado, con el ceño fruncido mientras lee algo en su teléfono. No puedo evitar que un suspiro se escape de mi al verlo ahí. Siento mi labio temblar y me obligo a cerrar la boca antes de hacer algún ridículo. Es increíble como mi cuerpo lo necesita, como necesita su tacto, su voz, su todo. Pensaba que nunca volvería a sentir algo así por alguien.
Tratando de controlarme me acerco a paso lento.
—Hola —lo saludo.
—Hola Madelaine —dice volteandome a ver, sus brazos envuelven mi cintura y me atrae hacia él para darme un pequeño beso en los labios. Inclino mi cuerpo para alargar el beso, pero me tambaleo cuando rápidamente se aleja. Suspiro.
¿En la realidad ? Estamos tan separados como se puede. ¿Para la prensa y los fans? Seguimos juntos y más unidos que nunca. Si bien aún no hemos asistido a ningún evento juntos por mi recuperación, nos hemos dejado ver en las calles para ser capturados por las cámaras de periodistas curiosos buscando por el último chisme. Cherry nos informó que estos meses estarían arriba nuestro buscando todo lo que pareciera raro, que no dejarían escapar nada nuestro porque volvíamos a ser el ojo del chisme y nos mantendríamos así por un tiempo.
Me doy cuenta el gran esfuerzo que hace Connor para mantener las apariencias. Con poca fuerza mantiene su mano detrás de mi espalda, para los demás sería el mismo gesto que hace meses atrás, para mi no es lo mismo, no es la misma fuerza, el mismo tacno, no es real. Los mismo pasa cuando sostiene mi cintura mientras saludamos a las otras personas del equipo al entrar en el estudio y que no se animan a acercarse a Connor por miedo a su ceño fruncido.
Pongo los ojos en blanco al ver esta situación. Connor es la persona más perfeccionista que conozco en el trabajo y quiere que todo el mundo cumpla con sus tareas correctamente, llegando al nivel de insoportable e irritable si no se cumple. Pero en la intimidad es todo lo contrario. Es protector, amable y dispuesto. Hasta ahora mismo que esta actúa receloso y hostil conmigo sigue siendo así atento, ni hablar con Eric, puedo jurar que es una persona totalmente distinta. No puede darle un «No» como respuesta ni por casualidad.
