Yang Jeongin se encuentra en serios problemas cuando lo posicionan como agente encubierto. En el centro de una serie de desapariciones, se encuentra God's Menu, un restaurante con sede en Busan y dirigido por el poderoso empresario Bang Chan.
Cuanto...
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Presionando su frente contra la puerta, Jisung cierra los ojos y trata de no reaccionar ante el sonido del llanto que puede escuchar en el interior.
Desde que se enamoró de Lee Minho, puede contar con los dedos de una mano la cantidad de veces que lo ha visto llorar. Minho solía decir que era porque era fuerte (y tal vez estaba un poco muerto por dentro) que podía soportar cualquier cosa, pero Jisung supuso que probablemente tenía más que ver con la simple incapacidad de mostrar emociones a los demás.
Lo que lo asusta esta vez es que en las raras ocasiones en que Minho lloró, siempre le dijo a Jisung por qué, si Jisung no lo sabía ya. Esta vez, no tiene idea y eso lo aterroriza.
—Bebé, —llama, su mano descansando suavemente contra la madera de la puerta. Llama en silencio—. Háblame.
Le oye resollar. Jisung se muerde el labio, odia escuchar llorar a Minho. Es posiblemente el peor sonido del mundo, y más aún porque casi nunca lo escucha.
Minho había salido temprano del trabajo ayer, eso en sí mismo era bastante inusual, pero hoy se había tomado el día libre. Algo que nunca ha hecho. Jisung les había dicho a los demás que Minho simplemente estaba enfermo, pero ¿qué más podía decirles cuando ni siquiera él sabía qué le pasaba a Minho?
Espera, sin moverse de su lugar hasta que finalmente escucha un movimiento dentro del baño treinta minutos después. La puerta se abre y Jisung mira hacia arriba para ver a Minho de pie frente a él. Ojos rojos, rostro hinchado y exhausto. No puede soportar la vista.
Inclinándose, Jisung envuelve sus brazos alrededor de Minho y deja que el otro se incline hacia él. Lo abraza con más fuerza, besando su cabeza incluso cuando siente que Minho tiembla de nuevo.
Da un paso atrás y lleva a Minho a su dormitorio. Sentándolo en la cama, Jisung se arrodilla frente a él y levanta las manos para limpiar las lágrimas de las mejillas de Minho con los pulgares. Sostiene el rostro de Minho entre sus manos y lo mira a los ojos.
—Háblame, —suplica—. Puedes decirme cualquier cosa, lo sabes.
Para su consternación, Minho simplemente niega con la cabeza. Algunas lágrimas más se escapan mientras solloza y levanta las manos para ocultar su rostro. Jisung se sienta sobre sus talones, un poco perdido mientras observa a Minho derrumbarse de nuevo. Anoche tampoco había podido sacarle una respuesta, Minho simplemente había estado desconsolado y hoy no está mejor.
Se habría quedado en casa con él si Gods Menu pudiera haberlo perdonado. Y si Minho lo hubiera dejado, pero fue Minho quien insistió en que fuera a trabajar hoy.
No es que fuera de mucha utilidad en el piso, estaba demasiado ocupado preocupándose por Minho como para prestar mucha atención al hecho de que Hyunjin estaba manejando la mayoría de las órdenes y Changbin se estaba ahogando bajo la carga de trabajo de Minho.
