Destinado al Alfa

13. El alfa en sus sueños

—Ah~ no merezco estar sentado en este sitio— Se lamentaba Aria.

En sus manos sostenia una boleta de calificaciones, con dos materias reprobadas.

—Por lo que veo, no tendras de otra que repetir las materias. ¿Pero en qué estabas pensando?— Le regañó Xavi.

Aria mantenia su rostro sobre su mesa, no habia justificativo que lo exonere, simplemente se descuidó y allí estaban las consecuencias.

—Lo que me sorprende es que tu hayas aprobado todo, cuando apenas te uniste hace poco.

—Es el poder del apellido y el dinero de mi padre— London levantó los hombros, ya que él era un caso excepcional.

—No he visto a Xavi desde la primera clase, ¿acaso no pretende asistir hoy?— Aria miró a los lados sin hallarlo.

Las clases concluyeron, por lo que los estudiantes ya se marchaban. Aria y London avanzaban por los pasillos, organizandose para ir a la biblioteca a estudiar para un examen importante.

—¿Ese no es tu amigo?— London señaló hacia el salon de maestros.

Aria movió la cabeza al reconocerlo, por lo que de inmediato fue a darle alcance.

Xavi agradeció al maestro que le entregaba la boleta y tras ello pretendia marcharse, pero Aria le sujetó el brazo.

—Creí que no vendrías... uhm. London y yo nos dirigíamos a la biblioteca, si quieres puedes acompañarnos— Ofreció el castaño, sobre todo para retomar su amistad luego de su pequeña discusion.

—No puedo, yo solo vine por mi boleta. Debo ir a la televisora para recoger mi liquidacion.

—¿Liquidación? ¿Acaso renunciaste?— Aria lo creía una locura.

—¿Renunciar?— Xavi se rió. —El cabron de tu jefe me despidió ayer, luego que nos escuchara.

—¡¿Qué?! ¡No!

—Eso ya no importa, adios Aria.

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—Oye, la biblioteca queda para allá— London fue arrastrado por Aria que caminaba a pasos rápidos.

—Iremos luego, antes tengo un asunto que tratar con un cretino.

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Aria llegó a la televisora, por primera vez enfadado de quien se entrometiera en su camino.

—¡Tony ¿dónde está ese desgraciado de Sandini?!

—En su camerino, pero qué te...— Se quedó con las palabras en la boca, cuando Aria pasó de largo, echando humo.

London se sobaba la mano que Aria estuvo presionando en todo momento.

—¿Muchacho, tú eres el hijo del inversionista Phelps?— Tony vió el asentimiento de London. —¿Qué le ocurrió a Johans para que esté asi de molesto?

—No lo sé, señor.

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—¡Le exijo que le devuelva el puesto a Xavi!— Aria ingresó de manera tosca, azotando la puerta.

—¿De qué hablas?— Brent no se inmutó ante el rostro fúrico de Aria.

—Usted lo despidió de una manera injusta. Él realizaba un buen trabajo y solo porque dijo lo que pensaba de usted, ¿merece ser despedido? Porque si es asi, entonces yo deberia ser el primero en ser echado, porque francamente usted es un despota y desgraciado, incluso antes de ayer me trató como una basura, ¿Qué se cree?— Aria tenia el rostro rojo de enfado. —Escuche bien, haga que Xavi regrese o de lo contrario, yo tambien renunciaré a ser su asistente.