Capítulo 23
Siendo un acto de segundos, el sepulcral silencio desapareció, dándole cabida a una voz rasposa y femenina.
-¡Vamos bebé! a que no me extrañabas.
-Te gusta que la gente te repita las cosas ¿qué haces aquí?
Con cada palabra pronunciada, yo daba un paso, hasta alcanzar a notar la rígida postura de Nam Joon.
-Vengo a verlos ¿qué acaso eso es un delito? si entonces lo es, soy culpable de preocuperme por el estado en el que se encuentran...
Caminé más hasta llegar a ser vista por todos, atrayendo sobre todo la severa mirada de Rap Mon. Y es que si no hay balas, entonces simplemente podía llegar a ser un espectador más, al fin y al cabo, ellos estan en mí casa, con mis reglas y mi autorización, que ya todos sabemos que nadie escucha, pero en mi mente funciona igual.
-Nam Joon- Nombró la recíen llegada- vengo también por nosotros, sabes...
Se sentía un pequeño quiebre en su en su voz, uno que no parecía digno de aquella mujer, con rasgos fuertes y estilo atractivo. La observé detalladamente, cual escaner, ella era casi tan alta como Nam Joon, con una mirada tan frivola, que sabías o llegabas a suponer, cual era su ocupación en la vida.
-Mira- Rap Monster se acercó lentamente a ella-no estoy interesado en un nosotros, aún si solo quieres unir bandos, no me llama la atención en lo absoluto, nuestros negocios son distintos...
-¿Cuáles?-interrumpió luego de darle un leve empujón.
-Tengo otros... intereses.
-¡Bah!- exclamó fuertemente haciendo a un lado parte de su gabardina de cuero rojo, dejando ver su camisa blanca al poner una mano en su cadera- ¿Me crees tonta?
Ella volteó a verme, sus ojos caoba penetraban mi craneo como si se tratara de un taladro. Apretó sus dientes e hizo sonar sus tacones contra el piso al acercarse a mi, aún sin quitarme las luces de encima. Jin se sobre puso entre ambas y con una sonrisa nerviosa dijo casi inaudible.
-Ella no es tu problema...
Acariciando la mejilla de Jin- Ella es la manzana de este discordiado lugar, querido- Dijo araganamente.
-Muy bien, parece que todos estamos metidos en este en este embrollo-Alzó la voz la rubia de largas pestañas- ¿cuándo harán la venta? deben decirme , para hacer la subasta.
Hasta donde me alcanzaba la vista, los pálidos labios de esa mujer, rozaron levemente los de RM. Él, ni siquiera le regaló una mirada. Repicó el golpetéo de eso zapatos negros hasta la puerta, junto con una risita pícara, desdichada y dejada. El lugar volvió a su fúnebre estado. Era como si el profesor Emmet brown hubiera hecho una máquina que en vez de volver al futuro, paralizara el tiempo. Cada uno quedó en su propio estado de catarsis pura.
Los fragmentos de luz de luna entraban sutilmente por la ventana. Ya días y noches habían pasado desde la llegada de la extraña rubia. Las cosas habían transcurrido de una forma monótona, iba a mis clases, ellos me acompañaban, RM a veces salía de casa. En fin, el vainén de monotonía se había convertido en un constante cuestionamiento de si realmente ellos tenían algo que hacer, o solo estaban ahí para aprovechar sus armas y tener comida y casa gratis.
Alguien se había posado a mi lado, la mirada oscura de Nam Joon se había puesto sobre mi. Su aspecto estaba un poco dejado. Su cabello, más largo, algo de barga y una ojeras moradas casi azules que contrastaban con el trigueño color de su piel.
-Nunca hubiera pensado en enamorarme así de una persona...
Miradas de mofa no le faltaron, para hacerle entender mi posición de confusión.
-Lea...-su mano acarició débilmente mi mejilla- te amo.
-Claro, y yo soy batman. No deberías drogarte tanto.
-Te lo juro- Sonrió-eres lo unico que quiero en mi vida. Todo este tiempo he pensado que eres hecha para mi, porque cuando tus hermosos ojos se posan sobre los mios, siento que eres la sangre que pasa por mis venas y me hace vivir, es...
-¡Estás loco!- Sonreí- cómo puedo creerte? ni siquiera puedo considerarte mi amigo.
Un vértigo fatigante, la subida a un abismo de infinita profundidad, en donde el placer más exquisito es dejarse caer y morirse infinitamente en múltiplos de mil. Éso sentí cuando su boca impactó suavemente con la mía, más suave que una nube en el claro cielo. Ni siquiera pensé en si alguien vería o no, simplemente continué besándolo, para enamorarme con cada movimiento que hacían nuestros labios, con una sincronización digna de premiar olímpicamente.
-¿Me amas?- Preguntó ahogadamente.
-Te amo- respondí en un susurro tan inaudible, que puedo jurar que solo su mente y la mia lo escucharon.
Cambiaron las cosas, su inclemente odio hacia mí, bruscamente había cambiado por un amor novelezco, empalagante y llenador. Tan convencida y tan encantada que yo misma olvidaba el hecho de que habían más individuos en el mundo. Éso sí fue repentino, supongo que, el amor es así, en el momento en que lo sientes, eres una bomba de tiempo.
3:30 de la mañana, el amor no me dejaba dormir ni escuchar, ¡ay de mi! cuando de un portazo me levantaron dos de los habitantes de la casa, violentamente Jung Kook y Jin, me tomaron ambos de cada brazo, y como si fuera una ladrona me arrastraron hasta afuera de la casa. Me sentía perdida, no sabía que dimensión era ésta, hasta que la risa profunda y desgraciada, una que jamás había oído, salió de los labios de RM, me miró apenas de re ojo.
-Lea, Lea, Lea-musitó con un cantadito irónico- ¿cuándo aprenderás Lea?
un alto y calvo hombre, le entregó un saco a Jimin, este lo abrió y sacó dinero de el, su semblante mostraba una satisfacción monstruosa.
Me tomó del brazo y me jaló hacia el-¿Cómo pudiste bajar la guardia?, acaso crees que podría enamorarme de alguien como tú?- la avaricia apareció en sus ojos- Nunca Lea, Nunca.
La persona que me había confundido unas semanas atrás me abrazó.
-Nunca- otra vez en un susurro de mente a mente.
En escasos segundos, me hallaba metida en una gran camioneta, dando patadas y gritando con desesperación. Nadie escuchó. Ni yo misma había logrado escuchar mis gritos, de una forma empalagosa, el único sonido que logré interiorizar, fue el de mi corazón haciéndose añicos, junto con mi dignidad y el "nunca" de Nam Joon...
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Cuando choqué contigo
FanfictionLa vida está llena de hechos traumáticos, el mismo nacimiento, la pubertad, la pubertad dos, absolutamente todo es un caótico remolino de sentimientos y pensamientos que en parte son nefastos para la sociedad. Siempre creemos que tenemos todo y que...