Destinado al Alfa

24. Elección

Esa mañana, Brent amaneció fatal. Con pereza se metió al cuarto de baño, tomando por inercia su cepillo de dientes y poniendole dentrífico. Mientras se cepillaba, levantó su vista al espejo para ver que tan mal se veía sus ojeras, pero lo que vió hizo que soltara el vaso de agua. En el reflejo solo habia una gran bestia lobo, antropomorfo y con unos colmillos enormes, incluso hasta parecia sonreirle.

—¡Ah!— Cayó para atras, dando un grito.

Zasha no tardó en aparecer, preocupado por el alfa.

—¿Estas bien?

—Habia un monstruo enorme en el espejo— Señaló con paranoía.

Zasha se adentró mas hasta detenerse frente al espejo, no viendo nada mas que su reflejo.

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Sandini estaba tenso durante todo el día, no deseaba volver a toparse con esa imagen otra vez, por lo que estuvo evitando los reflejos.

—No he visto a Aria, ¿Donde está?— Preguntó él, mientras recibía el libreto.

—Señor Sandini, Aria renunció hace días ¿No lo recuerda?— Respondió su asistente.

Brent levantó la mirada, estaba confuso, no lo recordaba. Incluso tenia el recuerdo de haberlo visto hace no mucho, estando en los controles con los demas, hasta parecia que solo habia pasado un día.

¿Por qué lo olvidaba?

Él jamas tuvo problemas para memorizar algo, pero Aria, era otro asunto. No lograba recordar algunos momentos especificos que los demas alegaban y él no tenia idea.

Inquieto y confuso como estaba, apenas logró hacer el programa y despues se encerró en su camerino, con una botella de vino tinto. Eso hacia ultimamente, beber porque se sentia solo. Tras agitar la botella, descubrió que la habia terminado, por eso mismo algo mareado avanzó para tomar su abrigo, retornar a casa y tratar de dormir, porque ya no aguantaba el cansancio.

Por el rabillo del ojo sintió una sombra que creyó imaginar, pero tras ver el cristal de uno de los cuadros, vió sobre ella el reflejo borroso del mismo espectro que atacó a Aria. De inmediato giró hacia atras y miró a los lados, no pudiendo hallarlo, luego su mirada fue sin querer al espejo, viendo otra vez a esa bestia que esta vez le gruñía al espectro bajando silenciosamente por una esquina.

—¡Aah! ¡Carajo... carajo!

Terminó escapando de su propio camerino.

Fue ayudado por los empleados que aun quedaban, incluso fueron a revisar por él, confirmando que todo estaba en orden.

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Aria estaba recostado sobre la cama, comiendo lentamente la fruta picada en trocitos que Dahlia le dió.

—¿Te sientes mucho mejor?—  Le preguntó ella.

El castaño movió la cabeza en afirmativa, el toque de Dahlia habia bastado para mejorar un poco el cansancio con el que despertó.

—Cuentame algo ¿Qué se siente viajar de una época a otra?— Quiso saber Aria.

—Um, tengo habilidades mágicas asi que el sentimiento no sabria describirlo para tí... pero diría que es como cruzar a un lugar oscuro que trata de devolverte a donde perteneces y que debes cruzar para ir a tu destino. Se sintió agotador todas las veces que crucé— Comentó ella, mientras pelaba una manzana.

—¿Cruzaste varias veces?— Aria se mostró mas curioso.

—Termínate la fruta y te contaré— Condicionó y sonrió despues que vió al castaño obedecerla. —Buscarte no fue fácil, porque llevo mucho tiempo haciendolo. Te busqué en tu primera reencarnacion despues de Arin...