12. I can't say hello to you and risk another goodbye.

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Aquella tarde el juego era vs Pachuca, y yo era la encargada de la animación; por lo que las probabilidades de toparme al menor eran muy altas.

Vestía el jersey de Tigres, unos jeans y aquellos tenis blancos. Me gustaba trabajar ahí. Veía los juegos de forma gratuita y en cancha. De mi cuello colgaba el gafete de "organizadora".

Faltaban cerca de 40 minutos para que los equipos llegaran. ¿Yo? Me moría. Y a decir por la cara de Karen, mi nerviosismo era más que notorio.

-¿Has sabido algo? -Negué. -¿Y sí viene? -Asentí.

-Es parte del 11 inicial. -Acomodaba unos papeles en mi escritorio.

-Yvonne. -Armando, de seguridad, me llamaba desde la puerta de la oficina. -Pachuca ya llegó. Y buscan a la persona de organización.

-¿Qué? -Dejé los papeles en el escritorio y caminé nerviosa a él.

-Están acomodando el camión para que los jugadores bajen, pero han preguntado por usted.

-¿Quién? -Le pregunté mientras salíamos a la zona de autobuses.

-Su director técnico. -Soltó.

-Buenas tardes, Sr. Almada. -Le saludé una vez que había bajado. -Yvonne Monroy.

-Buenas tardes. ¿Es usted la organizadora? -Tendió su mano a mí y la estreché.

-Sí. ¿En qué puedo ayudarle?

-Debido al clima de Pachuca no podremos regresar el día que teníamos planeado, y por el momento no hay vuelos. ¿Podría usted apoyarme a la búsqueda de un hotel donde podamos pasar estos días?

-Claro que sí. -Saqué mi Tablet y anoté. -¿Cuántas personas vienen?

-Somos 35 personas, ya contando jugadores.

-Perfecto. ¿Problema con que sean dos hoteles diferentes? Debido que son demasiados no sé si encuentre un hotel para esa cantidad de personas.

-No, nosotros nos organizaremos según lo que ustedes nos den.

-Perfecto. Hablaré con mi equipo para conseguir un hotel.

-Gracias, señorita Monroy.

En todo momento no bajó ni una sola alma de aquel autobús.

-Karen. -Hablé por radio.

-Dime.

-Podrían buscar un hotel para la estancia de Pachuca, no hay vuelos de regreso debido al clima de allá.

-¿Cuantos días, cariño?

-Según internet hasta el lunes estará un poco mejor el clima.

Aquella conversación pasaba cerca de los vestidores de visita.

-Claro, Yvonne. Oye, ¿le has visto? -Preguntó. Aquella línea era exclusiva de ambas.

-No. Pero estoy más preocupada por encontrar un hotel para 40 personas que verle.

-Eso quería oír. -Sabía que sonreía. -¿Que harás si lo ves?

-Pues nada. ¿Qué puedo hacer?

-Solo espero que no arruine nada de lo que has logrado...

Entonces le vi y la voz de Karen se fue disminuyendo.

Aquellos cabellos negros ahora estaban teñidos de rubio. Sus ojos conectaron con los míos y por cuestión de milisegundos, juraría ver una sonrisa en sus labios.

DaylightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora