Daylight

1. Astro.

Hola!! He vuelto, es mi segunda novela. Para serles honesta yo no le voy al Pachuca pero Kevin es uno de los jugadores que me gustaría se fuera a Tigres, incluso hace tiempo hubieron rumores pero como sabemos, se quedó en Hidalgo. Ahora, Kevin es conversación de medio México gracias al mundial, esperemos que les guste esta novela a todas ustedes que cayeron aquí mientras buscaban alguna fanfic de Álvarez. 

Antes de comenzar formalmente; esta novela contendrá capítulos fuertes, por lo que leerás bajo tu responsabilidad. No me hago responsable por antojarles cosas que todas queremos hacerle al niñito Kevin. 

Les invito a pasarse por Un beso siempre cura cualquier herida, novela con Sebastián Córdova. 

Sin más por el momento... Cap. 1
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ATENCIÓN. Contenido sexual explícito!

Tenía el corazón roto; llevaba un mes escondida debajo de mis cobijas desde el momento en que llegaba del trabajo. Tenía el corazón roto; llevaba un mes sin salir de esas cuatro paredes más que para trabajar. Tenía el corazón roto; durante un mes mis amigas me marcaban y yo jamás contestaba. Tenía el corazón roto; durante un mes pensé en nada más que salir una noche y volver a disfrutar de mi soltería e ir por la vida haciendo y deshaciendo.

Mi relación de 4 años, con pedida de mano y fecha de boda separada, mi ex pareja había decidido engañarme con una "nada que ver, mi amor, solo somos amigos". Mi relación de 4 años, donde ya vivíamos juntos y nuestros padres ya se conocían, había tenido el descaro de traer a nuestra casa a esa rompe parejas.

Aquella tarde tomé el teléfono, mandé un mensaje al grupo de mis amigas

Yo: ¿Pueden Astro hoy?

Aydee: Claro, nena.

Alex: ¿Nos vemos en tu depa y nos vamos?

Yo: Sí. Las espero aquí, llego del trabajo a las 6.

Aydee: Llego a las 9

Alex: Same. Besos.

De unos meses para acá, era todo lo que hacíamos nuestros fines de semana.

Astro era uno de los antros más famosos de la ciudad. Solíamos ir cuando una de las tres pasaba por algún momento fuerte, corazón roto, problemas familiares, económicos, cualquier situación que requería de despejar la mente.

En espera de las chicas vestía un corto y rojizo vestido que llegaba justo debajo de mis glúteos. Unos tacones cortos nude, mi cabello alaciado justo por debajo de mis pechos, maquillaje relajado pero mis labios pintados de rojo sangre. Hoy iba a vengar mi corazón roto e iba a disfrutar de mi soltería.

-¡Caramba! -Soltó Aydee mientras chiflaba al verme. -¿Y esos labios rojos?

-Era necesario soltar a la Yvonne soltera de hace 5 años atrás. -Le respondí.

Su vestido era verde esmeralda un poco más largo que el mío y sus tacones eran más altos que los míos y color negro.

-¿Cómo has estado, querida? -Preguntó mientras se sentaba en la mesa.

-No quiero hablar del tema. No hoy. -Negué y al mismo tiempo la puerta se abría de par en par.

Alex la mayor de las tres pocas veces solía vestir provocativamente; pero esa noche era especial. Su vestido azul a pesar de llegar a sus rodillas tenía un escote provocativo.

-Buenas noches, nenas. -Se acercó y nos plantó un beso. -¿Listas para mandar todo a volar? -Tomó mi mano y asentí junto a ella.

Eran las 10pm, veníamos en un Uber puesto que estábamos dispuestas a embriagarnos. A pesar de ser viernes el lugar estaba a reventar de gente; jamás pedíamos VIP, pero siempre encontrábamos manera alguna de llegar a esas mesas. Teníamos nuestro pasado, habíamos aprendido la una de la otra a ser culeras. Las tres estábamos solteras; un caos total.