"Es tu imaginación Yoongi, joder, no puede ser el mismo Jihyun, es imposible."
Aquello se repetía una y otra vez conforme se alejaba de la lápida, no, no podía ser posible, tenía que ser una extraña coincidencia.
—Carajo... —susurró al sentir su estómago revolverse nuevamente.
Tomó una honda respiración obligándose a olvidar lo que había visto, o al menos no tocar más el tema. Cerró sus ojos y tragó saliva ya que su garganta se hallaba seca al igual que sus labios. Los lamió dos veces y se volvió a acercar a la puerta, escuchando un fuerte trueno de fondo. Seguía temblando, no lo negaría, se estaba orinando encima.
Había cogido una barra de metal que colgaba para tocar la puerta y comenzó a pensar en algún pretexto, ¿Qué le diría al viejo brujo? Quizás que se había perdido y buscaba el camino a la ciudad. Al final solo quería saber cómo era aquel brujo, no quedarse con él.
Esperó en silencio imaginando cómo podía lucir la persona. Se imaginaba a un señor de edad avanzada con muchas arrugas, barba bastante larga y manos callosas. Quizás tenía una apariencia tranquila y confiable, voz suave y rasposa. Mil opciones rondaban por su cabeza.
Pero la puerta se abrió interrumpiendo sus pensamientos y haciendo que abriera la boca con cierta sorpresa y fascinación.
—¿Puedo... ayudarlo?
El médico había sentido los vellos de sus brazos erizarse. Frente a él se encontraba lo opuesto total a lo que se había imaginado.
Un joven chico le había abierto la puerta, quizás más chico que él o de su edad. Su piel era blanca y lucía suave, tierna e impecable. Preciosos ojos azules casi blancos casi le hacen suspirar, eran preciosos, inhumanos, se sintió perder en ellos. Y aquel divino cabello rubio claro, con ondas rebeldes que lo hacían lucir...
Provocativo.
Y hablando de provocaciones aquel carnoso belfo le hizo tragar saliva, viendo los labios del chico moverse un poco. El tono rosa combinaba con aquella apariencia frágil, delicada, elegante, como una divinidad. Min Yoongi no era creyente, pero aquel muchacho pudo jurar que le recordaba a un bello ángel, casi podía ver la luz desprendiéndose por todo su cuerpo.
—Lamento interrumpirlo —Yoongi despertó de su trance, observando la camisa blanca y pantalones viejos—. Soy un turista que llegó no hace mucho y me he perdido, quería saber si podía guiarme un poco.
El rubio de gélidos y preciosos ojos azul claro levantó la vista al cielo y clavó nuevamente la vista en el médico. Lo recorrió de pies a cabeza con lentitud, deteniéndose en la entrepierna del pelinegro y esbozando una ligera sonrisa que el médico no pudo percibir.
Finalmente el rubio vio a sus ojos y sonrió un poco.
—Parece que va a llover —comentó con voz suave y hermosa, Yoongi comenzaba seriamente a dudar en si los ángeles existían—. Pase, cuando finalice la tormenta lo llevaré a la ciudad.
—Oh, no, no quiero molestarte —Yoongi negó un poco—. Aún falta un poco para que caiga la tormenta, solo necesito indicaciones.
—¿Usted cree? —el rubio ladeó la cabeza y observó el cielo—. Umh, yo no estaría tan seguro.
Después del ruido que salió de su boca un fuerte trueno azotó bastante cerca y la cortina de agua llegó tras él con fuerza. Yoongi volteó detrás de él con grandes ojos, impactado por la fuerza de la lluvia y lo rápido que el cielo se había tornado negro. Volvió la vista al chico que tenía una hermosa sonrisa pegada al rostro.
—Insisto, pase. —se hizo a un lado con la misma inocente sonrisa.
"Esto no era parte del plan."
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LEVIATHAN - yoonmin
Fanfiction❝ Donde Park Jimin era un satánico, producto del mal y príncipe del infierno... y Min Yoongi un ateo y anhelo más grande del hijo del Diablo.❞