Yang Jeongin se encuentra en serios problemas cuando lo posicionan como agente encubierto. En el centro de una serie de desapariciones, se encuentra God's Menu, un restaurante con sede en Busan y dirigido por el poderoso empresario Bang Chan.
Cuanto...
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Jeongin se da la vuelta en la cama y mira el despertador. Los números rojos brillantes marcan las 3:45 de la madrugada y aquí está. Aún despierto.
Mira fijamente su techo y lentamente levanta una mano para pasar sus dedos suavemente por sus labios. Todavía están hormigueando. Puede sentir las manos de Hyunjin sosteniéndolo, sus suaves labios y las mariposas que siente en su estómago no le mienten, aunque desea mucho que lo hagan.
Increíble. Está atraído por un psicópata como él.
Jeongin no ha olvidado que Hwang Hyunjin es peligroso. Al menos, su mente no lo ha hecho. Su cuerpo es un asunto completamente diferente y lo traiciona al hormiguear y retorcerse como un adolescente enamorado.
Sin previo aviso, recuerda la sensación de las manos de Hyunjin en su cabello. La forma en que lo hizo sentir cuando se dio cuenta de que Hyunjin había mutilado a Kang Mogyul por él. Tal vez debería sentirse más horrorizado, pero no es así. En cambio, siente algo cercano a... ¿Halagado? Una cálida sensación de que Hyunjin lo había hecho por él.
Por el tono de Jisung, habrá consecuencias y, en contra de su propia mente racional, Jeongin espera que las consecuencias no sean tan drásticas como para alejar a Hyunjin de él.
Funcionaría si Hyunjin fuera eliminado de su vista. Podría volver a su misión, descubrir si Chan realmente está detrás de las desapariciones sin temor a que ninguno de ellos descubra si es lo suficientemente cuidadoso. Pero hay un lado de él, un lado molestamente ruidoso, que quiere que viva.
Jeongin no es estúpido... está bien, tal vez lo sea. Reconoce lo que siente lo suficientemente bien. Lo sintió muchas veces en la academia cuando vio a alguien con quien no le importaría meterse en un armario. Siente atracción y tiene ojos, Hyunjin tiene el tipo de belleza que nadie puede ignorar.
Pero es psicótico. Es peligroso. Le clavó una navaja a Mogyul en la polla sin ningún tipo de remordimiento.
Quejándose para sí mismo, Jeongin se da vueltas en la cama de nuevo. Sus mantas y sábanas se retuercen debajo de él por todo lo que se ha movido esta noche, pero no le importa. Su mente es un desastre y, a la luz de la mañana, tomará tres decisiones.
Necesita averiguar qué está pasando con las personas que desaparecen y qué tan involucrado está Chan en eso. Necesita mantener la cabeza baja en God's Menu y reunir todas las pruebas que pueda para, de alguna manera, enviárselas a su padre. Necesita mantenerse alejado de Hwang Hyunjin.
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Evitar a Hyunjin resulta ser lo más difícil porque el segundo Jeongin entra a la cocina a la mañana siguiente, se encuentra cara a cara con él. Casi choca con él, pero se detiene en el último segundo con un chillido de sorpresa cuando levanta la vista y lo mira a los ojos.
