◆ 12 - ¿Me gustas? ◇

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Un cosquilleo se instaló en sus barrigas y su corazón comenzó a latir con tanta fuerza que sentían que podrían desfallecer en ese preciso momento. Aunado a eso, una ligera sensación de vergüenza mezclada con nervios comenzaba a hacerse presente y a manifestarse mediante sus expresiones faciales.

Toga se echó a reír. Se rió tan fuerte que incluso ignoró el hecho de estar en una pelea y se recargo contra el muro más cercano para obtener un poco de soporte en medio de su risa.

-¡No puedo creerlo! Por intentar hacer algo terminaste cometiendo un error-señaló con la respiración errática debido a tanta sonora carcajada-. ¡Pensar que la idea era que te conectaras conmigo para facilitarme la obtención de tu sangre y derrotarte fácilmente lo hace diez veces más divertido! ¡estúpidos, estúpidos héroes buenos para nada! Eres igual de idiota que ellos, Izuku-kun.

A un par de metros de ahí, el de ojos negros seguía sin retomar su pelea principal.

-¡Yō! ¿¡Quieres concentrarte!?-exigió Tatami, lidiando ella sola con Spiner, que ahora también parecía más aturdido. ¿Qué diablos estaba pasando?-. ¡Yō!

-¿Alguna vez te he dicho lo admirable y atractivo que es Midoriya?-Fue lo que recibió a cambio. Si no estuviera sóla con eso ya le habría asestado un buen golpe por dos cosas: por distraerse y por decir esas cosas tan de repente.

-¡Deja de decir esas tonterías! ¡Ahora no es momento para eso!

Tatami, pese a verse sola con la situación, no aflojó ni un momento su ritmo de ataque, de manera que pudo mantener la situación bajo control el tiempo suficiente para que el de ojos negros espabilara lo suficiente para enfocarse en ella. La chica de quirk de tortuga no tenía certeza de lo que estaba pasando, pero se atrevería a decir que algo en Yō había cambiado.

Lo escaneo rápidamente de reojo, mientras desarmada a Spiner y hacía su mejor esfuerzo por retenerlo contra el suelo, observando que en sus iris negros como la noche ahora había un par de corazones de color blanco apenas visibles, y la flecha en su brazo le advertía que ese era precisamente el problema.

Agitada y en medio del estrés, se las arregló para retirar el objeto de su amigo, sin embargo esto le costó la liberación de Spiner. Yō, por suerte, pareció escapar del trance un momento, justo lo suficiente para retomar su participación en la pelea, pero igual sintiéndose extraño de pies a cabeza.

Mientras que a la distancia, Izuku sentía como si su corazón fuera oprimido por una sensación extraña. Ahora, repentinamente quería dejar de lado el enfrentamiento con Himiko e ir a reunirse con Shindou.

Sin embargo, de manera análoga a cuando fue afectado por el quirk de Shinsou por primera vez en el festival deportivo, aún conservaba parte de su consciencia, por lo que se obligó a pelear con esas sensaciones para dejarlas de lado al menos por un instante y regresar al combate. Ahora, también, tenía claro que debía dejar de ser tan considerado y detener a Himiko de una vez por todas.

Así que el combate continuó a la par que equipo de refuerzo llegaba a rescatar a los civiles y a rodear el área para evitar el escape de los villanos. Aunque igual eso último no sirvió de nada cuando Kurogiri apareció de la nada y se llevó tanto a Spiner como a Toga con él. Aunque fue gracias a su intento por atraparlos, los de Ketsubutsu terminaron cara al suelo y el de UA mirando estrellas gracias al golpe que se dio en la cabeza contra los escombros.

Y así, en un dos por tres, la pelea acabó. Con el equipo de héroes humillado, edificios derruidos, personas heridas, dos sujetos influenciados por un don extraño y una batalla ganada para la liga de villanos.

Por si no fuera poco, el don condujo consecuentemente a una situación bochornosa y polémica, pues apenas recuperaron el aliento, ambos afectados se preocuparon poco por la situación y se buscaron entre la multitud para correr a encontrarse sin importar que estuvieran en público y hubiese personas que les exigían una explicación. La cara de los ciudadanos y paramedicos fue un verdadero poema cuando apenas se vieron se abrazaron como si su vida dependiese de ello y como si hubieran pasado años enteros sin verse.

No hay 2 sin 3 || KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora