❝Si ignoras al dragón, te comerá. Si intentas enfrentarte a él te dominará... ❞
『Aemond Targaryen x Fem!oc x Cregan Stark』
『Prohibida la copia o adaptación de la historia』
『House of the dragon Fanfiction』
『En curso』
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El entrenamiento era marcado por el sonido de las espadas al chocar, los combatientes gruñendo mientras peleaban y el olor del sudor mezclado con piel y metal llenando el aire. En el punto más alejado del patio de entrenamiento, un joven lobo se encontraba conversando con la princesa.
— Sigo sin entender por qué quieres ir a la Isla del oso- reprochó el Stark.
— Caníbal se aburre estando aquí.
— ¿Pero por qué ir allí? Es un lugar frío y pobre, no hay nada de divertido...
— No creo que sea bueno que hables así de las tierras de tus futuros vasallos- comentó entre risas la mayor.— Quiero aprender de ellas, de las mujeres Mormont.
La Targaryen cogió una flecha, la puso en su arco y tensó la cuerda. Se concentró unos momentos y la flecha salió disparada con fuerza de su arco, pero ella no movió el arco ni un centímetro hasta que la flecha no impactó en el centro del círculo dibujado en un viejo árbol. Cregan estaba impresionado. Un solo disparo y en el blanco.
— No lo entiendo. Eres buena con el arco, sabes defenderte con una espada y tienes un dragón, ¿qué es lo que tienes que aprender?
— Una guerra podría estallar pronto... las mujeres de la isla son excelentes guerreras, tengo que aprender para sobrevivir.
— Bueno, si te casas conmigo, no tendrás que preocuparte por eso. Yo me haré cargo de todo.- Dijo con seriedad el infante.
Una flecha impacto, una vez más, en el viejo árbol, muy cerca de la primera. Aerea bajó su arco y miró sorprendida al menor.
¿Por qué todos a su alrededor querían hablar de matrimonio con ella?
— Repetidme eso cuando hayas dejado de ser un bebé- comentó burlona y maliciosamente.
— ¡Yo no soy un bebé!
— Lo eres, sir Cargyll me ha dicho solo puedo considerar como hombre a todo aquel que haya derrotado a un león... aunque aquí no hay.- Hizo una pausa para pensar.— Supongo que un oso podría ser su equivalente.
La peliplateada se mordió la lengua en un intento de evitar reír al notar que el rostro del infante se había tornado serio.
Era una total mentira que su caballero dijera aquello, pero eso el Stark no lo sabía. Además, era muy probable que dijera eso sí ella le llegase a preguntar sobre los hombres, después de todo, siempre solía ponerse del lado de su tío Corlys o de sir Westerling cuando decían cosas como "los hombres son peligrosos", aunque ella creía que se equivocaban pues consideraba que todo aquello que pudiese sangrar también podía morir.
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