—Creo que lo vi acelerar, cuando yo crucé la calle.
¿Por qué dijo eso?
Que egoista estaba siendo...
El rostro serio de Brent no se hizo esperar, pues si albergaba una poca de lastima por Zasha, creia que con la aseveracion de Aria, Zasha podia irse al infierno y pudrirse en prision.
—¡No...!— Aria se arrepintió. —Realmente no logro recordar por completo... tampoco me gustaria acusar a nadie, sin estar seguro... dame tiempo para pensarlo ¿si?
—Comprendo, puede que aun te tome tiempo recordar ese dia— Brent se mostró incómodo e incluso rehuia a la mirada de Aria. —Pues para empezar, yo fui el causante... te mentí y le mentí a Zasha...
—Ya no digas mas, prefiero no recordar eso. Pero me interesa saber sobre tus sentimientos, en especial saber lo que sientes por mi— Aria tambien habia retrasado demasiado a esa duda y aunque la respuesta fuera dolorosa, no deseaba mas incertidumbre.
Aria sabia que sus sueños eran una serie de hechos de su vida pasada y si ahora era conciente sobre quienes eran ambos y la razon por la que se conocieron, sintiendo esa atraccion tan poderosa, aun no queria revelarselo a nadie, nisiquiera a Sandini.
—No lo sé...
La respuesta lastimó a Aria, mucho mas de lo que quisiera admitir. Brent no lo amaba y dudaba.
¿Asi que asi era su destino?... jamas ser amado.
—Oh... entiendo. No te preocupes, no pretendo causarte lástima, pero me alegra que hayas despejado mis dudas— Aria sonrió nervioso, haciendo enormes intentos para no llorar patéticamente.
—Aria, yo no quise decir...
—No, no. No hay necesidad de que me expliques, estoy bien con eso, en serio— Aria apresuro a aclarar e incluso buscando algo con lo que distraerse.
—Lo lamento, es solo que aun no estoy seguro. Jamas he estado seguro de nada, pero quiero que sepas que eres alguien especial para mi y que lo que ocurrió me hizo temer, de solo imaginar no verte mas...
Aria no queria escuchar mas, que mas daba si era apreciado, aun asi no era amado ni correspondido, ellos solo tuvieron una aventura y era culpa suya por ilusionarse demas.
Tras despedirse, Brent se detuvo en la entrada del edificio, sintiendose un cobarde por no haber sido mucho mas sincero con Aria, pero temia arruinarlo y aun creia que ese no era el momento para atreverse a dar un paso mas con rumbo a sus reales sentimientos.
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Aria tuvo una recuperacion rapida, en un par de dias supo desplazarse con facilidad con la muleta, en su nuca solo quedaba un recordatorio en forma de cicatriz de su casi muerte, pero gracias a la nueva oportunidad, se sentia renacido y renovado.Aprovechando la asusencia de su familia, Aria salió con rumbo a una decision determinante.
Tras llegar a la prision de minima seguridad, pidió ver a Zasha y por fortuna no se lo negaron.
Al poco rato, Zasha apareció en la sala de visitas, el omega rubio observó a Aria, con un brío restablecido y saludable, pero aun teniendo una pierna enyesada, lo que le causó el mismo remordimiento.
Zasha se sentó en una silla libre, frente a Aria, ambos viendose entre si.
—Supe que estabas aqui y quise verte personalmente— Inició Aria, sintiendose mal por ver a Zasha con un uniforme que no se merecia.
—Si vienes a burlarte y acusarme, hazlo, estas en todo tu derecho— Respondió Zasha, luciendo un poco indiferente.
Para Aria no seria complicado hacer mas grande el accidente y quiza condenar a Zasha, pero no estaba allí por eso.
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Destinado al Alfa
FantasyLibro II. Segunda parte de: EDUCANDO AL ALFA Aria Johans se ha enamorado a primera vista de Brent Sandini, un alfa de mal humor, grosero y engreído. Mientras la vida de Aria es un caos trabajando para Brent. En un mundo de sueños, es espectador de o...