𝙽𝙴𝚆 𝙻𝙸𝙵𝙴 © [Killers 1.0]

Especial Navidad

SIPNOSIS

Caía nieve en mi rostro, pequeños copos, que venían con la heladez impregnada en ellos. Este ambiente era relajante, pero al mismo tiempo un poco exasperante. Respiré profundo y me quedé viendo por unos segundos el bosque, solamente siendo separados por una pequeña valla.

Toby...

—¡Hija, ven a probar estás galletas! – gritó mamá desde el interior de la calidez de la casa.

A pasos lentos pero firmes caminaba por la nieve, tenía sumo cuidado de no caerme y causar a mi familia una navidad trágica. Al sostener la perilla de la puerta me inundó una profunda tristeza de la nada, claro, y como no, me sucede todos los años.

Tantas cosas que pueden suceder en un año; conocer gente, soltar a otras, las tristezas, alegrías... y es a final del todo que se nota el valor que tienen hasta las pesadillas.

Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que mi conciencia solo volvió cuando ya me encontraba en la cocina y mi madre sin mas introdujo una galleta dentro de mi boca. La mastiqué, sintiendo la mantequilla, la vainilla, y la canela en polvo que tenia esparcida encima como decoración. Delicioso.

–¿Qué tal? –interrogó sin intenciones de ocultar su curiosidad por mi reseña.

Tragué y la miré divertida –Están deliciosas mamá, como todos los años, pero cada vez saben mejor. ¿O será que este año saben realmente especial?

Ella saltó en alegría.

–Eso es genial. ¡A tu papá le encantarán! Ahora que esta muchísimo mejor de salud y el examen de diabetes salió negativo, podrá disfrutar de lo que no pudo comer durante un año. Me enfoqué en sus sabores preferidos, en su caramelo preferido.

–Ya verás que no deja ni las migajas mami. Iré a mi habitación, estoy un poco cansada.

–Te noto de hecho un poco decaída mi amor, si quieres contarme algo...

–No, es solo cansancio– Le interrumpí.

–Claro, yo estaré aquí escuchando a aquella artista que me mostraste– puso su mano izquierda en el mentón– Apple, Adila... no, adi no era.

Sonreí ensoñada – Adele mamá. Es Adele.

–Exacto. El caso, aquí estaré mi niña, siempre estaré para ti mi amor.

Ella extendió sus brazos y acepté gustosa, la calidez de su cuerpo inundó el mío el cual estaba helado debido a la nieve. Y no pude evitar pensar en lo mucho que la extrañaré cuando se vaya. No tengo ni idea de como haré cuando mi primer hogar se derrumbe y se convierta cenizas, pero mientras el momento dure trataré de plasmar sus ampolladas pero hermosas manos tan en lo profundo de mi mente que cuando recuerde quien era ella, sea capaz de sentirlas tanto como ahora.

–Lo sé mamá. No me cabe duda.

Me besó la frente y fui a mi habitación. Faltaba poco para noche buena y como siempre, decidíamos por hacer una cena familiar, era nuestra tradición, pero este ultimo año cambiamos los planes. Le explique a mamá que quería pasar esa noche con otras personas, y ella lo vio como una oportunidad para cenar en las afueras del pueblo con papá.

Me acosté a dormir un rato y un recuerdo en forma de sueño recorrió las profundidades de mi mente.

Dos jóvenes, un chico alto y con el corte de librito se acercaba a una mujer hermosa, con tal vestido verde opaco de tirantes, haciendo relucir un hermoso tatuaje de enredaderas que pasaba por su hombro y terminaba por su clavícula descubierta. Había que destacar unas curvas, su contextura media no la hacia perder empoderamiento en su ser, pues ella es hermosa, y lo sabe bien.