Daylight

19. The moment I knew.

Dudé ante su pregunta. Aquellos ojos marrones me miraban tranquilo. Quité el seguro y se adentró en mi coche.

-Buenos días. -Saludó.

-Buenos días. -Respondí seria.

El silencio reinó el lugar mientras yo veía carros llegar al estacionamiento.

-¿De qué querías hablar, Kevin? Tengo que entrar a la oficina.

-Solo quería pedirte disculpas. Ayer estaba platicando con... -Dudó. -Con alguien y me hizo entrar en razón.

Mis ojos estaban en su perfil mientras él hablaba.

-Te he perdido. Esta vez para siempre. -Soltó para después mirarme. Mis ojos se alejaron de su mirar.

-¿Por qué volviste con ella? -Mis manos estaban en el volante del carro.

-No quisiera hablar de eso contigo, Yvonne. -Soltó después de un rato.

-¿Habías vuelto con ella cuando fuiste a Monterrey? -Le miré con los ojos llorosos. El silencio de su boca me mataba. -¿Me pediste que regresara a Pachuca cuando ya habían vuelto, Kevin?

El nudo en mi pecho dolía más de lo esperado, me dolía pensar que por un momento fui "la otra"

-Pensé que no volveríamos. Pensé que tu no aceptarías. -Se excusó.

-Te acostaste conmigo cuando tú y ella estaban volviendo. Me pediste venir a Pachuca simplemente para tener de dos sopas, Kevin. -En ese momento mi cara era un mar de lágrimas. -Sabías que estabas con ella. Regresé aquí por ti, porqué quería arreglar las cosas contigo y al fin tener algo bien. -Reclamé. -Pudiste decirme algo, pudiste explicarme.

Giré mi cara a mi ventana para percatarme que el carro que estaba a mi lado era el de Chávez. Limpié mis mejillas para voltear al menor.

-Salte de mi carro, Kevin. -Mi mirada expresaba todo el odio y rencor que tenía por él en ese momento. -Salte de mi vida.

Aquellas palabras fueron como un arma letal para él, sus ojos comenzaron a lagrimear. Salí de mi coche esperando alguna acción de su parte.

-Salté, por favor. -Le dije desde mi puerta.

-Kevin. -Aquella voz detrás de mí me hizo cerrar los ojos. Sabía que seguía en su carro, pero no pensaba en que se bajara.

El mayor rodeó el coche, abrió la puerta del menor, le susurró algo a lo que Kevin solamente salió.

-De verdad lo siento, Yvonne. -Soltó desde donde estaba. -Fui una mierda contigo y tú no lo merecías.

Le miré caminar al estadio mientras que el mayor caminaba a mí. En ese momento lo supe. Se había ido de mi vida.

-¿Quieres hablarlo? -Preguntó mientras sus manos acariciaban mis brazos. Negué.

-Tengo que entrar. -Solté fría ante sus palabras.

Así sin más me alejé de él y caminé en dirección a los baños. Sabía que Luis no tenía la culpa de lo que Kevin me había hecho, pero no quería hablar con nadie, simplemente me sentía usada y un plato de segunda mesa. Limpié mi rostro, retoqué mi maquillaje, pinté mis labios y salí de los baños.

Parte de la mañana la pasé con Ernesto explicándome los proyectos que tenía pendiente con jugadores. Era una clase de preguntas sobre las cosas favoritas de jugadores. Chávez, Ustari y Álvarez, eran los faltantes al vídeo.

Caminábamos al comedor donde ya estaba lleno por los jugadores, sentí una mirada puesta en mí, pero siendo honesta no quería ver a Kevin y tampoco tenía cara para ver a Luis.