—Chicos solicitados para la misión del quince de julio, necesito que nos reunamos de inmediato.
Momo se giró sobre sus tacones sin dar tiempo a réplica y se dirigió a la primer sala de juntas que encontró vacía. Y bajo la mirada confundida de sus compañeros -y del otro- Izuku y Katsuki se levantaron de sus asientos y siguieron a la capitana de la misión.
—¿Qué pasa, Yaoyorozu-san?—El primero en preguntar, luego de reunirse, fue Todoroki.
—La misión es importante, por lo que considero necesario que repasemos los detalles para evitar equivocarnos ese día—respondió ella.
—¿Por qué tan insistente, cola de caballo? Aún faltan siete días—inquirió, recargándose con soltura en la silla. Un poco mas de inclinación y hasta una corriente de aire sería capaz de mandarlo al piso.
—Quiero que sea rápido, es todo.
—¿Segura que solo es eso, Yaomomo?—cuestionó la castaña. Hasta para ella era un poco extraño tener ese tipo de reuniones espontáneas con tanto tiempo de antelación.
Y para su sorpresa -o no- la pelinegra adoptó una postura dubitativa, y luego de un largo minuto, suspiró como si con ello se le fuera el alma.
—De acuerdo, se los diré... por alguna extraña razón tengo una especie de presentimiento al pensar en la misión. Es como si algo me advirtiera de la importancia y el peligro de la misma.
Un escalofrío recorrió la columna de Katsuki. Él llevaba todo el tiempo evadiendo el pensamiento, pero desde que tuvo esos dos sueños, sentía algo desagradable al pensar en la misión de la boda.
Era eso y de alguna manera el presentimiento era compartido, o sólo estaba buscando enlazar su propia paranoia con la de su compañera.
—¿A qué te refieres exactamente, Yaomomo-san?—interrogó Izuku, quien hasta hace un segundo comía un bocadillo de queso con actitud despreocupada.
Aunque aquello solo era una fachada que mantenía su inquietud por la liga de villanos oculta, a pesar de que la misión de la boda -hasta donde sabían- no tenía nada que ver con la liga.
Sea como sea, aunque cada uno pensaba en cosas diferentes, el ambiente en la sala se volvió denso.
—Es solo que...
—¿¡Por qué no mejor repasamos el plan!?—interrumpió Mina, un poco harta de ver a sus amigos desviarse del tema—. Dejemos de elucubrar y evitemos caer en la paranoia. Resolvamos esto como los héroes profesionales que somos.
El resto asintió estando de acuerdo, y llamando de nuevo a la cordura, comenzaron a repasar los plan, que si bien, no era sencillo, les sería de ayuda.
La boda estaba programada para el atardecer, en una residencia lujosa a las afueras de la ciudad cuya propiedad ocultaba el nombre del dueño bajo el concepto de privado. Hawks había hecho su mejor esfuerzo, consiguiendo averiguar que el dueño era el mismo que lideraba el grupo al que perseguían; lo había conseguido del mismo modo que logró infiltrarse y hurtar un par de invitaciones que luego mandó al cuartel policiaco para falsificar el resto con el objetivo de que pudieran ingresar sin levantar sospechas.
El plan comenzaría a ejecutarse a las cinco con treinta de la tarde, momento en el que las tres parejas, espaciadas en tiempo para mantener el perfil bajo, llegarían vestidos de manera elegante a la zona de ingreso donde presentarían la invitación y proporcionarían nombres falsos. Una vez dentro, se reunirían de manera discreta y se mantendrían alejados del centro, justo donde pudieran mantenerse expectantes de cualquier movimiento raro, y cuando observarán la primera interacción sospechosa actuarían de inmediato.
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No hay 2 sin 3 || KatsuDeku
Fanfiction"No hay dos sin tres" es una frase que intenta expresar que si algo ha sucedido dos veces la probabilidad de que exista una tercera es alta, da igual si esto es bueno o malo. Para el Wonder duo, el par de héroes más poderoso de Japón, esa era la fra...