El nuevo

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Capítulo 17

Gota tras gota sonaba sobre el cristal, el olor y ese ambiente frío hacia mi estancia en cama más entretenida. Con el despertador ya debajo de la cama y la obligación de ir al instituto, me despedí con una última estirada de mi cama para  poco a poco ir dejando el confort de lado, el día tenía que comenzar con la rutina.

Unas cuantas discutidas con el Sancos de hueso, unas cuantas molestadas y ya, por último quedaba irme de una buena vez.

-¡ahí se ven! - me despedí meneando la mano.

Sam no dejaba de hablar sobre esas cosas raras de siempre, nunca podemos hablar de unicornios ni ranas con alas porque la muchacha quería hablar de sus cosas bizarras y tremendamente entretenidas,  las cosas que a ella le gustan y que al resto de la humanidad nos da cosa a más no poder.

Entre el bullicio estudiantil, un chico extraño entró por la puerta, su piel parecía brillar cual vampiro de crepúsculo, y sus rizos anaranjados llamaron mi atención, no porque su rostro me transfiriera esa belleza, sino porque nunca lo había visto aquí. Tenía audífonos colgados en su cuello y de su semblante intranquilo se derramaba esa cosa llamada nervios de nuevo estudiante.

Los primeros días en lugares a los que no estas acostumbrados no son la cosa más espléndida y flamante que puedas tener, así que mi espíritu hablador salió y me animé a llamarlo.

-Hola -  agite mi mano para que supiera quien le hablaba.

-¿qué haces? - cuestionó Sam en un susurro bastante audible.

El nuevo se acercó con timidez.

-Sientate ahí,  no hay nadie.  Me llamó Lea y ella es...

El codo de Sam impactó en mi abdomen por "accidente". Sam siempre tan expresiva y calurosa, brinda su amor a todos.

-¿Quién eres tú? - preguntó Sam entre dientes.

-Soy Matthew Mcgonagall, vengó de...

Su acento, me resultó extraño pero bastante cautivador.

- Te pregunté quien eres, no tu vida... Bien- dijo mirándome- soy Sam.

El chico tomó asiento y luego sonrió.

-Entonces, Matthew,¿ el lugar de donde vienés es?

El pelirrojo se tensó un poco, parecía que yo lo estaba regañando, luego de detallar mi cara dijo:

-Soy del sur- dijo mirando al frente.

-pero eres un pinche vampiro.

-¡Sam!.

-No hay problema, aunque lo intente nunca he podido broncearme, sólo errojezco y luego vuelvo a lo mismo.

-Raro, tenemos que aplaudirte por eso.

Le di una mirada de soslayo.

La piel de Matthew es tan blanca y tersa que parece porcelana y más con ese largo y rizado cabello rojo, resalta más entre todos.

5 de la tarde, ya habíamos terminado de hacer el trabajo en el estudio, y nada de lo que se hace en el estudio de grabación es fácil, puedo decir que te diviertes mucho, bueno, estando yo y haciendo dar sustos a todos hace que sea muy divertido.

Mis extremidades no aguantaban más, nada de lo que hice era calmado y pues personas comunes terminamos cansadas, Sam, como lo he dicho no es común y a ella le vale la vecina el cansancio.

- Mat - llamé su atención - ¿que tal el trabajo?, veo que ya hasta tienes unos cuantos moretones.

Miró sus brazos y luego miró los míos.

Cuando choqué contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora