Destinado al Alfa

59. Enemigo del pasado

—Estas muy alterado y no has dormido ni un poco, al menos toma un té calmante— Elis llegó con Arin al palacio.

El resto, incluido Sten se mantenían en la búsqueda imparable de Arisa, pero Arin ya no podía mas por sus nervios alterados.

—Toma esto, te ayudará— Mable le acercó la taza de té.

—¿Mab, tú has oído de algun chico que se llame Gerd?— Preguntó Arin, la pista quizá podría conducirlos a su hijo.

—Jamás he escuchado de él. Ademas ¿Quién le pondría Gerd a su hijo? Es tan raro.

Arin bebió del té mientras oía a Mable. Era cierto, ese nombre no era común para ellos. Solo conoció a un sujeto con ese nombre, era despiadado y casi destruye su manada, junto a su hermano...

—¿Qué pasa?— Elis se sorprendió cuando Arin soltó la taza con té.

—Ambos conocimos a un Gerd en el pasado, ese alfa cruel murió en combate, pero aun vive el hermano.

—¿Y eso qué?

—De pronto temí que él estuviera tras esto. Es verdad que no lo he visto desde que fue apresado, pero sigue vivo y en esta manada. ¡No puedo quedarme con esta duda!— Arin salió corriendo para comprobarlo.

⚔️

Dalih avanzaba presuroso con rumbo al palacio, coincidiendo camino con Arin.

—Dalih, que bueno que te veo.

—Lo mismo digo. Acabo de ir al templo y el sacerdote líder me informó que alguien ingresó a su oficina privada

—¿Te dijo algo?

—No, porque no pertenezco a la familia principal, pero tú podrías averiguar. Con la desaparicion de Arisa, me vino a la mente Jesper y por eso fui a averiguar si los objetos de él seguían custodiados.

—¿Qué tiene que ver los objetos de ese alfa?

—Yo fuí su servidor, le enseñé y hechicé todo lo que usaba. No lo dije antes, porque no confiaba en ninguno de ustedes, pero Jesper es un peligro vivo, él no es un simple alfa, lo comprobaron en el campo de batalla, ademas él conoce y domina ciertas habilidades de la magia negra.

Arin no podía creer lo que Dalih le mencionaba. Ambos fueron al templo y buscaron al líder sacerdote.

—Lastimosamente es una probabilidad— Mencionó el anciano de túnica. —El cofre que guardaba un medallon, propiedad de ese criminal de Garth, desapareció.

Dalih se sentía responsable, ese medallon contenía magia oscura suya, que Jesper podría usarla a voluntad.

—Pero no entiendo.

—Arin, necesito que me quiten estos grilletes del cuello y las manos. Solo asi podré usar mi magia y saber si él tiene algo que ver— Pidió Dalih.

—Pero...

—Se trata de la seguridad de tu hijo. He tenido una muy mala sensacion desde hace días y temo que sea por culpa de Jesper. Vamos por Ibi, él debe liberarme y junto a él, nosotros podríamos acabar con Jesper, necesitamos asesinarlo y solo asi acabara esto.

Arin asintió, ir a buscar la prision secreta les demoraría mucho tiempo, asi que era mejor liberar a Dalih. Se concentró hasta llegar a ese lazo que lo unía a Sten y lo llamó.

—Ibi no está en la manada y no sé cuando regrese, pero Sten te liberara.

—¿No está? Entonces no hay nada que hacer, él es el único que puede romper mis cadenas— Se desesperó Dalih.