21. Mr. perfectly fine.

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-Odia dormir con la luz apagada. No le gustan los mariscos. Le teme a las alturas. -Comenzó a decir mis mayores miedos.

-Kevin. -Intentó hablar el mayor mientras me bajaba en la orilla de la playa.

-Tenía mis dudas, pero... -Se calló. -Reconozco bastante bien esas piernas que salen en la fotografía. -Soltó con un tono de superioridad. Giré mi rostro al mar. -Me lo merecía, tal vez.

-¿Tal vez? -Preguntó el #24 con un tono elevado. -La hiciste mierda. Jugaste con ella cuando ya estabas con Nailea. -Soltó una risa hipócrita. -¿Nailea? ¿En serio, Kevin? Después de toda la mierda que te hizo, ¿realmente volviste con ella?

-Claro, y ahí estabas tu para limpiar sus lágrimas. -Espectó. -Mentías tan bien cuando dijiste que no te agradaba. -La mirada de Luis cayó en mí. -Cuando te vi en Monterrey te lo dije, Yvonne.

-Pues fue lo único que dijiste. De lo otro no tuviste los huevos para hablar, Kevin. -Solté con rabia. -No vengas a decirme nada ahora. La preferiste a ella, así que ya está, vete con ella.

El menor bajó su mirada, intentó decir algo, pero simplemente se giró.

-Luis. -Volteó a él. -No la lastimes como lo hice yo.

Aquellos ojos marrones me miraron una vez más para girar su cuerpo y partir de ahí.

-Yvonne. -La voz de Luis intentaba llamar mi atención. -Lo que dijo sobre que no me agradabas...

-Tranquilo. -Le corté. -Sé que en su momento no fui de tu agrado. -Solté con mis ojos en él.

-Ahora eres más que de mi agrado. -Confesó mientras tomaba mi mano. -¿Entonces ahora puedo decir que eres tú? -Preguntó con su mano en mi mejilla.

-Me gustaría que pasara más tiempo, Luis. -Sus dedos acariciaban la piel de mi espalda. -Soy nueva en la institución y no quisiera...

-Entiendo.

-Si preguntan puedes decir que sí, pero solo si hacen la pregunta directa con mi nombre. -Aquella sonrisa apareció en su rostro.

Caminábamos en dirección al elevador para cada quién ir a su habitación. No había ningún tipo de roce por nuestros cuerpos, pero sus ojos miraban cada parte de mi perfil. Escuché el sonido de la cámara y le miré. Giré mi torso a él para dedicarle una sonrisa que fue capturada por su teléfono.

-Ven. -Jaló mi mano para tomarnos una selfie.

Su habitación estaba unas 5 puertas más adelante. Toqué la puerta acordándome que Ernesto estaría ahí.

-Pasa. -Se escuchó detrás de la puerta.

-¿Podrían ser más discretos? -Preguntó Vanessa mirando a mi acompañante quién solo se rio.

-Te veo en la cena. -Giró a ambos lados para asegurarse que no había nadie y besó mis labios. -Aquí apesta a sexo. -Soltó mirando a mis compañeros y huyó de ahí.

-Hijo de tu madre. -Soltó Ernesto.

-Tiene razón. -Solté entre risas.

-¿Ya es oficial? -Preguntó Vanessa mientras cepillaba su cabello mojado.

-¿El qué?

-Ustedes. Su relación.

-No somos pareja. -Contesté.

-Pero quiero decir que... -Dudó. -Bueno, se besan eso quiere decir que hay una atracción.

-Sí, y ambos lo sabemos. Pero no somos pareja. -Dije mientras sacaba mi ropa para bañarme.

DaylightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora