XVI. Gone

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Palpa la cama y lo extraña no encontrar a Taehyung ahí. Hoseok se levanta con los antebrazos y mira alrededor. No hay rastro ninguno de Taehyung. Se vuelve a acostar, dando vueltas y estirando los brazos hacia arriba. A veces Taehyung se va temprano. Ya está cerca de terminar la carrera y necesita más tiempo de estudiar. Hoseok está tranquilo en ese aspecto. Falta que secretaria acabe el proceso y esperar su acto de graduación.

Los planos de la clínica veterinaria están en el pequeño estudio que tienen los dos. incluso le hicieron una figura para que sea decorativo del lugar. Un caballo lila con mascara celeste. Lo llamaron Mang. Jimin no dejó de decir que es la versión animal de Hoseok.

Lejos de herirlo, lo consideró tierno.

Va a la cocina, se hace un café y se da cuenta de que hay algo bastante extraño. Hay muebles movidos y pareciera que hubo una pelea aquí. Mientras ordena, encuentra un pendiente tan extravagante y hermoso que no se explica de donde pudo haber venido. No tienen amigas que usen cosas así, su hermana menos, nadie ha entrado a la casa y ni siquiera Jungkook usa esta clase de zarcillos.

Ni siquiera comprende cómo es. Luce tan anómalo. Jamás había visto un diseño como este. Lo deja en la mesa de centro y busca por más cosas raras, sin conseguir nada aparte de marcas de zapatos ¿Alguien entró aquí? No falta nada.

Su inquietud crece hasta el punto de solo vestirse y salir del departamento.

~ * * * ~

—La llamada no cae. —dice Jungkook frustrado, llamando por décimo quinta vez a Taehyung.

— ¿Estás seguro de que no faltaba nada? —Vuelve a preguntar Namjoon.

—Sí, estoy seguro. Revisé todo antes de irme. El dinero, mis cosas, las consolas, nada faltaba aparte de Taehyung—expone Hoseok nervioso y asustado—. Le pregunté al portero, no sabe nada. No lo vio salir, pero tampoco hubo nadie extraño. Me dejaron revisar las cámaras de seguridad del pasillo: vacío. Nadie entró. Nadie salió.

—En la universidad tampoco lo han visto—anuncia Jimin colgando el celular—. No pudo evaporarse y ya... ¿O sí? —pregunta hacia Namjoon con gesto de susto.

—No. Claro que no—responde palmeándole la espalda. Jin callado para intentar dar una respuesta lógica—. Él ayer estaba bien ¿Cierto? Tranquilo, sin nada... en especial.

—Sí. Estuvimos jugando Mario Kart hasta las dos de la mañana, nos fuimos a dormir como siempre: preocupándonos porque no había acabado una maqueta y tenía que entregar un plano que ni siquiera empezó—Jin aguanta la risa. Taehyung es un alumno super descuidado. Es asombroso que le vaya tan bien académicamente que no falte mucho para graduarse—. Todo estaba ... bien.

—Esperemos a la noche, si llama, si aparece... En el peor de los casos habrá que pedir ayuda a la policía.

Hoseok asiente con la cabeza, inquieto y nervioso.

Las horas pasan con velocidad abismal. Todo sin un misero rastro de su prometido. Ni una llamada, mensaje, aviso; silencio sepulcral. En el departamento tampoco hay señales de que haya pasado. Da la impresión de que efectivamente se evaporo. Se mantuvieron con él en todo momento para que, en caso de ser un secuestrador con métodos demasiado eficientes, no pudiera hacerle nada.

No apareció ese día.

Tampoco el siguiente.

Ni el siguiente.

Llenaron el reporte de la policía solo para conseguir que Taehyung no existe. Vieron todos los archivos al respecto y en ningún lado hay señales de él. No hay partida de nacimiento, en el orfanato aseguraron que no tuvieron a nadie con esa descripción y a más hondaban en la situación, quedaba en lo mismo: Taehyung no existe.

Hoseok no sabe en dónde meterse para dejar de llorar ¿Cómo es posible que se esfumara y ahora no exista? O mejor dicho, que nunca lo hiciera.

—Hace unos días encontramos... algo—dice Jimin y Jungkook a su lado con la misma expresión compungida. Hoseok se limpia las mejillas y solloza—. Que no sabíamos si mostrarte o no, pero dado la situación...

Jungkook le da su celular y Hoseok mira la cuenta de Instagram. Esa persona es exactamente igual a Taehyung. La única diferencia, es que tiene un rostro más serio y son contadas las ocasiones en las que sonríe. Su cuenta está en francés, lo habla fluido y no solo tiene familia, también tiene otro nombre según la Wikipedia.

"Taehyung Dubois Petit"

"Vante"

— ¿Crees que sea él? Que... no sé...

—No puede ser él porque nunca mostró esto para nada y ¿Cómo estaría aquí y allá al mismo tiempo? —discute Hoseok a Jungkook. Su tono lloroso y apresurado hace a Jungkook morderse la lengua—. ¿Qué demonios está pasando? —solloza quebrado

XVI.2 Make him gone

Acaba de beber su café. Son las seis de la mañana, logró no despertar a Hoseok y tiene una maqueta que terminar más un plano qué hacer. Sabe que si se queda aquí se distraerá. Muy horriblemente. Hoseok existiendo a su alrededor es una bella, pero gigantes distracción. Lava la taza de café, la seca y pone con las demás. Se sienta en el sofá un momento para poder respirar profundo, visualizar qué hará con sus asignaciones.

—Si haces un solo ruido lo atarearás, dudo que quieras que se involucre en esto.

Taehyung abre los ojos de par en par, aplastándose más en el mueble para intentar huir del cuchillo en su garganta. Cinco armas apuntan hacia él. Los ligeros pasos de tacón rompen el silencio de la habitación. La figura larga, esbelta y brillante tras los soldados armados. A su lado el guardaespaldas siempre fiel.

—Debí imaginar que era aquí donde te escondías, V—murmura el Supremo Laïdt con desagrado—. Casi me haces creer que alguien te mató... Casi—Concede. Los soldados se apartan y le dejan paso. El Supremo Laïdt se aparta el cabello con tal delicadeza que es hipnótico, agachado hacia Taehyung. Su cabello luce como agua que flota y centella—. Tus pequeños desastres aquí revelaron lo falso de tu teatro.

—Yo-

Y aplica más presión, sin permitirlo hablar y cortando ligeramente su cuello. El Supremo Laïdt exhala con suavidad, causando que un par de diminutos destellos, partículas de luz, salgan de su boca.

—No me importa las excusas que te atrevas a dar ahora—informa lentamente—. Podemos hacerlo fácil y menos doloroso de lo que es necesario—afirma tranquilo—. Puedes seguir en silencio, subir a la nave y presentarte a tu juicio o podemos involucrar a quien duerme en la habitación del fondo, tú decides como haremos esto.

Mejor dicho, ya decidieron por él, pero le dan la falsa idea de que tiene algún voto aquí. Taehyung se levanta lentamente con las manos alzadas y en un movimiento rápido que cuesta de comprender para los presentes, Taehyung trata de atacar al Supremo Laïdt, impedido a tiempo por N que pone a su protegido tras él y golpea a Taehyung en el abdomen. YG lo tira al suelo y golpea en la cabeza, dejándolo inconsciente.

N se gira hacia el supremo Laïdt, supervisando que nada le haya sucedido. El ser elevado le sonríe con dulzura, asegurando que está bien. Sin darse cuenta de que uno de sus pendientes se cayó al piso.

—Hora del juicio.

—pero señor-

—He dicho que lo haremos ya.

Desliza los dedos de forma vertical y una brecha se abre, dando vista a un enorme pasillo con grandes antas de piedra, sosteniendo un delicado techo de cristal con cielo estrellado. Es el primero en entrar, seguido de su fiel guardián. El último en entrar es YG, arrastrando el cuerpo de Taehyung por el suelo. Los muebles permanecen desordenados, el pendiente giró hasta quedar tras el mueble y los zapatos quedaron marcados en el suelo tan limpio.

No obstante, nadie sabría que esto fue lo que sucedió. Aparecieron directamente en el departamento gracias al Supremo Laïdt y salieron igual. Taehyung desapareció sin dejar rastro, pues no debió haber existido él aquí para empezar. No habiendo ya uno existiendo.

Lo que menos les importa es la persona que se remueve en la cama, en el mundo de los sueños e inconsciente de lo que acaba de pasar con quien iba a casarse en unos meses.

Stand by me || VHopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora