La semana más larga

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Capítulo 13

Mis ojos se asemejaban a las rocas, pesadas y difíciles de mover, era aterrador siendo sincera, había algo que me impulsaba a abrir los ojos y levantarme, pero esta vez, fue como nunca antes lo más cansador de hacer en mi vida. Siendo yo ya levantada por las fuerzas más místicas, invisibles y poderosas, un dolor intenso apareció, se sentía como si mi brazo izquierdo estuviera en llamas en ese mismo instante, había un señora herida en mi extremidad lateral, realmente grande y dolorosa.

Por un momento pensé que alusinaba, pero no, estaba en otra habitación y ni siquiera recuerdo que pasó minutos antes, porque para tener esa cosa molesta en el bazo, no creo que fue algo cotidiano lo que me pasó.

Un montón de ropa acumulada en sillas y el mismo piso y una armas en el suelo fueron mi primer panorama. El segundo apareció cuando detallé el filo del costado izquierdo de la cama, Rap Monster está dormido, con su cabeza en un extremo de la cama, sus manos ocupadas por gazas sangrientas y una botella de alcohol a su lado.

-RapMon- dije moviendolo un poco de lado a lado.

Instantáneamente abrió sus ojos rojos y llenos de cansancio, registró la situación en su cerebro y luego de mirarme con su vista fría reaccionó. Todo en unos cortos segundos que parecieron casi eternos.

-Ya despertaste preciosa- dijo con voz muy ronca- perdón, no lo vimos antes. Creo que será mejor conseguir otro lugar.

Las cosas se me enredaron, primero por que me llamó preciosa y segundo porque ¿qué quiso decir con "no lo vimos antes" y " creo que será mejor conseguir otro lugar"?, luego que informen, no puedes andar por la vida sin decirle nada a nadie y que sin más ni menos llegues y digas algo como "porque sí".

Su fría mirada se transformó a una de suplica aún siendo fría, eso era respuesta a que yo no le decía nada, sólo trataba de que mi mente reorganizara las cosas para responderle algo coherente y que transmita lo que siento, pero con mi silencio quizás le quedó claro.

-y te refieres a.- alargue.

-a que te hirieron por mi culpa- bajó la cabeza- por mi jodida culpa.

-¿que fue lo que pasó?

-alguien trató de dispararte, pero solo te rozó la bala. Fuiste muy afortunada.

Si bien la compañía de estas personas me haría daño, había algo en mi que me gritaba desgarradoramente que siguiera " ayudándolos ", aunque algo muy en el fondo me susurraba que les gritara que se largaran... Prefiero ayudarlos, no se porque pero creó que no me arrepentiré.

-No se van a ir, solo, hablaremos con el de esta zona y...

-No lo sé- me interrumpió- tenemos que cuidarte más ahora.-dijo en tono cortante

Se levantó y me dio una ultima mirada brillante y tímida, pero fría, antes de desaparecer por el rectangular marco de madera.

Si me pidieran decir la verdad, diría que tengo un profundo miedo por el hecho de que estén aquí, creó que a mi madre le daría un paro cardíaco si se da cuenta que hay 7 hombres armados en mi casa, pero por otro lado... No le tengo miedo a la muerte, porque también se que así como pueden sonreirme, realmente pueden matarme.

Dejé a la pereza de lado y me animé a levantarme, con largos y arrastrados pasos salí de la habitación, las luces del pasillo están apagadas y sólo al fondo se ve la sala iluminada. Los chicos están concentrados frente al televisor, parecía que ni se inmutaban de mi presencia.

-Chicos, yo no quiero que se vayan.

- Mira Lea, tú eres nuestro reen- dijo Suga sin mirarme- tienes muchos beneficios tanto con nosotros como con varios de aquí, no nos largarermos porque eres como una especie de escudo para nosotros... Así que no te preocupes.

Me miró de reojo y luego fijó sus ojos en RapMon quien me miraba fijamente.

- Oigan, vamos a quedarnos por un tiempo aquí, quizás sea normal que nos unamos mas, ¿no?- articuló JungKook.

- Además, no está de más ayudarte con tus fotos, ¿cuando las tomarás?- dijo Ho Seok.

-Pues, quería- me quedé callada unos segundos- nada, olvidenlo.

-¡oh vamos!, se que quieres fotografiarnos al natural, ya lo hemos hecho antes, una foto más una foto menos.

Los miré por un momento y luego asentí con una sonrisa tímida.

Ya todo estaba en mi cabeza, haría retratos, no esperaba tener la mejor calificación, pero que puedo hacer, mi compañero no está y tengo que por lo menos hacer las fotos. Contaba con la fortuna de tener sierto tiempo para entregar el portafolio.

Dos días después de tomar retratos sobre cada personalidad y luchar para que Sam no me preguntara porque tenía una herida en el brazo, conseguí tener un buen trabajo que terminó por gustarme, pero el retrato que más me gustó fue el de Nam Joon.

Miré la foto detenidamente desde la cámara numerosas veces, los ojos del joven estaban semi-dilatados y puestos en un punto fijo cerca de mi, su cabello rubio oscuro y especialmente despeinado que cae sutilmente en su semblante con expresión neutral-intranquila, sus hombros caídos sugieren depresión, hay algo que no puede hacer y sus puños están cerrados, está frustrado. Sencillamente me encanta esta foto, a simple vista parece que solo está sentado en una silla con los hombros encorvados, pero lo que muestra es su frustración e impotencia. Algo que le pasa.

Tuve que dormir en el sofá durante mucho tiempo, esta vez Nam Joon está frente a mi con una taza llena de café cargado sin azúcar, uno de los dedos de su mano no para de moverse mientras el hace una especie de puchero y mira a todas parte, sus ojos parecen brincones, no se quedan quietos.

Ya son las 12 de la noche y no consigo dormir, RapMon tampoco lo logra al parecer. El ni siquiera puede verme a los ojos por unos 6 segundos.

-¿que es lo que te pasa? tus ojos parecen más enérgicos que Tae Hyun- dije sentándome.

-No es nada, solo duerme- se levantó.

Sacó de su bolsillo una caja de cigarrillos azul y la contempló como si realmente lo deseara, pero nunca sacó nada de ella, sólo la devolvió a su bolsillo y siguió con su impaciencia.

Ya eran las 8:30 am, mi organismo se había vuelto realmente loco, no había podido dormir en lo absoluto. Los chicos hacían mil cosas mientras yo sólo los miraba con desánimo. No lo he mencionado, pero ellos son diferentes ahora, parecen más humanos que antes,excepto Nam Joon, el siempre es raro.

Solo comimos sin decir nada, de alguna forma, una extraña forma, todos nos veíamos incómodos y cansados, bueno lo de cansados tiene su explicación, pero lo de incómodos no.

Pasé el día terminando algunos trabajos y pensando por primera vez que demonios le iba a decir al propietario de la vivienda. "Disculpe, es que unos 7 muchachos están en mi casa ahora, y ellos son 'gente mala' y un tipo de al lado de la casa intentó matarme, disculpe por la ventana rota, le juro que la próxima vez que intenten asesinarme seré cuidadosa con sus vidrios".

Obviamente no puedo decir eso. Pensé.

-Nosotros pagaremos para arreglar esto, y tiene que ser lo antes posible- dijo J-Hope.

-Eso espero, porque o sino van a matarme.

-¿quién?- apareció de repente JungKook-¿dónde lo encontramos primero? ya quiero golpearlo o golpearlos.

-Mi mamá y mi abuela, no puedes matarlas, ellas te matarían primero y cocinarían una rica y sustanciosa sopa con tu carne.

JungKooK empalideció y luego sacudió la cabeza. Solo le di una sonrisa calmadora y me senté en mi escritorio, no puedo dormir aquí hasta que lo arreglen.

-No te preocupes, o por lo menos no por eso- dijo V.

Lo miré extrañada, pensé que los atentados contra mi vida ya se habían acabado hace días.

-No lo escuhes, sólo son nuestros problemas, tú preocupate por no decir nada de nosotros y con eso te basta- habló algo cortante Nam Joon.

Seguro si se van, quedará un vacío en mi... O me matarán, creó que más la segunda que la primera.

Hasta me caen bien los hormonales estos.

Cuando choqué contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora