Durante la noche apenas cerraba los ojos y las imágenes de Max volvían a mí. Los gritos asustaban a aquel cuarteto quienes entraban corriendo a la habitación. Sus intenciones de que durmiera eran en vano. Mis ojos no podían cerrarse sin acordarse de lo sucedido.
-Hola, pequeña. -La voz de Aydee me hizo girar mi mirada a la puerta. -Hemos hecho unos chilaquiles. Rojos, como te gustan.
-No tengo hambre. -Solté sin más.
-Necesitas comer. -Aquella voz que tanto quería oír apareció.
El morocho caminó a Aydee y tomó el plato de sus manos.
-Los dejo solos. -Soltó la rubia para salir de la habitación y cerrar la puerta tras suyo.
-¿Estás bien? -Me senté para verle mejor.
-Tranquila, no ha pasado nada. -Se sentó a mi lado en la cama. -Necesitas comer.
-No tengo hambre.
Estiró el plato a la mesa de noche y me miró tranquilo.
-Mi niña, sé que lo que pasó ayer fue horrible. Que se tiene que hacer justicia, pero necesito que estes fuerte para todo lo que se viene. -Sus manos llenas de golpes tomaron las mías.
-Pero no tengo hambre. -Sus dedos acariciaban mis manos.
-Me dijeron que no has dormido y tampoco has comido, Yv. Necesito que hagas un esfuerzo. -Me miró suplicante. -Por favor, por mí. -Asentí levemente mientras él tomaba el plato.
Mis manos no tenían la fuerza para tomar el plato ni levantar el tenedor por lo que el menor daba pedazos de comida a mi boca, me sentía inútil pero mis manos no podían dejar de temblar.
-Ya no quiero. -Solté cuando llevaba poco más de la mitad.
-Bueno, has comido algo, al menos. -Colocó el plato en la mesita.
-¿Te puedes quedar conmigo? -Pregunté mientras tomaba su mano libre.
-Claro. Dame espacio. -Levantó su cuerpo de la cama para volver a acostarse a mí lado. -Ven.
Estiró su brazo para acomodarme en su pecho, sentía sus manos acariciar mi espalda y parte de mi cabello. Todo se volvió negro, no sé por cuánto tiempo, pero entonces aquellas imágenes volvieron a mis sueños. Los gritos volvieron y en cuestión de segundos Kevin estaba frente a mí.
-Aquí estoy, Yv. -Soltó mientras se sentaba en la cama. -Solo fui al baño.
La respiración agitada aumentó al ver a mis amigos entrar de golpe.
-Todo bien. Otra pesadilla. -Solté cuando recuperé la respiración.
-Hemos pedido de cenar, vengan. -Nos miró Noah. -¿O lo quieres aquí?
-¿De cenar? ¿Qué hora es?
-Cerca de las 9pm, dormiste casi 7 horas, Yv. -El morocho me veía. -¿Vamos a cenar?
La cena constaba de sushi, tacos y pizza. Tomé asiento en una de las sillas mientras veía a mis amigos acomodar la mesa. Todos comían de todo un poco, mientras que yo seguía batallando con un simple taco. El morocho estaba a mi lado y me miraba con preocupación.
-¿Podrías comerte el taco? -Me susurró. Negué. -Necesito que comas, mi niña. -Sus ojos veían mi perfil y me giré a él.
Siempre me habían gustado aquellos ojos, su nariz respingada, así como su cabello negro. Asentí.
Comencé a comer de aquel taco mientras veía a mis amigos platicar y contar alguna anécdota de Noah y uno de sus miles de ligues.
-¿Quieres probar este rollito? -Preguntó Alex. -Es de salmón, pero siento que podría gustarte.
![](https://img.wattpad.com/cover/328555892-288-k342331.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Daylight
FanfictionTenía el corazón roto; vengar mi corazón y disfrutar de mi soltería. Una noche; sexo casual. Mi debilidad; una sonrisa bonita. "Me gusta oírte gemir" sus palabras favoritas cuando follabamos.