24: rëcørdändø älgø.

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Un silencio agobiante, incómodo, sepulcral y lleno de tensión estaba sobre nosotros.

Di algo, me mata la curiosidad.

Ya desde antes me había preparado mentalmente si fuera el caso de que Toby me rechazara, pero obviamente no estoy al 100% lista. Me miraba sorprendido, con sus labios entreabiertos.

Definitivamente, no se lo esperaba, tengo mucho miedo, no quiero perder mi amistad con alguien como el. Ya son casi cuatro o ellos completitos de meses de conocernos. Quiero que nuestra amistad sea duradera.

Santo Cupido no sé si eres tarado o que, no se si es falta de experiencia porque hoy en día casi no hay parejas verdaderas y tú trabajo se a ido por la borda, pero si decidiste que me gustara Toby, al menos ayúdame infeliz.

Amén.

Al parecer Toby recobró el sentido y me habló:

—no te burles así de mi—dirigió sus ojos a otro lado y sonrió triste.

Rodé los ojos. No entiendo su "divergencia"; por qué puede ser super egocéntrico y dos minutos después es todo lo contrario. Por algo van de la mano.

—y vamos nuevamente con eso—bajé de mi cama molesta.

—¿Con qué?—me siguió preocupado.

—con eso—volteé rápido a encararlo, haciéndolo frenar en seco—siempre que te doy un cumplido, un piropo, ¡Te regalo cualquier cosa, no lo crees!.

—¿Al menos me has preguntado el por qué pienso eso?—preguntó también enojado.

Ni tenía el derecho a estarlo.

—¡No!, No te he preguntado porque no tienes el derecho—solté un suspiro en frustración—y... Ahora, que te digo lo que siento hacia ti, vienes y me dices que es una puta broma de mi parte.

—no te creo...—murmuró para si mismo, pero lamentablemente yo lo escuché muy bien.

—oh, okey—me miró, cambiando su cara a una de preocupación al ver mis ojos aguados, lo ví a duras penas ya que las lágrimas hacían que lo viera de forma borrosa. No soy una persona que acostumbre llorar y menos de tristeza, pero cuando estoy demasiado enojada no puedo evitar que mis ojos parezcan dos esponjas con necesidades desenfrenadas de escurrir agua—ya que te lo tomas como un juego, pues te voy a decir todo.

Tomé un largo suspiró, sintiendo como mi corazón me gritaba que dejara de estar tan alterada.

Me acerqué a él y lo tomé de los hombros

—no entiendo porque no me crees. Me gustas. Me gusta tu patética sonrisa, me gustan tus bromas de doble sentido, me gusta tu forma de ser, me gusta tu bipolaridad, me gustan tus anteojos, hasta me gustan tus malditos tics. ¿Enserio me vas a decir que no me crees, cuando desde que me dijiste a qué te dedicabas y que todo el maldito condado o incluso el mismo estados unidos te buscaba y no me alejé?—toqué mi pecho un poco ofendida.

Entre más cosas decía, más se sonrojaba, y más se movían sus brazos, su cabeza. Sus tics se ponían más agresivos a cada paso que le decía más cosas y paré por el sonido que parecía que se quiebra cada uno de sus huesos.

—¡y si!—le grité en toda la cara—hablo muy enserio Toby Erin Rogers. No espero nada de tu parte, solo... Solo trátame como siempre lo has hecho.

Me giré para caminar lejos de el, me sentía  muy enojada, pero fue mi culpa yo decidí decírselo. Ahora mismo me siento asquerosa, fui infantil, le grité, dije que me gustaban sus tics cosa que el odia con su alma, y siento que me rechazo indirectamente. Si nada de esto hubiera pasado estaríamos normal, pero tarde o temprano se lo tenía que decir.

𝙽𝙴𝚆 𝙻𝙸𝙵𝙴 © [Killers 1.0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora