◇ 17 - Inicio ◆

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Esta vez fue él quién despertó antes, aunque no a causa del sol sino del pesar que en medio de su buen dormir le azotó el corazón. El frío que le recorrió la descubierta piel de su espalda también contribuyó, pero lo dejó en segundo plano rápidamente.

Cuidadosamente se sentó en la superficie de la cama y miró hacía la ventana, donde la poca luz le advertía que apenas estaba amaneciendo, y, tomándose su tiempo, fijó su mirada brillante en el rubio que le había robado todas las mantas y se había hecho un ovillo con ellas. Tenía sentido, Kacchan siempre había sido una persona de temperaturas cálidas y desde la noche anterior había hecho más frío de lo habitual.

Sonrió en medio del mal presentimiento que sentía desde temprano, acarició la frente del más alto y luego dejó un suave beso en ella. Respiró profundamente, como queriendo percibir el aroma a nitroglicerina a esas horas de la mañana, pero no hubo nada más que el suave aroma a vainilla del jabón de baño, y luego, lentamente y sin intención de despertar al otro, se levantó de la cama.

Sintiendo los estragos de la noche anterior en su cuerpo, tomó de la lámpara la playera que accidentalmente había terminado ahí y le pertenecía, y pronto se abrigo con ella. Cuando terminó de vestirse se dedicó a buscar su teléfono celular y luego de ver que apenas eran las seis de la mañana se dio cuenta de que realmente había dormido muy poco, casi nada.

Siguiendo su inquietud, salió de la habitación ajena y se dirigió a la cocina con la intención de conseguir un poco de agua que aliviara lo ronco de su garganta y después se marchó al estudio, lugar donde hizo el primer intento del día de llamar a All Might. Era muy temprano, pero igual recibió pronta contestación -pues la justicia no descansa-, así que directamente comenzó a hablar de su descubrimiento y lo inquieto que se sentía al respecto. No sabía que tan seguro era contar todo por teléfono, pero su angustia le hizo no preocuparse por ello.

-¿Por qué no decirle nada de esto?-cuestionó el más viejo, refiriéndose claramente al rubio que tranquilo dormía en su habitación. La voz del antiguo héroe de la paz sonaba preocupada, casi igual de inquieta que la suya, aun cuando quería mantenerse impasible.

-Casi no durmió hoy. No haré que se despierte sólo por eso... además, no creo que su humor sea el mejor si lo hago-justificó.

-¿Y tú como sabes aquello de que casi no durmió?, ¿no se supone que duermen en habitaciones separadas?-señaló, aunque seguramente ya se daba una idea. El de ojos zarcos no era tonto, estaba claro que sabía que ellos estarían juntos tarde o temprano, así que, bueno... al menos ya le había dado el visto bueno al rubio luego del incidente con Shindou, aunque, por supuesto, Izuku desconocía eso. 《Ya se los contaría Izuku en su momento》 pensó Toshinori para dejar el tema de lado.

-¡E-Eso no importa ahora! Sólo lo sé-exclamó nervioso-. C-Como sea, ayúdame a averiguar la ubicación y entonces se lo diré, ¿de acuerdo?

-Joven, no puedes seguir ocultando esto-dijo con voz firme-. Si se lo dices a él, seguramente podrán descifrar donde se encuentran. El joven Bakugou es muy inteligente y deductivo, pero no sirve de nada si no quieres contarle lo que pasa.

El peliverde asintió, aunque el mayor no podía verlo. Sabía que su antecesor tenía razón y que debía confiar en Kacchan, pero la inquietud de lo que podía suceder lo frenaba. Él no quería preocupar ni poner en riesgo a nadie, él quería detener las cosas antes de que estallaran y hacerlo por su cuenta... y, además, el rubio no lo escuchó cuando intentó decirlo.

Quizá estaba siendo muy obstinado, muy terco o simplemente arrogante, pero quería llegar solo hasta donde pudiera hacerlo.

-Pe-Pero ya tengo algunas opciones, solo necesito que me ayudes a verificar.

No hay 2 sin 3 || KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora