18. High infidelity

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Las siguientes 2 horas pasaron tranquilas, entre papeleo actividades, una pequeña junta con Ernesto y Miriam sobre las actividades que se harían en Mazatlán. Para cuando recordé mi celular vibró notificándome un nuevo mensaje.

Estoy en el estacionamiento, te espero.
-LC.

Sonreí ante su mensaje y comencé a guardar las cosas.

-¿Otra vez en ese coche? -Soltó Vanessa mientras el carro de Chávez venía en dirección nuestra.

-¿Por qué no mejor se declaran su amor y dejan de molestarme? -Les miré con una ceja levantada.

-¿Te gusta el chico? -Preguntó Ernesto. Por algún motivo aquella pregunta me había puesto color carmesí. -Creo que ya no es necesario una respuesta, tu cara lo dijo todo.

-Solo ten cuidado, Vonny. -Me apodó Vanessa, era la primera vez en años que alguien me llamaba así. -A veces solo quieren... -Hizo un movimiento con sus manos, entendible a "coger".

-Lo sé. Tranquilos. -Les sonreí. -Nos vemos mañana.

Me despedí de aquel par para abrir la puerta del coche negro.

-Con cuidado, Chávez. -Soltó Vanessa mientras me subía. Mierda.

-Claro, Vane. No te preocupes. -Soltó el #24 con una sonrisa en su cara.

Cerré aquella puerta con un tono rosa en mi rostro.

-Hola. -Saludó el centrocampista.

-Hola. -Le miré.

-¿Te han dicho que sueles ponerte muy rojita cuando estas nerviosa? -Aquellos ojos miel miraban mi rostro. Negué. -Te ves bastante bonita así. -Entonces el calor de mis mejillas volvió. -Bastante.

Acercó su rostro a mi cara y besó mi cachete.

-Oye. -Solté. -¿Crees que podrías llevarme a un lugar?

-Claro. -Me miró rápidamente. -Dime.

-Hoy al fin llega mi carro, pero tengo que ir por él a una terminal... -Saqué mi celular. -Terminal de coches Garza, ¿conoces?

-Sí. Sé llegar. Pero necesito algo a cambio.

-No te preocupes, te pago la gasolina. -Solté mientras abría mi maletín.

-No. No quiero eso. -Giré a él. -Un beso. En la mejilla. -Soltó con una ligera sonrisa.

Acerqué mi rostro a él para besar castamente su cachete. Me alejé un tanto de él para verle con una sonrisa más amplia.

-A donde quieras te llevo si me gano más de esos. -Soltó mientras aceleraba el coche.

El camino bastó de mi trabajo y su entrenamiento. Bastante tranquilo.

-Iré a Mazatlán con ustedes. -Solté.

-¿Enserio? -Giró su rostro en aquel semáforo. Asentí.

-Ayudaré a Ernesto con la actividad que tienen pendiente, me enseñará cómo funcionan todas las actividades una vez que están de viaje.

-¿Eso quiere decir que tu estarás yendo a algunos? -Preguntó mientras aceleraba.

-Sí, no a todos, pero sí.

Aquel jugador se bajó conmigo para revisar que el coche estuviera bien. Todo en orden, papelería, el carro.

-Gracias. -Solté. Aquella tarde estaba nublada. -¿Te gustaría ir al departamento?

-¿Y Noah?

-Noah se refería a que no llevara a nadie para coger. -Solté un tanto penosa. Aquel chico se rio.

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