Fase 2: muerte

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Capitulo 24

Según médicos cuando el cerebro sufre una sacudida repentina y es inducido a chocar contra la superficie ósea, ocurre un aturdimiento, estrellas aparecen frente a tus ojos y un desvanecimiento está propenso a llegar, conmoción cerebral. Eso fue lo que pasó al ser empujada contra una de los laterales de la camioneta. Al fin hubo silencio, había perdido el conocimiento.

Ya mis ojos se habían abierto numerosas veces pero no percibí nada, una habitación, una ventana, una puerta, mi deshecha apariencia y mi conciencia. Qué se podía percibir ahí? Nada.

-Arriba...

No puedo contar el tiempo que estuve en la misma posición, con los ojos abiertos y la cordura cerrada, pero en escala de cero a diez puedo decir el dolor que significó que me levantaran del suelo y me enderezaran. Diez de diez.

-No entiendo las compras del jefe, parecen insignificantes, ni siquiera sirven para sobras...
-Lo sé, lo sé. Pero quizás nos quede algo para nosotros.

Toda mi vida he sido una persona que observa mucho los lugares a los que va, hasta la más pequeña mancha en la pared es captada por mis pupilas. Y es que así como observadora puedo ser ciega, hasta el punto de llegar a otra habitación sin si quiera haberme dado cuenta.

Hasta esta punto de la historia, no soy ni quiero ser consciente de lo que pase, es que solo es de pensarlo un poco, qué es mejor, esforzarte por sobrevivir cuando sabes que no tienes escapatoria o hacerte el muertito.

-Es un placer tener aquí a la tan famosa Leandra, un gusto querida.

Toda su presencia estaba dirigida hacia mi, su rostro tenía una expresión tan fría, que casi podía decir que parecía una estatua con dolor de estómago.

-vamos Lea, cuéntame cómo está tu padre, Sigue siendo tan testarudo?

-No tengo padre...

-claro, tu mamá se reprodujo por esporas. A mí no me engañas Larusso.

Levanté la cabeza y lo observé detalladamente, esos ojos de seguridad me daban un escalofrío inigualable, pero la cosa no era solo su mirada, sino que había mencionado una parte de mi historia que estaba hasta ahora totalmente oculta.

-Creías que nadie lo sabía?

Cuando tenía 6 años, mi papá nos abandonó, por esos tiempos mi madre se sintió muy herida y decidió cambiarnos de apellido, así que hace muchos años, no había escuchado ni mi nombre completo, ni ese horrendo apellido.

-cómo sabe eso?- La preocupación envolvió mi voz de una forma estresante

-Donde está tu padre?

-No siquiera recuerdo su cara, voy a saber dónde rayos está.

-se que ellos te contaron todo, y que les diste toda la información que necesitaban y por eso te vendieron...

Cada palabra de convertía en un paso, era como si un gran sombra se acercara a mi.

-Pues lamento informarte que no sé de que me hablas. - Musité con rabia.

El castaño hizo un gesto con sus dedos y después de mirarme severamente se dió la vuelta.

No sé qué habría sido mejor, quedarme callada o no haber nacido.

Ahí me encontraba horas después de golpes e insultos, inmersa en un mar de llanto y con tantas ganas de que terminaran con todo y mi existencia fuera solo un hecho de 18 años de antigüedad.

No sé cuántos días pasaron, no sé si fueron horas o los mismos segundos, pero cada vez la intensidad de ser castigada por algo que ni yo misma sabía era perturbadora.

Intenté escaparme infinidad de veces pero el espectro malévolo que tenía como guardias, no perdonaban nada, y ellos no permitían casi ningún error en su vigilancia, tanto que la pequeña ventana que se encontraba en la parte más alta de la habitación, fue reforzada para que como tantas otras veces, no intentara escapar por ahí.

-Lea, sé que tu papá estuvo involucrado en todo esto, ese dinero no puede caer en las manos equivocadas.

-Cuantas veces debo decirte que ni siquiera me acuerdo de él?... No lo conocí bien, el no estaba en casa nunca.- Dije tranquilamente.

Y entonces, fue la primera vez que me cambiaron de lugar. Logré ver por completo el lugar en donde estaba.

Todo era tan iluminado, lleno de ventanales y adornos simples que hacían ver el lugar más acogedor, incluso l habitación donde me encerraron esta vez era tan pacífica.

Cuando estás tanto tiempo solo y no hablas con nadie, aprendes a escuchar muchas cosas, y ese fue mi caso. Una gran cantidad de guardias saldrían hoy y se trasladarían hacia otro lugar más importante, aquí solo se quedarían 20 personas cuidando de Paul, quién era la persona que siempre me hacía preguntas estúpidas sobre mi padre.

Era el momento perfecto, necesitaba escapar, después de meditarlo tantas veces, no era muy conveniente morir aquí, así que por lo menos espero que encuentren mi cuerpo a mitad de camino.

El plan era completamente perfecto, según yo, pediría permiso para ir al baño, en la ventana del baño quepo perfectamente, pero antes debo ver la cantidad de guardias que se encontraban abajo y además de eso, debo medir todas mis energías, puesto que era difícil caminar por las heridas en mis piernas.

-quiero ir al baño- Le dije seria a un guardia que cuidaba mi puerta.

Después de una mirada de descontento, cerró la puerta en mi cara, puedo jurar que quedé sin nariz.

A veces piensas que es mejor rendirse y solo deja que fluyan las cosas... Bueno, ese no era mi momento de desistir, así que hice cuánto ruido pude, golpee la puerta en unas diez mil formas, canté con la gloriosa voz que me dió el señor, hasta quedarme casi sin voz, pero todo daba el mismo resultado, un gran no y un golpe que aumenta exponencialmente como mis ganas de no nacer.

Después de tanto tiempo mirando hacia el cielo, ya hasta pude saber qué hora era, así que la situación actual es... 5 de la tarde y sigo metida en el cuarto, ya muchos camiones habían salido, ya no quedaba casi nada, hasta que la salvación vino a mí.

Se escucharon fuertes disturbios en la casa, percibí sonido de los zapatos de los que me "cuidaban", desde la ventana se ve como hay un envuelto de gente con armas relativamente pequeño.

Traté de abrir la puerta, pero era más que imposible.

-Piensa Lea, piensa...

Una voz áspera retumbó mis oídos, ni siquiera se le entendía lo que decía, pero mi única reacción fue esconderme en un pequeño armario de la habitación.

Los disparos fueron muy fuertes y mi miedo crecía cada vez más.

Por la rendija del armario, pude ver un hombre alto y robusto, inspeccionó la habitación y luego se retiró.

Perfecto...

Esperé unos 10 minutos y lo primero que se me vino a la cabeza fue correr hasta la salida, correr como si no hubiera un mañana, así que eso hice.

Pero algo debía salir mal en un plan de Lea, como siempre... Algunos disparos empezaron a ser dirigidos hacia mi, la cosa se tornaba fea, pero peor fue el susto que me pegué cuando alguien me agarró del cabello, y puso un arma en mi cabeza, lo último que escuché fue el craqueo del arma para ser disparada.

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Hola, espero que le haya gustado el capítulo, la verdad demoré en subirlo porque dije que quería que llegaremos a la meta de 50 fav, y hace poco se cumplió, así que voy a poner la misma meta para subir capítulo, entonces espero que le den mucho amor y lleguemos pronto, gracias por leer '*-*













Cuando choqué contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora