Stand by me || VHope

IX. A simple life

La celebración fue bien.

La semana fue bien.

El mes fue bien.

Las navidades en familia fueron bien.

El año nuevo con los amigos fueron bien.

Su vida va tan bien que Taehyung siempre está sonriendo. O mejor dicho, sonríe cuando quien hace feliz y tan buena su vida: Hoseok. Taehyung se cuestiona cómo se es capaz vivir tanto tiempo sin haber conocido esta sensación tan hermosa y tranquila que llena su existencia. Hoseok lo considera melodramático y hasta cómico el cómo Taehyung lo pone.

Siempre hace sonar que ha vivido una eternidad completa incapaz de conseguir nada que le hiciera sentir pleno o tan siquiera él. Es deprimente cuanto menos. Al mismo tiempo, incluso si tuvo una infancia miserable como ha dejado entrever en variedad de ocasiones, Hoseok no comprende como Taehyung lo ve de la manera en que lo hace.

Como si no ha visto nada más bello en el mundo, en su mundo y en su vida llena de tragedias sin contar.

El brillo que toman sus ojos, las sonrisas amplias y brillantes. Los abrazos tan fuertes y angustiosos que recibe su parte. incluso los besos que dan la sensación a que se acabarán y serán los últimos tarde o temprano.

— ¿Qué tienes? —pregunta Hoseok tomándolo de la cara. Las manos de Taehyung n su cadera y el bulto en su pantalón.

— ¿Um? Estoy bien.

—Tae—Lo detiene de besarlo en el cuello, inflando los mofletes—. Estos días has estado un poco más extraño de lo que sueles ser y... también te noto triste ¿Pasa algo? —pregunta directamente y Taehyung niega con la cabeza.

—Estoy preocupado por las clases, es todo. Son muy pesadas estos días. también que esa maqueta de allá me está mirando feo por no terminarla.

Hoseok gira la cabeza, encontrando la maqueta de una casa. Está sin acabar. El diseño es bastante extravagante y poco funcional. No cree que Taehyung vaya a sacar buena calificación por esa cosa. Ningún profesor va a aprobarlo. No obstante, el intento tampoco va más. Taehyung está muy relajado con respecto a su carrera. Cualquiera pensaría que ni siquiera le importa.

Taehyung parece vivir en otro mundo, en otra realidad y con lo hermoso, etéreo y ajeno que es no sorprende a nadie que lo conoce. El más alto lo toma del rostro para besarlo de nuevo y que se olvide de la conversación.

—Tae ¿Qué tienes? Estás raro. —lloriquea Hoseok dejándose hacer. Taehyung lo gira en la cama y se mete entre sus piernas.

—Solo quiero tenerte un rato. Antes de que los cachorros de la consulta te secuestren por cinco días. —responde Taehyung con simpleza, dejando suaves marcas en el cuello de su pareja.

Hoseok se ríe por la nariz. No cree que esa sea la razón por la que Taehyung esconde algo, pero tampoco es una situación donde se pueda insistir. La ropa se va de la escena y la piel entre en contacto con la otra. Acariciarse, besarse, morderse; unir los cuerpos con el fin de unir más sus propias existencias.

Taehyung no le gusta hacerlo con Hoseok dándole la espalda. Desconoce la razón. Se lo dijo desde el inicio. Taehyung es tan desesperado por mirarlo cuando tiene placer que Hoseok acaba demasiado avergonzado. Tener esa mirada color miel tan intensa clavada en su ser.

Quitando incluso su piel y cuerpo, viendo directamente a su alma ¿Es eso posible? Lo desconoce, sin embargo, Taehyung lo hace sentir de esa manera cuando tienen sexo. Cuando el hombre llega lo más profundo que puede en su cuerpo, profanándolo con su virilidad. Hoseok le acaricia el pecho, le deja ligeros rasguños en los hombros y trata de no sentir miles de escalofríos por su mirada fija.